Si buscas una referencia a la hora de conocer la tarea compleja de emprender y consolidar una empresa; si necesitas pensar en los condimentos necesarios para crear valor en Internet como firma y lograr financiación; si quieres conocer los consejos de una persona que pueda tomar la temperatura a la cultura emprendedora y la capacidad de crear un ecosistema fuerte y sostenible… esa persona es Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña. Su libro “Ha llegado la hora de montar tu propia empresa” (Editorial Deusto) se ha convertido en una referencia obligada. Su carácter emprendedor, inversor y escritor, combinados con su juventud, convierten a Alejandro en un persona de sumo interés para los lectores de Sintetia.
..: ¿Cuándo supiste que te había llegado la hora de montar tu primera empresa? Mientras estaba estudiando en la universidad trabajaba en una cadena de emisoras de radio. Yo ya había sido emprendedor, había tenido varios negocios que había compatibilizado con los estudios. Decidí montar mi primera empresa en Internet con 18 ó 20 años. Era en el momento en que llegaba Internet y parecía la evolución lógica de medios de comunicación como la radio, que era lo que me gustaba y a lo que me dedicaba. Así que me lancé y monté mi primera empresa. En aquel momento no sabía lo que era emprender, lo que era el mundo de la empresa y simplemente vi una oportunidad en todo aquello nuevo que llegaba y me lancé por mi cuenta.
..: Recientemente he participado en un trabajo de investigación en el que teníamos como objetivo analizar la “mortalidad” empresarial. En él pudimos contrastar que (i) emprender porque te has quedado sin empleo “y no sabes qué hacer”, o (ii) emprender sin la formación adecuada o sin tener una buena experiencia laboral (profesional) previa… suele aumentar significativamente la probabilidad de fracasar. En cambio, nos hablan de emprender a todas horas y por todos los medios, ¿hay mitos respecto a esta tarea de emprender? ¿Hay “verdades” ocultas que nadie cuenta y que sólo las conoces cuando emprendes?
Lamentablemente es cierto, se está fomentando el espíritu emprendedor por necesidad, por la cantidad de personas que hay en el paro, que es lo que hace que mucha gente tenga que buscarse un trabajo, que le gustaría tener por cuenta ajena, en primera persona. Están aumentando los emprendedores por necesidad, cuando antes eran en un 90% emprendedores vocacionales, como los fundadores de Google en Estados Unidos o Amancio Ortega en España. Ahora la gente no busca tanto esos sueños como resolver primeras necesidades. No obstante, sí creo que es un buen momento para lanzar un proyecto. Las administraciones intentan fomentarlo y hay un alto número de ayudas interesantes que se pueden aprovechar. Sobre todo, en momentos de crisis, el tiempo va mucho más lento y no hay muchas más opciones.
Antes, abandonar un trabajo por cuenta ajena para lanzarse a emprender era un riesgo y ahora hay cinco millones de personas que no tienen esa dicotomía, que no tienen un buen trabajo por cuenta ajena y para las que el riesgo es mucho menor. La otra posibilidad es estar esperando que se reduzca la lista del paro y empiecen a surgir puestos de trabajo, pero el empleo va a tardar unos tres o cuatro años a volver a estar a los niveles de 2006. Entonces, toca esperar o lanzarse. Es una buena oportunidad ahora mismo. No hay secretos, lo importante es poder ver qué necesidades puede tener el sector y qué necesidades se pueden cubrir. La ventaja que tenemos en España es que vamos muy por detrás de países como Estados Unidos, Alemania o Francia. Creo que, de alguna manera, hay que observar muy bien el mercado y ver las posibilidades de hacer cosas que están funcionando en otros países e intentar aplicarlas.
..: España se encuentra mal situada, según el último Global Competitiveness Report, en indicadores como innovación, dinamismo empresarial, educación, equipamientos e inversiones en TIC o desarrollo tecnológico. ¿Cuáles son las barreras sociales, institucionales o culturales más importantes en nuestro país? ¿Cuáles impiden obtener mejores resultados?
