Hace unos días, escuchaba cómo una madre orgullosa se jactaba de las “buenas notas” que había obtenido su hijo, “especialmente en matemáticas”… ¡Qué inteligente debía ser este niño! Y me hizo pensar en algo que ya sabemos hoy: el modelo de enseñanza que sufren nuestros hijos está dramáticamente obsoleto.
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No sólo por los trágicos errores de someter a los pequeños a un falso paradigma de trabajo individual (estudiamos solos, pero la vida nos examinará en equipo), de recompensa lineal (en la vida real la recompensa estará determinada por múltiples factores, no siempre controlables) y de aprendizaje por asimilación de contenidos (en la vida, serán mucho más útiles las capacidades comunicativas y resilentes que la simple memorización de información). Incluso, lo que entendemos por “inteligencia”, sólo es una aproximación parcial al verdadero concepto de inteligencia.
Grigori Perelman es un matemático ruso, que hace unos años resolvió uno de los problemas más complejos de los últimos años, la llamada conjetura de Poincaré, propuesta en 1904 y considerada una de las hipótesis matemáticas más difíciles de demostrar. Ya a principios de los 80, en la antigua URSS, consiguió la puntuación más alta en la categoría de personas con coeficiente intelectual Mensa.
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En 2002, sorprendentemente, publicó en su web la resolución de la conjetura de Poincaré. En 2006 se le otorgó la medalla Fields (considerada el mayor honor que puede recibir un matemático). Pero la declinó, como el premio posterior de un millón de dólares (Premio del Milenio). No le interesaba, sólo le interesaba abstraerse en la matemática pura. Perelman, un individuo desaliñado, con una extraordinaria potencia cerebral, carece de capacidades sociales. Vive aislado, en un modesto apartamento de San Petersburgo, con su madre enferma, y prácticamente no se relaciona con el exterior.
Hannibal Lécter era el psicópata caníbal protagonista de “El Silencio de los Corderos”. Magistralmente interpretado por Anthony Hopkins, Lécter mostraba una inquietante imagen de hombre extraordinariamente culto, y calculador, capaz de penetrar en lo más profundo de la psicología humana mediante una capacidad de seducción fuera de límites. Con su habilísima conversación y mirada hipnótica, casi consigue seducir una joven Jodie Foster, que está a punto de abrir la jaula donde lo tienen confinado.
Steve Jobs fue el gran genio creativo de nuestra época. Capaz de hallar la perfección en la intersección entre alta tecnología y arte. Capaz de mostrar a sus clientes qué era lo que realmente deseaban, tuvo la habilidad de proyectar Apple por dos veces hasta la cumbre de la industria tecnológica internacional.
Y ahora la pregunta que da título a este artículo: ¿Quién es más inteligente, Perelman, Lécter o Jobs?
Los tres son individuos de extraordinario talento. Para el filósofo José Antonio Marina, el talento es la inteligencia triunfante. Los tres poseen una inteligencia fuera de lo normal. Pero son tres tipos diferentes de inteligencia.
Perelman es el paradigma de inteligencia racional, concentrada en la resolución de problemas analíticos. Es la inteligencia cartesiana. La inteligencia lineal, que sólo ve el árbol y obstinadamente busca la manera de cortarlo. Pero no siempre ve el bosque. Pierde de vista el contexto. La inteligencia experta que mecánicamente conecta grupos neuronales relacionados, para resolver un problema, como un ariete que golpea una puerta hasta derribarla. Éste es el tipo de inteligencia que se ha considerado como válida durante los últimos cuatro milenios. La inteligencia en la que está basada, todavía, el sistema educativo. Por cierto, ¿desearía usted que su hijo fuera un Perelman?
Lécter es un gran ejemplo de inteligencia emocional (en este caso, al servicio de fines perversos). El psicópata sabe jugar con las emociones de Jodie Foster, sabe gestionar las debilidades de su interlocutor en beneficio propio. Mediante una sofisticada conversación, apelando a las partes más sensibles del consciente e inconsciente de su interlocutor, en un diálogo de tanteos y ataques certero a los más íntimo de las aspiraciones, anhelos y sentimientos de Foster, es capaz de manipular a la joven protagonista del filme. Lécter utiliza la inteligencia para seducir. Como un lobo que acosa a su presa, persiste en sus intentos, sin seguir un camino lineal en su razonamiento. Muestra un talento seductor.
Steve Jobs es el gran ejemplo contemporáneo de inteligencia relacional. Jobs relaciona de forma original conceptos prexistentes y aparentemente divergentes, e incluso los mezcla con necesidades latentes (no manifiestas) de sus potenciales clientes. Mezcla tecnología y diseño. Utiliza memorias flash y reproductores MP3 (que ya existían) para lanzar un producto rompedor: el iPod. Rompe las reglas del juego de la tecnología móvil yendo contracorriente: eliminando complejidad tecnológica, incorporando usabilidad. Convierte la electrónica en un concepto bonito. Jobs es un caso de estudio de inteligencia estratégica, creativa (¡toda estrategia de éxito requiere creatividad!).
Según el profesor de UCLA Richard Rumelt, “la buena estrategia es diseño, y el diseño trata de relacionar elementos con el fin de crear un todo coherente”. Jobs conecta conceptos inconexos. Recuerden el excepcional vídeo donde relata su vida (“Connecting the Dots” –conectando los puntos-)
Del mismo modo que toda organización debe saber innovar sistemáticamente y operar eficientemente al mismo tiempo, también debe dotarse de los tres tipos de talento:
(I) el basado en la inteligencia racional: para realizar análisis y diagnosis objetivas, desarrollar tareas operativas y solventar problemas complejos
(II) el basado en inteligencia emocional: para gestionar equipos, liderar de forma carismática, motivar y emocionar individuos
y (III) el basado en inteligencia relacional: para idear nuevos paradigmas, innovar radicalmente, lanzar visiones únicas y generar estrategias rompedoras.
¿Qué tipo de inteligencia tiene usted? ¿La de Perelman, la de Lécter o la de Jobs? Y, ¿cuál quisiera que tuvieran sus hijos?
2 Comentarios
ciertamente el sistema educativo esta obsoleto al considera 1 solo de 7 tipos de inteligencia
En la inteligencia se evalúa parcialmente la inteligencia lógico-matemática y espacial en la materia de matemáticas; la inteligencia lingüística en literatura e ingles; la inteligencia naturista en biología; la inteligencia musical en música; la inteligencia kinestesica en educación física; la inteligencia interpersonal e intrapersonal a la hora de convivir correctamente con compañeros y maestros. En la escuela se reflejan todas las inteligencias.