Pocas cosas tienen tan mala prensa desde la gran crisis que el mercado, el liberalismo, el capitalismo, la globalización, Europa…, ¡hasta la tecnología! Parece que son los causantes de todos nuestros males y suelen estar en un mismo saco. En cambio, esto es peligroso, sobre todo, porque está dando pie a personajes que tratando de querer defender ‘a la gente’, en realidad, usan ese trampolín para segar libertades, hacer promesas que nunca podrán cumplir, dividir y restar en el mundo.
En las próximas semanas vamos a entrevistar a referencias intelectuales en campos que no están, precisamente, muy de moda, con el objetivo de escuchar argumentos y tratar de contribuir al debate existente. Hoy tenemos a Axel Kaiser (@AxelKaiser) un abogado chileno-alemán considerado como uno de los intelectuales liberales más influyentes de la nueva generación en Hispanoamérica. Analista político, escritor y columnista. Sus reflexiones sobre la libertad invitan a la reflexión.
Axel se doctoró en Filosofía por la Universidad de Heidelberg (Alemania), es director de la cátedra Friedrich von Hayek de la Universidad Adolfo Ibáñez en Santiago de Chile. Es también el director ejecutivo de la Fundación para el Progreso, un think tank chileno de inspiración liberal clásica que fundó con empresarios locales y que ha marcado el debate público en su país.
Ganador de diversos premios internacionales por sus escritos, en España es conocido por El engaño populista, junto con Gloria Álvarez, y por La tiraría de la Igualdad.
:: ¿Cómo se convierte la igualdad en una tiranía?
Lo que se convierte en tiranía es la búsqueda de la igualdad material si se hace de manera sistemática. Esto por la sencilla razón de que al ser todos los humanos diferentes los resultados de nuestras actividades serán distintos. Igualarnos requeriría aplicar una coacción de tal grado que terminaría por destruir totalmente la libertad. ¿Cómo podemos igualar a Messi con el resto de los jugadores de fútbol si no es con violencia? Si lo dejas en libertad Messi va a ser mejor y le va a ir mejor. Ahora bien, esto no significa que no puedan mejorarse condiciones para los desaventajados, pero eso es distinto que hacernos a todos iguales. La gente tiende a confundir las dos cosas.
:: Axel, tu motivación a la hora de escribir sobre la libertad era luchar contra los mitos y las falacias que están en el trasfondo de los que defienden “la igualdad material”. Dos cuestiones:
—> ¿Cuáles son los 3 mitos más peligrosos?
Mito 1: la desigualdad material es inmoral o injusta. ¿Por qué es inmoral que Messi gane más dinero que otros jugadores de fútbol o que nosotros? Lo mismo se aplica a cualquier empresario honesto.
Mito 2: el Estado puede, si quiere, corregir la desigualdad sin generar costes aún mayores. ¿Acaso los políticos que controlan el Estado no son muchas veces corruptos y reparten las rentas que redistribuyen entre sus amigos y grupos de interés que los apoyan? La evidencia no apoya la tesis de la igualación a través del Estado.
Mito 3: la gente que busca la igualdad, y quiere liderar el proyecto igualitario, son seres moralmente superiores que velan por los más pobres y rezagados y no tienen intereses ni agendas personales. La verdad es que las tienen y utilizan el discurso igualitario para llegar al poder y vivir como nobles a expensas del resto. ¿Has visto a algún líder socialista pobre alguna vez? Ellos que denuncian a la casta cuando llegan al poder se convierten en una casta peor que la que derrocaron. La historia del socialismo y del populismo latinoamericano prueba esto sin ninguna excepción.
—> ¿En qué sentido, de las muchas aristas que tiene, consideras que la igualdad es positiva?
La igualdad positiva es la igualdad ante la ley. De ahí puede seguirse una sociedad igual materialmente o desigual dependiendo de muchos factores. Lo importante es que sea el producto de la interacción libre de personas. La igualdad conseguida aplastando la libertad jamás es buena.
:: La desigualdad suele tener buena venta porque, como dices en el libro, es prometer más a los que menos tienen para igualar ‘por arriba’.
1.- ¿Es esta la principal bandera del populismo?
El factor distintivo del populismo es la crítica a la élite abusadora, y en ese sentido el reclamo por igualdad es de su esencia. Sobre todo en populismos de izquierda la igualdad es una bandera central y un engaño que se utiliza para hacer creer a la gente que estará mejor con el régimen que implante el líder populista. Al final este líder y su grupo terminan arruinando al país mientras ellos se llenan los bolsillos.
