Habida cuenta de la velocidad de los cambios que vivimos en el siglo XXI, se da por entendido que innovar se ha convertido en una necesidad en el ámbito empresarial. Lo que os presento a continuación no es un proceso monolítico, sino que se trata de los ocho componentes de la metodología de proyecto que utilizamos en Innobarista, como consultores de creación y desarrollo de nuevos productos y servicios.
Iniciación: somos conscientes de que innovar exige tanto una mentalidad creativa como un entorno abierto a soluciones diversas, pero siempre empezamos haciéndonos las siguientes dos preguntas:
- Cuál es el valor, la motivación o las razones que justifican el arrancar el proyecto.
- Qué es lo que se espera y como se definen tanto los resultados como el éxito del proyecto.
Es importante entender que cualquiera que sean las hipótesis iniciales, lo más probable es que no sean necesariamente las mismas que encontraremos al final del proyecto. Lo cierto es que innovar exige no solo la habilidad y el compromiso de emprender algo nuevo, sino que también el descubrir y saber navegar rutas insospechadas.
- Entregas: definición de la visión, los objetivos y requerimientos de proyecto preliminares. Formación del equipo multidisciplinar y las reglas de compromiso de trabajo.
Investigación: en el transcurso del proyecto nunca dejamos de explorar las tendencias, los cambios paradigmáticos y las paradojas que estos puedan conllevar para prever oportunidades de futuro.
Las materias de análisis cubren no solo aspectos directamente o indirectamente relacionados con el objeto del proyecto, ya que también incluyen conceptos de carácter tangencial y soluciones análogas provenientes de otros campos.
- Entregas: mapa de oportunidades de futuro así como la identificación de omisiones y limitaciones de proyecto. Sumario de informes y lista de expertos en los ámbitos empresarial y académico.
Inmersión: consideramos imprescindible el involucramos directamente en el estudio de la experiencia de usuario a través de la práctica del “dogfooding”, es decir, vivir y entender las necesidades y deseos del consumidor en primera persona y, así pues, las implicaciones de nuestras propuestas.
También aprendemos de los mismos consumidores a través de estudios etnográficos que nos permiten observar, identificar y documentar experiencias de usuario y casos de uso en su contexto real. De esta manera, analizamos la utilidad, socialización y valor económico del producto o servicio en cuestión en diferentes sectores del mercado. Cabe resaltar la importancia de “lead users”: usuarios avanzados cuyos comportamientos pueden anticipar nuevas tendencias y soluciones a problemas cotidianos.
- Entregas: proposición de valor, casos de uso y la calidad de la experiencia de usuario.
Ideación: entendiendo que existen diferentes soluciones alternativas para cada problema, y qué buenas ideas pueden generarse en cualquier momento y lugar así como las procedentes de cualquier persona, siempre tenemos presente la necesidad de actualizar el catalogo de conceptos que manejamos en cada proyecto. Además consideramos los siguientes factores técnicos para generar nuevas propuestas de valor:
- Sistemas en uso y el impacto de la introducción de nuevas tecnologías.
- Tecnologías específicas y su integración en sistemas completos, cuyo valor es superior al del conjunto de las partes individuales que lo componen.
- Tecnologías de carácter abierto a la participación externa.
- La necesidad de convertir lo que en principio puede resultar técnicamente complejo en simple, adaptable y eficiente.
Después de analizar los pros y los contras de cada propuesta, buscamos las diferentes combinaciones que puedan resultar de la polinización de soluciones que eran en principio consideradas alternativas.
- Entregas: selección de propuestas, análisis comparativo y prioridades en base a indicadores de naturaleza cuantitativa y cualitativa.
Invención: este método nos lleva a la definición de nuevas tecnologías, aplicaciones, procesos, modelos de negocio que dan lugar a productos y servicios innovadores.
- Entregas: invenciones.
Incubación: se trata del desarrollo rápido, testeo y calibración de prototipos tanto de alta como de baja fidelidad, que permiten experimentar e investigar las ventajas y desventajas de soluciones alternativas. El objetivo es el de satisfacer las necesidades tanto de nuestros clientes como de sus colaboradores, suministradores, canales de distribución y, por supuesto, de los consumidores.
- Entrega: proyecto piloto.
Innovación: las invenciones se convierten en innovaciones cuando se es el primero en introducir un producto o servicio y los usuarios los adoptan. Mientras que el inventor concibe algo que es nuevo, el innovador es quien consigue ser el primero en aplicarlo con éxito.
- Entrega: estrategia y plan de desarrollo de producto y de negocio.
Modelo iterativo: es crucial el llegar a un entendimiento común con respecto los requerimientos de producto y de servicio mínimos, para innovar con velocidad y establecer la presencia en el mercado sin demoras. El modelo de innovación iterativa consta de una hoja de ruta flexible, que posibilita la incorporación de mejoras de una manera continuada.
Este artículo es una adaptación de “The Eight Eyes of Innovation” (Los Ocho Ojos de la Innovación) cuyo título juega con la similaridad fonética entre la letra “i” y la palabra “eye” en la lengua inglesa. También se da la circunstancia de que nuestra metodología de trabajo consiste en 8 componentes caracterizados por el modelo iterativo de innovación, lo cual simbolizamos con el símbolo de infinito.
J. de Francisco, Innobarista Inc.