Una pequeña muestra más de qué es innovación y cómo puede mejorar la vida de todas las personas. La empresa Vision Smarts, situada en Bélgica, ha desarrollado una aplicación gratuíta para el iPhone que permite escanear con dicho dispositivo cualquier libro para comprobar su precio en otras tiendas o incluso para ver su disponibilidad en la biblioteca pública más cercana.
Para ello es necesario que tanto las librerías y bibliotecas mantengan su catálogo mediante el sistema WorldCat, lo cual hace que la disponibilidad del servicio no se encuentre todavía en todos los países.
Las reflexiones posibles tras este tipo de noticias son muchas, pero hay un factor común a todas ellas: la importancia del tamaño de mercado a la hora de arriesgarse a desarrollar un nuevo producto o servicio, e incluso a innovar en un proceso productivo. Tanto la cantidad de aplicaciones desarrolladas para el idioma inglés como las aplicaciones de uso exclusivo en EEUU desborda por completo el número de aplicaciones disponibles en España. Ello es la prueba de que gran parte del crecimiento económico se debe a la actuación intencional de agentes que introducen nuevos productos y procesos para apropiarse de las rentas cuasimonopolísticas (al menos, temporalmente) que éstos producen: toda innovación nace, por definición, sin competencia. Y el principal factor del que depende la rentabilidad esperada es el tamaño de mercado, considerando en este concepto tanto la población como la renta per cápita de tu propio país y del resto del mundo.