2.- Cuando estas promesas se constatan como algo casi imposible de lograr,… ¿se acaba el populismo?
El populismo se acaba temporalmente cuando se le agotan los recursos como en la Argentina de Kirchner o cuando destruye totalmente el país como en la Venezuela de Maduro que subsiste solo porque se ha convertido en una brutal dictadura. También se acaba cuando las mayorías se cansan del engaño y estancamiento económico generado por la política populista como está pasando en Chile con Bachelet o por su desatada corrupción y malos resultados. Normalmente es una combinación de todas las anteriores. Pero sólo se acaba de manera sostenible cuando la población ha superado la mentalidad y cultura populista que está latente esperando para ser explotada por el demagogo. Parte esencial de esa mentalidad es la creencia de que el Estado es como un dios que debe proveernos en todas nuestras necesidades fundamentales. Mientras eso persista la amenaza populista será latente.
:: Con la crisis internacional, estarás conmigo que la socialización de pérdidas (después de una acumulación de beneficios privados previos), la perdida masiva de desempleo (la mayoría de rentas medias medias y bajas) y la dificultad para volver a re-introducirse en el mercado laboral, ha llevado a un incremento de desigualdad. Y estarás conmigo que esta desigualdad pueda ‘enfadar’ a la gente y ser un gran caldo de cultivo para las promesas populistas. ¿Qué opinión tienes al respecto?
Cierto, pero lo que hay que entender es que esa crisis financiera fue esencialmente el resultado del intervencionismo estatal con el fin de cumplir con un propósito populista, como fue el que todos los americanos tuvieran su casa propia. Desde Clinton a Bush los gobiernos americanos impusieron normas obligando a los bancos a otorgar créditos hipotecarios a personas sin ingresos suficientes. Además Fannie Mae y Freddie Mac, las dos agencias semiestatales, compraban esas hipotecas a Wall Street creando un boom insostenible que era inflado por las bajas tasas de la Reserva Federal, otro órgano creado por el Estado. Entonces la gente debería estar furiosa con sus gobiernos que luego encima rescataron a los bancos que habían facilitado y abusado de toda la estructura creada por los políticos. Lamentablemente, poca gente sabe estas cosas y cree que más Estado es la solución cuando es totalmente al revés, porque el Estado suele estar al servicio de grupos de interés, entre ellos Wall Street.
:: Una cuestión que siempre me sorprende en el debate de la desigualdad son los ataques masivos hacia aquellos que han logrado crear negocios o empresas de cierto éxito (en España tenemos a Amancio Ortega o Juan Roig, por ejemplo), el Bill Gates de turno. Uno no sabe si lo que atacan es su fortuna, que hayan creado negocios y que hayan ido bien o el qué. ¿El igualitarismo mata el espíritu empresarial?
El igualitarismo crudo es incompatible con la prosperidad porque ella implica una ética y discurso público que celebra el éxito ajeno. El igualitarismo lo menosprecia y ataca. Lamentablemente buena parte del discurso igualitario se centra en un impulso muy primitivo y humano que es la envidia y su contención requiere de un profundo cambio cultural. Nada más atractivo que prometer mejorar a los muchos atacando a los pocos.
:: ¿Es igual la desigualad que se genera en una sociedad donde los ricos lo son por herencias centenarias (sin aportar nada más) que donde lo que hay son muchos Bill Gates?
En una economía de mercado no se puede ser rico por generaciones si no se hace trabajar al capital heredado para seguir produciendo. Es imposible. Las empresas que no innovan desaparecen y los herederos que despilfarran se quedan sin nada. Ahora bien, si logran hacer que sus empresas creen valor entonces están haciendo un bien a la sociedad al proveer bienes y servicios que esta requiere. Además genera puestos de trabajo, paga impuestos, etc. En todo caso la herencia es totalmente legitima como institución. Todos tenemos derecho a disponer de lo que logramos con nuestro esfuerzo y se decidimos dejárselo a nuestros hijos, que es lo más razonable y muy humano, nadie puede objetarlo con una justificación razonable.
:: ¿Qué tipo de sociedad sueñas? ¿Existe, es decir, tienes un modelo de referencia? ¿Y en ella, qué papel juega el Estado?
Una donde la gente no quiera vivir todo el tiempo esperando que otro se haga responsable por su existencia. En otras palabras, una donde se respete al prójimo y se tenga el coraje de pararse sobre los propios pies sin mirar a papá Estado para que le arregle la vida y lo financie o quiera quitarle a otro lo que se ganó porque le da rabia que le vaya mejor. Creo que Estados Unidos de principios del siglo 20 representó ese espíritu y por cierto Suiza se acerca a ello.
