Reseñas de libros

Leer es un combustible intelectual. Es el alimento de nuestra mente. Es una vía para pensar mejor. Es una forma de ir más allá de nuestros límites. Es un puente robusto para crear conversaciones con personas con un talento extraordinario que le han dedicado muchos esfuerzos a investigar, pensar y comunicar los temas que les apasionan, que les preocupan o que, simplemente, no les dejan dormir por las noches. Y nos lo ofrecen con la divisa que ha movido el conocimiento universal, y que lo seguirá haciendo siempre, la escritura. Para que los mastiques, los digieras y los uses en tu propio beneficio y en el del mundo que te rodea. Leer te ayuda a hacerte preguntas, a veces incluso a obtener algunas respuestas.

Yo soy un lector compulsivo. Siempre busco esa idea nueva, ese punto de vista diferente, ese concepto sobre el que ‘tirar’ de un hilo mental. Cuando un libro te mueve por dentro, te hace crecer. Y eso crea un valor impagable, infinitamente superior a su precio. Cuando lees mucho, de diferentes materias, autores y en distintas circunstancias ocurre algo mágico: empiezas a conectar ideas, formas de aplicarlas, de repente, de la nada, ves algo de luz que te permite hacer mejor tu trabajo y tu vida, a buscar salidas a la complejidad. Cuando lees mucho, y trabajas los libros, siempre ocurre un momento ¡WOW! Una conexión. Y eso es mágico.

Dice Pérez-Reverte que los buenos escritores escriben cuando la vida les deja cicatrices, cuando tienen algo que contar. Cuando navegan en la historia, en el presente, porque se ponen unas ‘gafas’ con las que observan lo que muchos no somos capaces de ver. Y por eso mismo, en cada libro siempre hay algo que te puedes llevar, una pequeña joya que alimenta tu crecimiento intelectual.

Esto es lo que me ha movido a compartir mis lecturas en Sintetia. Mis notas sobre los libros que más me impactan. Siempre leo con papel cerca, rescato ideas y las trabajo. Ha llegado el momento de digitalizar esas notas y compartirlas contigo. Espero te resulte de interés.