El camino hacia el Lean Startup

El camino hacia el Lean Startup es otro bestseller de Eric Ries. Se convirtió en el padre del Lean Startup, una forma de diseñar y crear negocios cuando aún son un experimento, cuando todo está por validar, cuando la incertidumbre es máxima. Ha revolucionado la forma de entender y de avanzar en la creación de jóvenes compañías que pueden (y lo hacen) transformar el mundo.

Eric Ries
Eric Ries

Reseña del libro El camino hacia el Lean Startup

¿Quieres ser una empresa moderna? Atrapa las ideas de Eric Ries en El camino hacia el Lean Startup

El camino hacia el Lean Startup es otro bestseller de Eric Ries. Se convirtió en el padre del Lean Startup, una forma de diseñar y crear negocios cuando aún son un experimento, cuando todo está por validar, cuando la incertidumbre es máxima. Ha revolucionado la forma de entender y de avanzar en la creación de jóvenes compañías que pueden (y lo hacen) transformar el mundo.

En El camino hacia el Lean Startup se propone explicar cómo esa forma de hacer, de crear negocios, experimentar, ser ágiles y gestionar la incertidumbre máxima puede ser la energía que necesitan las empresas ya consolidadas en el mercado, para mantenerse jóvenes, protagonistas, vivas.

Crear una empresa es más fácil que crear una empresa moderna. Crear una empresa es más fácil que crear una que innova de forma continua. Mantenernos en el mercado, sin que nos sacudan a la primera de cambio, es una asignatura pendiente, donde no existen fórmulas, ni manuales universales.

¿Qué podemos aprender del Lean Startup? ¿Qué pueden aprender las grandes empresas o las empresas consolidadas de las jóvenes que arrancan casi sin dinero, con talento, con incertidumbre y planes que se incumplen ante cualquier contacto con el cliente? Pueden aprender mucho. De hecho, ahí está la semilla de la transformación y re-fundación continua de una empresa.

Eric Ries está arrasando entre las mentes de las empresas más punteras del mundo en Estados Unidos, y está ayudando a introducir un nuevo paradigma del management

 

Junto a José Antonio de Miguel, he escrito el prólogo de esta joya de libro, y también hemos entrevistado al propio Eric Ries.

Compartimos en exclusiva algunas lecciones que hemos elaborado para escribir el prólogo.

Las empresas se oxidan y sus modelos de negocio caducan. Parece una ley física. Y aún no se ha encontrado el lubricante adecuado para evitarlo. Ni la fórmula de la eterna juventud. Sin embargo, estamos cada vez más cerca, y Eric Ries se va a convertir en el Elvis Presley de la transformación continua de las organizaciones para conservar su frescura y sostenibilidad.

El camino hacia el Lean Startup, sin duda, se va a convertir en el equivalente al álbum de Elvis que pasará a la historia —en este caso de la gestión empresarial—, y que no podremos dejar de escucharlo —leerlo, consultarlo, pensarlo e inspirarnos.

… los clientes no piden permiso para cambiar de marca, simplemente lo hacen. La competencia no se mantiene quieta mientras actúas, reacciona y trata de hacerlo mejor que tú. Además, siempre hay mucho talento distribuido por el mundo para buscar soluciones nuevas a problemas nuevos, y también viejos, y desplazar a quien sea en el mercado que sea. Y qué decir de los empleados, las organizaciones a medida que van creciendo se van «deshumanizando», y esto se está convirtiendo en el centro de todo envejecimiento empresarial, de su oxidación y el caldo de cultivo para enfermedades.

No hay duda, toda gran organización quiere a las personas más formadas, con más experiencia y a quien tiene «hambre» por saber más y llegar más alto. Así se han construido las más grandes, emblemáticas e innovadoras organizaciones desde el siglo XX.

Eric Ries ha encontrado la forma de crear nuevos caminos llevando su metodología Lean Startup —su primer libro que abrió toda una línea de pensamiento mundial para crear en contextos de alta incertidumbre— al corazón de las empresas ya establecidas, burocratizadas, con todos sus caminos hechos y, en principio, inamovibles. El camino hacia el Lean Startup, el libro que tienes en las manos, te enseña cómo hacerlo.