:: ¿Por qué tiene tan mala prensa ‘el mercado’? ¿Por qué el mercado es más humano que un Estado, supuestamente benefactor?
Porque la cultura, las élites intelectuales y artísticas, todas por cierto ricas gracias al mercado, lo atacan a modo de verse y sentirse moralmente superiores. Además el mercado es difícil de entender conceptualmente. La gente cree que es algo aparte, pero el mercado somos todos nosotros tomando decisiones libres de intercambio todos los días. El Estado es coacción, es fuerza aplicada sobre personas. Ése es su elemento distintivo, como bien reconoció Max Weber. Entonces ¿por qué va a ser más moral que el mercado? Yo diría que es al revés.
:: Empresario, élite, rico,… pero ¿Tiene algo Trump de liberal? ¿Es un mito asumir directamente derecha, empresario y mercado?
Ser empresario, de derechas o cualquiera de esas cosas no te hace ni creer en el mercado ni ser liberal. Es más, la mayoría de los empresarios grandes no quieren mercado libre porque no quieren competencia. Prefieren un Estado que regule mucho para que sea muy difícil que les entren a competir. Esto ya lo decía Adam Smith y los liberales lo hemos repetido mil veces. Es mucho más fácil como empresario buscar la protección del Estado que competir en el mercado. ¿Por qué creen que los empresarios grandes financian a tantos políticos? No es para hacerse la vida más difícil a sí mismos.
:: Te cito: “Un liberal también acepta la redistribución cuando se justifica desde el punto de vista de la utilidad social”, ¿Nos puedes poner algunos ejemplos?
Milton Friedman por ejemplo aceptaba y proponía un sistema de educación escolar totalmente financiado por los contribuyentes. También propuso un impuesto negativo a la renta en reemplazo del estado benefactor. Todas esas ideas son redistributivas y mucho más efectivas en ayudar a la gente que lo que proponen los social demócratas, sin hablar de los socialistas cuyas propuestas son ruinosas como se ha podido ver sin excepción en la historia.
:: Te vuelvo a citar: “pensar que la igualdad en la riqueza es equivalente a la libertad es un sinsentido”. ¿Nos puede ampliar esta reflexión?
La riqueza y la libertad son cosas distintas. Se puede ser esclavo de un multimillonario y vivir en una mansión con comida, salud, educación y todo lo que se quiera pero se sigue siendo un esclavo porque no se puede decidir perseguir los fines propios. Del mismo modo, se puede ser un campesino muy modesto y ser libre porque todos los días puedes decidir perseguir el fin que se quiere con los escasos medios de que se dispone. En la izquierda, sin embargo, se confunden las dos ideas y se cree que la riqueza es condición de libertad y que, por tanto, el estado al redistribuir riqueza redistribuye libertad. Pero esto es un sinsentido que sólo muestra una confusión total del que ha bebido del manantial socialista. Porque si los pobres no fueran libres realmente entonces ¿de dónde salió toda la riqueza que tenemos hoy? Alguien la tuvo que comenzar a crear en algún minuto de la historia donde todos éramos pobres pero resulta que sin libertad no se puede crear nada. Los pobres, contrario a lo que piensa la izquierda, pueden salir a adelante si las instituciones son las adecuadas. Pero además, si no tuvieran libertad según no serían responsables de sus decisiones, y entonces ¿cómo podrían tener derecho a voto? Es interesante ver cómo el socialismo, en el fondo, no cree a los pobres capaces de participar en el proceso político y en la democracia, pero al mismo tiempo los sube al proceso prometiéndoles cosas gratis.
:: La democracia no está exenta de ser “capturada por grupos de interés”, ¿Cómo se lucha ante esto y cómo crear mejores democracias?
Se requiere de una cultura de la libertad que sea defendida día a día por empresarios, ciudadanos, medios de prensa y otros. De lo contrario la democracia termina siendo una pantalla para el saqueo y control que grupos de interés bien organizados realizan al resto de la sociedad. Siempre va a existir un poco de eso, pero debe mantenerse dentro de ciertos límites si la democracia ha de perdurar en el largo plazo. Después de todo ¿qué sentido tiene poder elegir a las autoridades si son todas corruptas y el país se sumerge en la decadencia económica, la inseguridad y la crisis social? La democracia es un medio y no un fin, por es es necesario cuidarla.