La pandemia ha colocado a la sanidad en el centro de todo. Pero esta preocupación no es nueva. Pero los retos y la tecnología para aflorarlos sí. ¿Tecnología y sanidad van de la mano? La respuesta es que podrían hacerlo, y esto podría generar un hito en la historia de la humanidad.
Pensemos que durante los últimos 2.400 años, desde la época de Hipócrates, la asistencia sanitaria ha consistido en equilibrar la ciencia y el arte de la Medicina. Mientras que el arte puede entenderse como la empatía expresada por un cuidador hacia un paciente, la ciencia puede verse en las innovaciones que impulsan extraordinarios avances en la atención al paciente, ayudando a salvar muchos millones de vidas en el último siglo.
Si miramos hacia los próximos 100 años, nos daremos cuenta que el creciente poder de la ciencia en la salud permitirá dedicar más tiempo a la empatía.
Desde los tratamientos cardíacos pioneros de la década de 1950 hasta los recientes avances en la cirugía de trasplante de cara y útero. Quienes están a la vanguardia de la innovación médica han recurrido a menudo a la tecnología. La empatía debería estar en el centro de ese impulso innovador. Buscamos ayudar a los pacientes con las necesidades médicas más complejas. Garantizando que la ciencia y el arte trabajen de la mano para proporcionar la mejor atención.
Los robots y la sanidad
Algunas de estas innovaciones en la asistencia se ven favorecidas por herramientas específicas, como el uso de robots en la cirugía. Sin embargo, la tecnología puede desempeñar un papel mucho más amplio en la seguridad, la calidad y la transparencia clínica, permitiendo la recogida de datos para ayudar a orientar y determinar el tratamiento más adecuado.
Los hospitales llevan mucho tiempo utilizando el papel, con los inevitables retrasos en la obtención de información clínica para los cuidadores de primera línea.
Las historias clínicas electrónicas, combinadas con dispositivos y aplicaciones, permiten a los médicos acceder a los resultados de las pruebas y a otra información clínica en tiempo real a pie de cama. Esto aumenta la calidad clínica y sitúa al paciente en el centro de la toma de decisiones.
Observa cómo un robot puede coser una uva dentro de una botella…
Digitalización de la sanidad: más calidad y atención personalizada
Los desarrollos tecnológicos integrados, liberan a los sanitarios de la carga de la recogida de datos y les permiten ser la persona que interpreta los datos y aconsejar directamente al paciente. De este modo, se facilita el enfoque más personalizado y empático que permitirá una mejor atención para todos.
Todo ello también permite formar a los futuros médicos y enfermeras con estas herramientas de vanguardia, junto con el enfoque crucial en la empatía. El resultado es poderoso: ampliar las habilidades de los equipos clínicos del futuro para ofrecer una mejor atención.
Este paso a la tecnología digital también es muy cómodo para los pacientes, que tienen acceso instantáneo a sus datos médicos a través de una aplicación. Todos nos estamos acostumbrando a un servicio de atención al cliente transparente. La tecnología está en todas nuestras actividades cotidianas. ¿Por qué no en nuestras experiencias médicas?.
Las aplicaciones digitales para pacientes pueden dar acceso a los resultados de las pruebas, la reposición de recetas, las citas de seguimiento, el pago y la información médica.
¿Sustituirá la tecnología a los médicos? Respuesta: no, potencia el valor de su trabajo
A algunos les preocupa que la tecnología se utilice para sustituir a los médicos, pero puede hacer lo contrario. La tecnología puede llevar a los pacientes y a los médicos a donde necesitan estar más rápidamente; es un facilitador, no una barrera. La tecnología también puede mejorar mucho la seguridad.
Un robot de farmacia de dosis unitarias, por ejemplo, envuelve individualmente la medicación y la hace llegar a la cabecera del paciente mediante un código de barras, lo que reduce la posibilidad de que se produzcan errores humanos.
Otro ámbito en el que la tecnología puede ser enormemente beneficiosa tanto para los pacientes como para los cuidadores es la medicina virtual. Y, de hecho, así lo hemos visto durante los meses de confinamiento, con una explosión en los servicios de telemedicina.
Este vídeo de Daniel Kraft nos ayuda a comprender por qué todos acabaremos llevando un médico en nuestro bolsillo, o al menos, le daremos tanta información de calidad a nuestros médicos, que los tratamientos serán más efectivos, más humanos y, en definitiva, mejores.
¿No sería maravilloso ofrecer consultas virtuales con los mejores especialistas del mundo? Obviamente, el enfoque virtual tiene un límite cuando se trata de un tratamiento, pero la combinación de una cita virtual inicial con una red hospitalaria mundial y el acceso instantáneo a los registros electrónicos ofrece una flexibilidad increíble para el paciente.
En muchos sentidos, el futuro de la sanidad supondrá una vuelta a los puntos fuertes de las ‘antiguas versiones’ de la medicina. Con proveedores que atienden a los pacientes en sus casas, aunque sea virtualmente, y los siguen durante toda su vida. Esto permitirá una atención personalizada y equitativa, estando siempre al lado del paciente en su momento de mayor necesidad de empatía.