Como bien dice el estudio, hemos mejorado en competitividad, pero estamos muy mal situados en la tabla y acercarnos al puesto 29 alcanzado en 2009 parece una utopía a corto o medio plazo. No debemos de dejarnos engañar, las décimas que hemos subido en este último informe vienen más del mal trabajo realizado por otros países que por nuestros avances. Estamos muy lejos de nuestros países de referencia, donde debemos analizar nuestras debilidades, especialmente en los aspectos laborales, macroeconómicos y financieros. Aquí nos da miedo asumir riesgos. No es algo sólo español, sino muy especialmente mediterráneo; en países como Grecia o Italia también sucede. Los americanos enseñan el “no pain no gain” (sin dolor no hay ganancia) desde las escuelas, pero aquí nos da tanto miedo fracasar que no asumimos riesgos. Las instituciones públicas tienen también una gran parte del problema encima de sus mesas, cientos y miles de buenos proyectos que buscan financiación y no la encuentran. Desgraciadamente, estamos a años luz de países como Reino Unido. Allí todo son facilidades a la hora de montar una empresa. Tanto sociales como por parte de la administración. En nuestro país ocurre todo lo contrario.
El emprendedor o empresario está mal visto, es un potencial explotador. España prima el espíritu del funcionario antes que el de emprendedor, y eso, camino de los 5.000.000 de parados, no es una opción de cambio de tendencia. La única solución que el gobierno se ha planteado respecto a las empresas ha sido reunirse en el pasado con los 20 grandes empresarios, que a la larga son los que menos puestos de empleo generan en nuestro país. La solución está en potenciar y apoyar la creación de pequeñas y medianas empresas para crear empleo. Pero en lugar de eso todo son trabas administrativas y burocráticas.
..:En una entrevista anterior, le preguntaba a Javier Martín acerca de la creencia tan extendida, y preocupante, de que “en España empresas como Google, Facebook o eBay no encontrarían financiación”. ¿Tenemos un tejido financiero sensible a nuevos proyectos tecnológicos, sensible a invertir en Internet y en apostar por proyectos jóvenes?
Viendo especialmente los ejemplos americanos, pero también franceses, alemanes, ingleses, japoneses y de los países nórdicos, me pregunto dónde está en España la Universidad en el campo de alentar emprendedores y en ser la cantera de negocios de nuevas tecnologías. De empujarles, formales, encontrarles socios industriales que apoyen y validen el proyecto. Hay universidades españolas, como la Universidad Politécnica de Madrid, que llevan un gran camino recorrido, alentando día a día a los emprendedores, pero solo es una excepción. Debemos generalizar el apoyo a los proyectos que nazcan desde la Universidad, que allí se rueden y se validen. Y que los que vayan saliendo adelante y sean interesantes cuenten con un apoyo interno de contacto con socios industriales, Business Angels y empresas del sector. Que tengan acceso a financiación y a inversores, pero también con involucración de gente relacionada con el mundo universitario, que sirve como filtro y validación de la idea.
A mi, si me llegase un proyecto de tecnología interesante, visado desde una Universidad española de prestigio, con recorrido dentro de ella, y habiendo pasado filtros serios y saliendo adelante con visos de viabilidad, esa serie de filtros me animarían más a apoyarlo e invertir. Me preocupa realmente este tema, ya que, desde hace muchos años, veo como una actividad en las principales universidades internacionales se deja aquí en un segundo plano, no conozco ningún Business Angel que participe activamente con alguna universidad pública o privada, apoyando y validando proyectos con ella en esa segunda fase. Pocos o muy pocos proyectos de Internet y tecnología que hayan triunfado salen desde la Universidad. Si el nuevo Google no se hubiera gestado en las aulas de Stanford, sino en las de la Complutense, nadie le habría apoyado si la universidad no es la primera que creyese en el proyecto. Desde que tengo memoria, ninguno de los diferentes planes de negocio de nuevos proyectos me ha sido remitido directa o indirectamente por una Universidad. Ninguno de los que me ha llegado por otras vías ha contado nunca con el apoyo o ha estado visado por ninguna Universidad pública ni privada. Podemos limitarnos a ir a la Universidad cuando nos invitan a dar una charla, o que el tema de verdad sea proactivo y bidireccional como debería. A mi entender, aquí hay algo que falla.
..: ¿Qué recomendarías a un equipo de emprendedores que tiene una buena idea o proyecto entre manos y que requiere de financiación para desarrollarlo? ¿Qué pasos tendría que seguir o cuales consideras que son los “ideales”?
