El Shogun del Emperador japonés llega cabalgando a un pequeño poblado. Se queda fascinado al ver en todos los lugares —techos, puertas, árboles— un blanco con una flecha clavada exactamente en el centro. “Aquí debe haber un arquero excepcional” se dice y pregunta para llevárselo a la corte. Finalmente encuentran un niño que confiesa: “Yo disparo primero la flecha, después dibujo un círculo a su alrededor”.

Primer Zasca: Fíjate en el desarrollo como persona, no en el rendimiento

En Occidente medimos la competencia directiva por el rendimiento, por la capacidad de alcanzar unos objetivos ambiciosos de crecimiento continuo. En la cultura Oriental en cambio se valora la madurez personal. Esa capacidad de estar presente, realizando una actividad con mimo, sea la que sea, disfrutando con ella.

Estas son algunas de las perlas de “The Cutting Edge: el Arte Marcial en los Negocios”, recientemente publicado por el holandés Djorn Aris. Apoyándose sobre su larga experiencia con el sable Samurai, nos ofrece una síntesis de lecciones empresariales para Occidentales. No tiene desperdicio su acumulación de referencias, frases y aportaciones de todo tipo.

Segundo Zasca: Trabajo en Equipo vs. mérito individual.

En Occidente se nos educa, desde el colegio para el esfuerzo y el mérito individual. Las notas y los elogios son individuales. En un examen de universidad, el trabajo colectivo se llama copiar y es castigado severamente.

En Oriente predomina el trabajo en equipo. Esta actitud ante el trabajo proviene del cultivo del arroz. Sólo el 20% del terreno de Japón es apto para su cultivo. Se impone, por tanto, una forma colectiva de aprovechar organizar y aprovechar las pendientes.

Ikuri era un sabio Abad en Korewa, un monasterio de la región de Edo. Un día el Gobernador de Edo decidió visitarlo. Al llegar, presentó su tarjeta de vista “Dacho, Gobernador de Edo”. A lo que Ikuri respondió: “No quiero ver a este hombre, decidle que se retire”. Cuando el sirviente se lo comunicó a Dacho, entendió. Es culpa mía. Y tachó de su tarjeta su nombre, dejando únicamente. “Gobernador de Edo”. Sólo así Ikuri accedió a recibirlo.

Tercer Zasca: No crezcas demasiado

El Bunsha (literalmente, dividir las compañías) es un método de gestión japonés ideado por Sakai & Sekiyama cuando construyeron su emporio. En él se considera que existe un número objetivo máximo de empleados que se pueden gestionar adecuadamente. El número se deriva del máximo número de personas con las que nos podemos relacionar personalmente: 150.

A partir de este número, la empresa debe encontrar fórmulas para dividirse en unidades funcionales más pequeñas, que contengan los apoyos funcionales necesarios.

Una compañía jamás debería llegar a ser tan grande que su actividad principal sea conservar su status quo. ¿Qué tipo de líder querría guiar a mil empleados desconocidos o fabricando productos sobre los cuales no tiene idea de cómo funcionan?

Cuarto Zasca: El jefe se desentiende de la operación

En la política, el deporte, la empresa asociamos liderazgo a quién destaca por encima de los demás. El concepto Oriental es distinto, plantea entrenar a líderes centrados sólo en la visión de la compañía, que luego enseñaran a otros. Esto significa que no necesitan tener conocimiento especial sobre el producto; para ello está el resto del personal. Su función será conocer ese personal.

Gestión y Liderazgo son dos nociones muy a menudo malinterpretadas. Mientras la gestión está esencialmente involucrada en la administración de procesos, el liderazgo consiste en liberarse de eso.

Un buen líder conoce las virtudes de cada miembro del personal; concede tanta responsabilidad como sea posible y crea una atmósfera de libertad. Pieter de Man, un alto cargo de KLM, en un discurso corporativo citó uno a uno los nombres de los asistentes. Seguro que ninguno lo olvidará.

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