Los recientes movimientos de Bitcoin han hecho resurgir el interés por la moneda virtual. Pocos días antes, en Andrés Alonso explicaba en El Diario un aparente problema con el protocolo de creación que podría amenazar su fiabilidad. Se trata de un asunto sin duda apasionante desde un punto de vista técnico (quien quiera seguir la discusión técnica, puede hacerlo aquí), pero hoy nos gustaría tratar un tema relacionado: las pasiones y la virulencia que desata Bitcoin como vehículo ideológico de discusión.
En primer lugar, parece que el problema se plantea a menudo como una disputa entre “defensores” de Bitcoin frente a “atacantes”, lo cual tiene muy poco sentido. Nadie en su sano juicio puede “oponerse” a una iniciativa así y los pretendidos ataques sobre la misma nunca han sido más que un hombre de paja. Bitcoin puede ser una excelente iniciativa y un vehículo para aprender sobre criptografía, protocolos de comunicación, movimientos de precios de activos, política monetaria, etc.
Pero dejemos la retórica y vayamos al fondo del asunto. El aspecto que desde Sintetia hemos criticado sobre Bitcoin es la fe que muchos entusiastas han puesto en que pueda convertirse en una moneda útil y generalmente aceptada. Y el argumento clave de nuestra posición es que, con la volatilidad que lleva exhibiendo desde hace más de un año, es imposible que pueda convertirse en una moneda de uso amplio. Todo activo o bien es susceptible de ser usado como medio de cambio en función de su “liquidez” –amplio aunque ambiguo concepto que engloba unas cuantas características deseables para que un activo o bien sea útil como medio de cambio-. Y una de las características más deseables es que tenga una cierta estabilidad en su valor. Mientras tanto, Bitcoin parece ser capaz de multiplicar por nueve su valor en cuestión de pocas semanas y de volver a perder la mitad en un par de días. ¿Por qué es esto un problema?
1.- En primer lugar, las tiendas que aceptasen Bitcoins necesitarían ajustar casi instantáneamente los precios de sus productos para tener en cuenta los vaivenes de Bitcoin. Ello tendría en sí mismo una cierta dificultad, ya que para saber si un Bitcoin está o no está “alto” habría que comparar su precio con el de otros activos, como el dólar, el euro, el oro o unas acciones. Así, en vez de “liberarse de la tiranía de los medios de pago habituales”, habría que construir algoritmos para ajustar los precios en Bitcoins en función de los medios de pago más tradicionales.
2.- Si no lo hiciesen así, sucederían dos cosas: (i) Los días en los que Bitcoin cotizase muy alto, no venderían prácticamente nada –la gente los cambiaría por monedas clásicas y compraría mayores cantidades de bienes en portales que admitan pagos en Euros/Dólares-. Y (ii) los días en que cotizase muy bajo venderían demasiadas cosas… pero estarían perdiendo dinero sistemáticamente al aceptar Bitcoins solo cuando su valor está bajo.
3.- Imaginen un mundo donde la aceptación de Bitcon es tal que incluso se firman acuerdos laborales en dicha moneda. Pongamos por ejemplo un contrato de 6 meses para una labor específica, para el cual se acuerda un salario de 10 Bitcoins mensuales cuando el Bitcoin cotiza a 200 euros. ¿Qué sucederá si, durante dicho período, su valor se multiplica por 4? El trabajador estará cobrando cuatro veces más por su salario, lo cual podría llevar a la empresa incluso a la tentación de rescindir el contrato. Si el valor se desplomase, en cambio, el trabajador podría encontrarse en la situación de ni siquiera poder subsistir, por lo que probablemente habría de buscarse con urgencia otra ocupación.
Este problema no es nuevo, ha sucedido siempre con la volatilidad de las monedas, y cuando esta volatilidad ha sido muy alta las partes contratantes han contratado seguros contra estas variaciones. Y el precio de los seguros es mayor cuanto mayor sean las posibles variaciones de una moneda, por lo que una hipotética cobertura de Bitcoins costaría una cantidad a la que no habría que renunciar si se denominase el contrato en dólares o euros.
El problema: la oferta fija
La característica que origina estos problemas es bien conocida: la oferta de Bitcoins es fija en el corto plazo, por lo que cualquier variación en la demanda se transmite directamente al precio. Por ejemplo, parece que se está produciendo un fuerte incremento de la demanda en China (en esta fascinante página se muestra visualmente el flujo de Bitcoins hacia distintos lugares del mundo). Pues bien, en el corto plazo de unos pocos días, en los cuales la oferta de Bitcoins apenas varía, lo que sucede es lo siguiente:
La demanda se desplaza, pero la oferta no puede reaccionar por la propia definición de la moneda, por lo cual el precio se incrementa en la misma proporción que el incremento de la demanda. Al revés de lo que sucede con la mayoría de bienes y activos del mundo, el diseño de Bitcoin, al impedir que la oferta se ajuste a la demanda sufre de fuertes oscilaciones que la hacen poco adecuada para funcionar como solución para el intercambio diario.
