Soy una persona de grandes filias, y grandes fobias. Y sin duda, una de mis mayores fobias es con las tormentas de ideas (brainstorming para los que no podéis vivir sin anglicismos). Tengo que reconocerlo, después de tantos años (sufriendo) participando en sesiones de tormentas de ideas es oír a alguien decir, mientras se acerca a una pizarra, que vamos a hacer una tormenta de ideas para ver qué se nos ocurre frente un determinado problema, y me pongo a temblar.
Soy muy consciente que el problema no está en el método, sino en que casi nunca se hace bien. Aun así, reconozco que no puedo más con las tormentas de ideas, no recuerdo ninguna que haya servido para algo (y creedme, he estado en unas cuantas). Si sumáramos todas las horas perdidas en tormentas de ideas y las utilizáramos en algo más productivo, seguro que dábamos un gran empujón al PIB, eso sí, seguramente todavía muy lejos de las horas perdidas en presentaciones de PowerPoint. Así, a bote pronto, se me ocurren algunas cosas que no me gustan de las tormentas de ideas:
- Normalmente se definen muy mal. Casi siempre se deja muy abierto el tema, y no se especifica claramente qué es lo que se busca con el ejercicio, y aún más difícil, ser muy específico en el producto que se espera de esa sesión. Además, por la propia dinámica del ejercicio, es muy fácil que el ejercicio se convierta en un concurso de ideas peregrinas que caben dentro de esa definición tan laxa del objetivo y que por las propias normas del ejercicio deben tomarse en cuenta.
- El segundo gran problema que siempre he visto, es que es muy típico que la gente se salte directamente la tormenta en sí como proceso de ideación, y se tire directamente a las soluciones. Esto es especialmente acusado en entornos donde hay una gran concentración de drivers que es lo habitual en empresas de tecnología y en el mundo de las ventas.
- Al ser un ejercicio grupal, y además de viva voz, lo normal es que los extrovertidos tomen el control de la sesión. Dejando a los más introvertidos callados en una esquina de la sala.
- Algo parecido pasa cuando hay «cargos» superiores en la sesión, y no saben el papel que deben jugar.
- Y por ultimo, recuerdo muy pocas sesiones sobre las que haya habido un seguimiento. Se publican actas muy bonitas, grandes intenciones, pero muy poco seguimiento y en definitiva, pocos frutos de esas sesiones.
Y como al principio, es verdad que muchos de esos problemas se solucionan con un buen facilitador, pero también es cierto que creo que la herramienta es mejorable. Y por supuesto, siempre he echado de menos otras herramientas de ideación, porque parece que sólo existe la tormenta de ideas.
Así que hace unas semanas me encontré este artículo en Harvard Business Review y resonó muy bien conmigo. Escrito por Tony McCaffrey (@DrTonyMcCaffrey), es uno de los creadores del enjambre de ideas (brainswarming). Aquí tenéis un vídeo en el que explica la idea.
Cómo os decía, enseguida captó mi interés, y como él mismo se ofrecía abiertamente a contestar preguntas y a ayudar a que la gente probara el sistema, me puse en contacto con él, y empezamos a cartearnos (que viejo suena, ¿no?). Enseguida me mandó documentación, y aproveché algunos conejillos de indias para realizar unos pequeños talleres. A día de hoy he hecho tres talleres, con gente diferente, incluso de diferentes países, y la experiencia ha sido muy positiva.
Tengo que decir que no me he atrevido a hacer el ejercicio según las normas de Tony en el sentido de que él dice que debe de ser un ejercicio que se hace en silencio. Me pareció demasiado. El hacer la sesión hablando tiene una ventaja, sobre todo las primeras veces, que es el que se puede aclarar mejor la mecánica del ejercicio y aunque se supone que en el enjambre debes utilizar palabras muy concretas y de forma muy concisa, siempre hay términos con varios significados que es mejor explicar. Por otra parte, esto da pie a los extrovertidos a dominar un poco el ejercicio. De nuevo, es importante la labor del facilitador para incluir a todo el mundo en el proceso.
También, cuando nos encontramos con drivers o simplemente personas muy orientadas a soluciones, es fácil saltar directamente a la solución, «rellenando» los huecos del diagrama que propone el enjambre. Es importante recordar MUCHAS veces que es un ejercicio de ideación, no de encontrar LA solución.
