El deterioro de la política democrática —y de su comunicación, es debido, en parte, al deterioro de las palabras, del lenguaje. Por eso, no es irrelevante ni extraño que, desde la crisis de 2008, los movimientos sociales y políticos, que van desde el 15M, Occupy Wall Street o Ni una menos, hayan explorado el activismo con una fértil renovación del lenguaje y de los formatos.
Estos activismos usan la plasticidad estética de las artes (escénicas, literarias, plásticas, entre otras) para despertar, señalar, conmover y movilizar. De ahí, el nuevo palabro: ARTivismo (arte + activismo)....