Todo esto no quiere decir que no pueda funcionar como refugio de valor o, por ejemplo, para realizar coberturas contra depreciaciones de monedas. Pero el riesgo inherente a cualquier operación con Bitcoins es enorme debido a su volatilidad exhibida. Cuando Bitcoin sube de precio con tanta fuerza, no se trata del triunfo de una moneda, sino de un activo. Por los motivos que sean, muchas personas en el mundo están comprando Bitcoins. Ahora bien, a buen seguro que no será para convertirlo en su medio de pago habitual.
5 Comentarios
Es un poco aburrido discutir esto una y otra vez. ¿De verdad es tan difícil de comprender que la monetización de un activo no se hace en dos días?. Por cierto, parece que no conoces la plataforma bitpay, donde la conversión de bitcoins a moneda tradicional se hace instantáneamente al realizar un pago por internet con bitcoins con unas comisiones mucho menores que pay pal. Eso si, claro esta, el precio se fija en moneda tradicional. Esto le da a bitcoin un uso como moneda, en cuanto a intercambio de valor. Me incómoda bastante el bajo nivel de los artículos, y sobre todo, el nivel de condescendencia con los que estan escritos. pero es comprensible, es un tema complicado y nadie sabe en que va a acabar el bitcoin. Pero esta claro que las criptomonedas a han venido para quedarse. Hay que hacer los deberes e informarse antes de tratar de informar. Suspenso.
Estaría bueno cobrar 8 lucas mensuales o 10 btc o lo que sea por ese valor
Tomillo,
Si quieres apuntar a algún enlace en el que se explique en qué consiste exactamente eso de que «la monetización de un activo no se hace en dos días», adelante. Supongo que querrás decir que el precio de un activo se estabiliza con el paso del tiempo y que entonces puede pasar a ser una moneda más o menos estándar. Estaré encantado de ver algún trabajo empírico al respecto.
Cuando expresas que «el precio se fija en la moneda tradicional», eso es precisamente lo que argumentamos en el artículo: con tal volatilidad, no podría ser de otra manera. No hace falta ser un geek de Bitpay o Bitpal para saber que es la única solución posible para ese nivel de volatilidad.
Pero, si al final fijamos precios en dólares / euros, ¿dónde está el punto? Estaremos «sometidos» a la misma política monetaria de siempre.
Por último, deja la condescendencia y los ad hominem para otros lugares, por favor; no aceptaremos más comentarios en ese sentido. Estamos intentando debatir amistosamente y con naturalidad.
Abel, a mi modo de ver el tema de Bitcoins, más que su propia volatilidad (más bien provocada por hechos externos a su sistema como es el cierre de una casa de cambio) viene de las grandes preguntas que plantea para el futuro de la Economía:
– ¿ Son los códigos contravalor de la moneda realmente valiosos o se hayan entre el valor de un tulipán y de una Oz de oro pero no más?
– ¿El hardware que está dedicado 100% a fabricar Bitcoins tiene un valor en sí mismo que complemente al de los códigos creados?
– ¿Podría generar este hardware (su capacidad de computación) otro contravalor digital mejor?
Todo ello para acotar si aquí hay una burbuja o se está generando un sistema monetario más valorable que la capacidad de la economía USA para avalar su papel moneda como tenemos hoy…
Pero es que además del código Bitcoin en sí ya ha demostrado que la desintermediación de los bancos centrales es posible. Ahora bien, sus creadores quisieron crear un laboratorio de economía de libre mercado perfecta y la dinámica está demostrando que eso es una utopía: conforme aumenta el coste marginal de producción de Bitcoins, la producción (miners) se concentra en unos pocos. ( http://ftalphaville.ft.com/2013/11/18/1696832/a-crypto-crisis-or-a-crypto-triumph )
Y ya, la gran pregunta a futuro: ¿Qué sucederá cuando no sea posible generar nuevas Bitcoins? ¿Veremos un escenario de deflación perfecto que colapse su sistema al desatarse la acaparación máxima, evolucionará a otro contravalor, algún gobierno atesorará como patrón de su moneda los Bitcoin que pueda atesorar?
Yo creo que esas son las preguntas, más allá de frikismos de códigos encriptados y de los recelos de quien piensa que una moneda, por ser virtual, no enlaza con la economía real teniendo detrás una capacidad de computación productiva..
Saludos
Mucho lío hay aquí. Bitcoin hoy es volátil porque aún tiene poco volumen y un mercado muy grande por delante, la cantidad es conocida, pero es infinitamente divisible, por lo cual cuanto más valga Btc más volumen tienen, más pequeñas son las transferencias, el sistema se expande, menos Btc tiene cada uno y menos cambia el valor porq alguien venda. Hoy se hacen ventas de cientos o miles de Btc de golpe, eso en unos años será impensable.
Os parece q son caro? Esto está diseñado para q valgan millones cada uno, allá el quien no lo quiera ver hoy, se va a arrepentir.