La verdadera innovación aún es escasa en el mundo empresarial. Todo el mundo habla de innovación, pero la mayoría de los planes de negocio que veo en realidad están trazados con un “pensamiento lineal”, es decir, una red social con más funciones, otra app para el smartphone, u otra plataforma más para acelerar el comercio electrónico. Pero los grandes cambios históricos y grandes éxitos no suelen proceder de este pensamiento lineal.
¿Qué se necesita para hacer transformaciones más dinámicas? Me gustan las recomendaciones del nuevo libro de Rajiv Narang y Devika Devaiah, “Orbit Shifting Innovation”. Una obra donde se resumen veinte años de análisis de vanguardia e investigación en el ámbito de la estrategia de la innovación llevada a cabo en compañías globales, grandes y pequeñas, que incluyen a Unilever, Walt Disney, Intel y Savola.
Ellos definen el “cambio de órbita” (Orbit-shifting) como algo que ocurre cuando un área que está madura se encuentra con un innovador que quiere crear historia, y lo siguen. Esta innovación crea una especie de nueva órbita. Comenzando con el Macintosh, Apple logró esto una y otra vez, transformando la vida de millones de personas, con Steve Jobs al frente.
Cada emprendedor o empresa que conozco tiene la intención de crear una nueva órbita. Pero hay una gran diferencia entre la intención de crear una nueva órbita cambiante y los resultados realmente conseguidos. Según Narang y Davaiah, las personas que logran resultados reales de innovación parecen exhibir un conjunto de actitudes y motivaciones:
1.- El crecimiento personal se relaciona con la magnitud del desafío, y no tanto con el “tamaño del reino”. Lo que motiva a los verdaderos innovadores es un reto emocionante, no tanto el número de personas que dependen de ello. El “tamaño de la diferencia” que están creando es más inspirador que el tamaño de su compañía. Disfrutan saliendo de la zona de confort y en lo desconocido.
2.- La nueva dirección es el desafío, no el destino. El reto es el vehículo que usan los verdaderos innovadores para lograr sus transformaciones y no un objetivo de rendimiento. Se centran en la creación de su legado, no en la protección del mismo. Ignoran los fracasos y están constantemente buscando la manera de progresar. Tratan los comentarios hacia sus innovaciones como evaluaciones de desempeño.
3.- Transmiten fuerzas para atraer recursos y energías hacia sus proyectos. Los verdaderos innovadores empiezan por cuestionarse el orden mundial en lugar de adaptarse al mismo. Comienzan enfrentándose a las fuerzas que resisten la llegada de algo nuevo, en lugar de adaptarse a ellas. Fuerzas que implican cambios en la forma de pensar, de organizarse, del concepto industria, país e incluso la cultura.
4.- Los nuevos conocimientos provienen de la búsqueda de preguntas, no de respuestas. Tienen una mentalidad de descubrimiento, y hacen preguntas que marcan la diferencia. Son buscadores de valor, en cada experiencia, en cada conversación. No buscan recetas, buscan nuevas posibilidades.
5.- Los accionistas deben estar conectados con la nueva realidad. Tienen que ser punta de lanza en la adopción o, incluso, copropietarios en la idea que crea una nueva órbita. Primero siguen a su corazón, asumiendo que luego la mente les acompañará. Buscan gente interesante, que expresen abiertamente sus dudas y, a continuación, colaboran para abordarlas.
6.-Trabaja desde el reto hacia atrás, no desde tus posibilidades hacia adelante. Para estos innovadores superar los obstáculos consiste en no distraerse (no diluirse), no transigir. Su forma de pensar no es «si … entonces» sino «como … de qué manera”. Convierten problemas en oportunidades y a menudo la idea original crece más de lo que se prometía al inicio.
En general, lo que hace a estos innovadores diferentes es su modelo mental, son románticos en cuanto a la visión pero muy realistas/pragmáticos para la ejecución. Esperan desafíos, retos, y afrontan bien la llegada de problemas. Los afrontan con cabeza, saben cómo manejarlos y seguir adelante. A la mayoría de nosotros nos pasa lo contrario, somos pragmáticos o realistas en la visión y románticos en la ejecución.
Los emprendedores y startups están en la mejor situación para tratar de encontrar y ejecutar innovaciones que permitan generar otra órbita y, por tanto, alejarse del pensamiento lineal. Una startup no tiene que empezar por superar las dificultades asfixiantes de tener una gran compañía con una organización ya creada (establecida) y cargada de productos/servicios. Ésta es una de las razones por las cuales las grandes compañías tienden a “comprar” startups innovadoras y no tanto crear la innovación de forma interna. La pregunta que debes hacerte es, ¿está tu startup focalizada en la creación de una nueva órbita innovadora o simplemente está asentada en un pensamiento lineal que los accionistas no te van a comprar?
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