La transformación continua de una organización necesita de una inyección de nuevos procesos que permitan colocar la creatividad, el talento, la inspiración, la imaginación —y por supuesto los demás procesos— en el ADN, en la cultura, en la forma de operar, interaccionar y crear. Es el corazón que bombea oxígeno renovado y de calidad. Existe una gran diferencia entre tener o no trabajadores que ante un problema actúen, vean una oportunidad de mejora y no esperan a que le digan qué es lo que tiene que hacer. Entre tener o no empleados que están a la caza de grandes ideas para desafiar lo que tienen entre manos en su día a día, y mejorar con ello toda la organización. 

Sólo se puede construir algo grande y sorprendente cuando las personas asumen su trabajo con vocación, como una forma de establecer una diferencia positiva en el mundo. «En una organización donde prima la pasión, los empleados no están presentes sino comprometidos» como diría Gary Hamel.

El Camino hacia el lean startup está estructurado en cinco principios filosóficos que se van desgranando a lo largo del libro, aportando ideas, método y, sobre todo, combustible intelectual sobre el cual crear nuevas organizaciones. La esencia de esos cinco principios es:

  1. La innovación debe ser continua. Crecer a largo plazo requiere algo muy distinto a lo que estamos acostumbrados. Implica crear las capacidades necesarias para generar descubrimientos de manera reiterada, aprovechando la creatividad y el talento de todos los niveles de la organización.
  2. La startup debe ser la nueva unidad de medida de una gran organización ya constituida. Eric Ries la define como «la unidad atómica de trabajo». Todas las empresas necesitan equipos capaces de experimentar. Y nada mejor para lograrlo que crear startups internas, y dotarlas de un sistema de apoyo, gestión y recursos. Esto no se puede hacer sin poner patas arriba las estructuras organizativas habituales.
  3. Al incorporar startups al ecosistema institucional, éstas deben ser gestionadas de un modo que eche por tierra las técnicas tradicionales. La mayoría de las organizaciones carecen de una de las disciplinas centrales, el espíritu emprendedor, y en cambio es tan decisivo para el éxito futuro como el marketing o las finanzas.
  4. Llevar a cabo un cambio tan profundo en la estructura de una organización es como volver a nacer, al margen de que tenga una antigüedad de cinco o cien años.
  5. La transformación continua es tu aliada, es la capacidad para reescribir el ADN de la organización en respuesta a nuevos y diversos desafíos. Transformarse una sola vez y creer que con eso es suficiente es un error, un terrible error.

Sobre estos principios filosóficos se asientan una serie de ideas que van a «chirriar» en las mentes más tradicionales de la gestión empresarial. Déjanos que te rescatemos sólo algunas:

  • Primera, la gran pregunta que fluye durante toda la obra: «¿Podríamos utilizar las técnicas Lean Startup para evitar que nuestras organizaciones caigan en el letargo y la burocracia a medida que van creciendo?». La respuesta es un contundente sí, pero requiere una nueva forma de pensarse y de hacer las cosas.
  • Este libro es el descubrimiento de cómo «la gestión tradicional y la gestión emprendedora pueden funcionar juntas». Se trata de adoptar un proceso de transformación de la estructura organizativa a fin de avanzar hacia un método de trabajo más eficiente e iterativo.
  • Eric Ries le hizo una pregunta tan sencilla como demoledora al CEO de General Electric, y después de saber la respuesta siguió haciendo la misma pregunta a muchas otras empresas. Piénsala y si tampoco tienes respuestas, ¡empieza a trabajar!: «Si yo eligiera un empleado al azar de cualquier nivel, departamento o región, y ese empleado tuviera una idea absolutamente brillante que abriera una fuente de crecimiento radicalmente nueva, ¿qué tendría que hacer para llevar su idea a la práctica? ¿Dispone la empresa de las herramientas de gestión necesarias para ampliar esa idea a fin de que genere el máximo impacto, aun cuando no se ajuste a ninguna de las líneas de negocio actuales? Eso es lo que hace una empresa moderna: aprovecha la creatividad y el talento de todos y cada uno de sus empleados».
  • Quédate con la definición de empresa moderna, y grábala: «La empresa moderna es aquella que tiene la capacidad de fabricar productos de alta fiabilidad y calidad, pero también de descubrir nuevos productos para su fabricación. Una empresa moderna es aquella donde todos los empleados tienen la oportunidad de ser emprendedores. Una empresa que respeta a sus empleados y sus ideas a un nivel fundamental. Una empresa moderna es disciplinada y rigurosa en la ejecución de su actividad principal —sin disciplina la innovación no es posible—, pero también se vale de un conjunto complementario de herramientas de gestión emprendedora a fin de abordar las situaciones de incertidumbre extrema».
  • El talento, el futuro, las buenas ideas, en definitiva, el espíritu emprendedor de una organización, fomenta conflictos. «Muchas startups internas se han creado de manera deliberada para cuestionar prejuicios y dogmas». Esto también duele, sobre todo cuando las empresas crecen y quieren hacerlo en entornos predecibles, sin conflicto y sin cuestionarse nunca el statu quo. Pero esto es un arma de destrucción masiva de futuro y creatividad.
  • «Nadie se convierte en emprendedor por el hecho de que en la sede central le asignen ese papel. Las buenas ideas surgen en lugares inesperados». Hay que dar espacio, oxígeno, crear incentivos, fomentar vocaciones, y hacer que aflore el talento en cualquier momento, y a partir de ahí crear los mecanismos para gestionarlos.
  • Piensa en grande. Empieza poco a poco. Crece deprisa.
  • Lo importante es el equipo. Pero nunca olvides que «los equipos pequeños ganan a los grandes».
  • El equipo tiene que poseer una extraordinaria capacidad de adaptación: «es prácticamente imposible que se instale la burocracia cuando cada persona responde directamente ante los demás».
  • La escasez es vida y foco: «Si crees fervientemente en la misión pero careces de los recursos necesarios para desarrollarla en todos sus aspectos, estás obligado a enfocarte». Pero lo importante es validar: «el dinero es vuestro, pero no obtendréis ni un centavo más si no demostráis aprendizaje validado».
  • «Los equipos pequeños hacen hincapié en la reutilización de la tecnología existente y el ensamblaje de productos a partir de componentes preexistentes». Hay mucho conocimiento sobre el que trabajar, para re-utilizar, pensar y construir. Y para ello hay que crear startups «intrínsecamente interfuncionales».
  • «Todos los proyectos empiezan por el cliente». No se puede construir nada de valor si no se coloca el cliente en el centro de todo y se llega a él lo antes posible para validar qué necesita y cómo se lo vamos a ofrecer de forma diferencial.
  • Meritocracia: «las buenas ideas están en todas partes, y las personas deben recibir recursos y atención en función de sus talentos, no de su estatus».
  • «Sin visión no hay pivote. La visión es la parte no negociable de la misión del equipo. La veracidad de esta afirmación se sustenta en la definición misma de pivote: un pivote es un cambio de estrategia sin cambiar la visión».
  • «El hecho de que la innovación se caracterice por la descentralización y la imprevisibilidad no implica que no pueda gestionarse»
  • «La innovación sin restricciones no es una ventaja: la tasa de mortalidad de startups es excepcionalmente elevada para los proyectos que reciben exceso de financiación, con numerosos ejemplos nefastos».
  • «La gestión emprendedora constituye un marco de liderazgo creado específicamente para hacer frente a la incertidumbre del siglo xxi. No reemplaza a la gestión tradicional». Porque sin un liderazgo fuerte no es posible emprender el camino hacia el lean startup».

Todas estas ideas sobre las que trabajar son muy sólidas y tienen un gran trasfondo. Piénsalas un minuto y después adéntrate con espíritu crítico y toda tu capacidad para absorber El Camino hacia el lean startup, crear conocimiento y aplicarlo a tu organización, da igual que seas una ONG, una empresa o una administración pública.

La transformación continua de las organizaciones es la forma para hacerlas útiles, humanas, adaptables, resistentes y el camino para que hagan contribuciones excepcionales en el mundo. La tarea es necesaria y urgente, pero también apasionante. ¡Adelante!

 

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    Javier García