Lo primero es tener claro que nadie les va a regalar un euro. Suena cruel, a algunos hasta les parecerá una provocación, pero es lo que hay ahora. La solución pasa por aceptar el momento y adaptarse. El dinero es cobarde y la situación es difícil, el escenario ha cambiado y va a estar mucho más caro conseguir dinero. Muy gráficamente, yo diría que los buenos proyectos no deberían tener problemas de financiación para crecer y subsistir; posiblemente consigan menos fondos de los que esperan, pero no deberían tener problemas con mayúsculas. Hay pocos fondos y estos se hacen tremendamente selectivos. Los grandes proyectos de tecnología con modelos validados, números emergentes y cierto éxito van a tirar para adelante. Los proyectos de tipo medio tendrán que demostrar que pueden crecer y subsistir sin fondos. A nivel de startups creo que estamos volviendo a un escenario de 10 años atrás. Veo mucho estos días el “no me cuentes que quieres hacer, da los primeros pasos y enséñamelos“.
En este momento es más importante que nunca demostrar que eres emprendedor y poner en marcha con tus medios y cada uno a su nivel tu modelo de negocio, tu portal o tu plataforma tecnológica en marcha de forma sostenida. Francamente, eso no me parece tampoco malo, me parece selectivo; el papel vuelve al papel y tiene más valor que se vea que estás haciendo, que ver qué me dices que podrías hacer. Un pdf o un business plan son lo que son; puro papel, y ya sabemos que el papel lo aguanta todo, pero la crisis actual, no.
..: ¿Qué es más difícil en la España de hoy? ¿Encontrar empresas con modelos de negocio globales y rentables o inversores que quieran invertir en empresas con potencial de tener esos modelos de negocio? Las posibilidades de conseguir financiación se presentan más que negras para emprendedores y empresas.
El pasado 2010 terminó con un cierre de facto de la financiación bancaria, y este año ha continuado por la misma senda, excepto para perfiles de riesgo muy consolidados. Somos conscientes de la práctica inexistencia de inversión privada, y tengo la percepción de que el capital riesgo, que en este escenario gris podría tirar del carro, ni está ni se le espera. Todos sabemos que hay proyectos muy interesantes en el mercado para ser lanzados, algunos podemos entrar según nuestras posibilidades en primeras o segundas rondas, pero a la hora de lanzar internacionalmente un gran proyecto, necesitamos el apoyo del capital riesgo. En España existe un desconocimiento importante acerca de su labor en la sociedad, a la hora de generar conocimiento y empleo.
La creación de empleo en las compañías participadas por entidades de capital riesgo, al margen de la importancia de su valor social, se lleva a cabo a un ritmo de un 15%. Este porcentaje es muy superior al ritmo de crecimiento de las empresas no financiadas, que normalmente no superan el 5%, y es algo que toman muy en cuenta nuestros vecinos europeos, legislando y apoyando en pro del progreso. Pero el capital riesgo se está alejando de las empresas españolas; se ha cerrado a muchos sectores de nuestra economía, aunque afortunadamente no a todos. Sólo se puede dar gracias si nuestros proyectos de inversión se encuentran dentro del sector de productos de consumo, medicina o salud. El crédito bancario, la plena actividad del capital riesgo y la ansiada legislación ad hoc que regule y fomente la actividad de los Business Angel en España serán factores clave que determinen nuestro desarrollo futuro, laboral y empresarial.
..: La política pública estándar en España para el fomento de los emprendedores suele consistir en crear equipamientos públicos para alquilar pequeños espacios y poner personal de apoyo para ayudarte a crear el plan de negocio. ¿Crees que este tipo de actuaciones tiene un impacto real a la hora de emprender? Es decir, ¿influye en la probabilidad de éxito?
