Cliente, esa persona que toma una decisión de compra. Una decisión que puede representar a una empresa (negocio B2B) o para sí misma (B2C). Comprar implica pensar y decidir. Pensar supone asumir que una gran batería de situaciones entra en juego. El cliente, al final, es una persona que tiene una necesidad: sufre, vive, se ilusiona, tiene o no expectativas positivas y, no nos olvidemos, tiene muchas alternativas a las que agarrarse. Vender y comprar es algo humano, por mucha tecnología que exista entre ambas acciones.
¿Y por qué te va a elegir a ti? ¿Qué hace que una empresa tenga o no más capacidad para retener clientes que otras?...
Publicaciones de J. Carnegie
Pseudónimo de un directivo inquieto que nos cuenta reflexiones de management desde la profundidad de su trinchera.