Tengo una teoría sobre los Viveros de Empresa. Muchos de los que crean en los ayuntamientos suelen acabar en cosas que son poco trascendentes para la sociedad, pero en una nota de prensa muy bonita y con cierta repercusión. Esto sucede cuando se mezcla empresa con política. Conozco muchos ayuntamientos en España que han creado un edificio de aspecto innovador y con imagen de Vivero de Empresa y que, al final, son cosas totalmente intrascendentes, sin ningún sentido, o peor, que se crean con vistas electoralistas, pero sin un planning de modelo de qué se va a hacer con él. Las Cámaras de Comercio, sin embargo, creo que hacen mejor su labor. En estos casos, los viveros sí que ayudan al emprendedor. Se enfocan en el día después del acto de presentación a la prensa, en la búsqueda de proyectos realistas y con un fuerte potencial de crecimiento. Creo que son los ‘tuertos’ en el país de los ‘ciegos’; aún les queda mucho que hacer, pero actualmente son las que están ayudando a que se vertebre ese tejido empresarial que se ha perdido.
..: Este verano me quedé con una frase realmente interesante, en un encuentro con emprendedores (#eTIE11), que sentenciaba “ideas sin ejecución, pura ensoñación”. Como sociedad ¿crees que damos demasiada importancia a crear una empresa o a tener una idea y no dedicamos el esfuerzo necesario para ejecutarla bien, escalarla y hacerla crecer?
Es tan real como la vida misma, personalmente llevo siempre en la mente la frase “una meta sin un plan, es simplemente un deseo”. Imagino que será la crisis, aunque me gustaría pensar que no sólo es eso, pero encima de la mesa tengo ahora más de 30 business plan diferentes, algunos buenos pero muchos incluso surrealistas. No me parece escandaloso que haya tal búsqueda de dinero, lo que me parece tremendo es llegar a la conclusión real de que muchos de estos proyectos no necesitan dinero realmente, lo que necesitan es ver cuál es el grado de implicación de cada uno de los integrantes de la única forma que existe, por sus actos. Pienso de verdad que dice mucho de un proyecto el haber empezado a andar y no ser sólo un business plan sobre el papel. Es importante ver la capacidad de, incluso sin dinero, empezar a dar forma a un proyecto y no simplemente centrar los esfuerzos del emprendedor en conseguir fondos como fin. Muchas veces no es la idea lo que vale dinero y genera confianza al inversor para entrar a apoyar el proyecto, sino el equipo, la capacidad de desarrollo, su formación y su experiencia. La idea posiblemente esta inventada. Son ideas por moda lo que por desgracia más abunda sobre mi mesa, no proyectos de negocio.
..: Es obligado preguntarte por tu nuevo libro. Sin desvelarnos los secretos, ¿qué nos podrías decir de él?
Es un proyecto en el cual llevo muchos años, y enfocado al 100% los últimos seis meses, apoyado con un equipo fantástico en Estados Unidos y en mis oficinas, para poder ser 110% riguroso en cada una de las palabras que he plasmado. Es un libro muy poco amable con un actor conocido por todos, Google, una empresa peculiar. Nunca he sabido, ni aun hoy sé, si es acertado hacerlo o no, ni qué consecuencias podría traerme. La historia de Google tiene claroscuros, nadie se hace multimillonario sin dejar un reguero de humeantes cadáveres ocultos en los armarios, algo comprensible en el mundo empresarial. Pero hay otras cosas, desconocidas para el gran público, que pueden no ser tan habituales y resultarán sorprendentes. Andy Groove, Consejero Delegado de Intel, lo definió como “una empresa dopada con esteroides, con un dedo puesto en cada industria”; yo añadiría que no solo tiene puesto un dedo, realmente es una garra que aprieta hasta ahogar a grandes y pequeñas compañías. Hablamos de una compañía, Google Ireland Holdings, con sede en las Islas Bermudas, que mediante el uso de técnicas tributarias, destapadas en una investigación de la agencia Bloomberg, reconocen que solo en 2010 han dejado de pagar 3.100 millones de dólares en impuestos en países europeos.
Recuerdo cómo, al comentárselo a un alto cargo del Ministerio de Industria, tal vez con cierta razón me decía: “tienes razón, pero aunque el sistema no sea perfecto, y evidentemente haya que hacerlo más justo y forzar a estos gigantes a cumplir nuestra legislación, ¿no crees que es mejor que tengan presencia en España, aunque sea así?”. Yo tengo mi opinión en este y otros asuntos oscuros de dicha empresa, que plasmo en “Google al desnudo“, basado en un estudio riguroso de miles de documentos, informes y estudios, así como entrevistas con los principales actores del negocio IT.