Es decir, el objetivo es conseguir un gran número de soluciones para después pasar a una siguiente fase de valoración, pero ahora sólo buscamos soluciones. Para evitar esto, lo mejor antes de entrar en una fase más libre, es hacer dos fases intermedias. Una que intente descomponer el objetivo en diferentes soluciones de alto nivel. Utilizando el ejemplo del vídeo sería pasar un buen tiempo en definir la segunda línea de arriba (sacudir las líneas, prevenir el hielo y deshacerlo), e igualmente pasar un buen tiempo en trabajar la línea de más abajo, la de los recursos. No sólo se trata de listar todos los recursos disponibles, incluso los que no son obvios, sino descomponer los recursos en partes más pequeñas. En este caso no ayudaría mucho, pero sí en otro de los ejercicios que propone Tony, el de sacar un camión que se ha quedado atascado debajo de un puente. Hay muchas cosas que son parte del camión, que nos pueden ayudar a desatascarlo y que puede que nos muestren una posible solución mejor si somos conscientes de que están ahí. Imaginad el aceite del motor, podría ayudar a quitar fricción, o la carga del propio camión. Así que recomiendo «cerrar» la parte central del diagrama hasta que no se haya pasado un buen rato en la parte de arriba y de abajo.
Y después, el ejercicio fluye bastante bien. Cuidado siempre con no correr hacia las soluciones, aunque en cuanto uno pone la solución y se apoya correctamente en el gráfico, enseguida se abren nodos donde enseguida otros hacen aportaciones. Esto, junto a lo visual que es, creo que lo hace perfecto para llevar a cabo un trabajo en paralelo y remoto. Sé que Tony está trabajando en una app con esto en mente.
Mientras llega, el diagrama que nos queda es muy parecido a un mapa de ideas, con lo que cualquier aplicación de mapa de ideas nos debería servir para hacer una sesión, o mejor, recopilar una sesión (recomiendo en lo posible se haga en una pizarra con etiquetas o similares).
Como decía, lo que nos queda es algo tremendamente visual y que alguien muy fácilmente puede entender. En las etiquetas tenemos nombres o frases cortas que representen una acción, y las líneas serían los verbos. Con lo que recorriendo todos los caminos desde el objetivo hasta los recursos, nos daría una solución que se formaría simplemente uniendo con verbos las cosas que tenemos en las etiquetas. En el caso del vídeo, a la respuesta de ¿cómo quitamos el hielo de las líneas eléctricas?, tendríamos la que finalmente eligió la compañía: sacudiendo las líneas con el aire generado por un helicóptero.
La gran pregunta es, ¿podemos olvidarnos definitivamente de las tormentas de ideas que tanto nos atormentan? (perdonad el chiste) Probablemente no del todo. Creo que las tormentas y los enjambres de ideas puede ser compatibles, y quizá funcionen mejor en diferentes escenarios. A bote pronto se me ocurre que el enjambre de ideas será más potente cuando tengamos un problema o una pregunta muy concreta que responder. ¿Cómo quito el hielo de las líneas? ¿Cómo saco el camión del puente? Pero quizá habrá que tirar de las tormentas cuando estemos buscando ideas alrededor de algo más indeterminado.
En todo caso, voy a seguir trabajando el enjambre de ideas. Creo que es un buen método, produce sesiones ágiles y con objetivos claros y concisos, las reglas son sencillas y es muy importante seguirlas bien, porque luego es tremendamente fácil darle seguimiento.
Si os interesa el tema, estaré encantado de comentar más en detalle mi experiencia con el enjambre de ideas, y por supuesto, estoy seguro de que Tony McCaffrey también lo estará.
5 Comentarios
Hola, me interesa mucho la técnica y para ver si la comprendí bien, quisiera que me digas, por favor, si se podría describir en pasos para su aplicación de la siguiente manera.
La técnica en pasos sería:
1.- Escribir en una pizarra la meta/problema que se quiere alcanzar en forma de pregunta.
2.- Descomponer la meta/problema en dos o tres sub metas/problemas (algo así como soluciones genéricas/conceptuales o distintos enfoques del problema). {La duda es si esta tarea la realiza el facilitador o es a través de la interacción o bien se trabaja como la generación de los recursos}
3.- Luego se pide a los participantes que de modo individual escriban los recursos disponibles en la organización (asociados con el problema/meta) para que luego los peguen en la pizarra (sin ningún tipo de evaluación o juicio sobre los mismos).
4.- Luego de tener los recursos pegados en la pizarra comienzan las interacciones {que supongo serán buscar la mayor cantidad de soluciones posibles en base a los recursos y los sub problemas/metas definidos más arriba.
Me quedan algunas dudas respecto al tamaño ideal de los grupos que participan en la técnica.
El rol del facilitador, no sé si solamente define los sub problemas/metas y estimular las interacciones, o bien tiene alguna otra tarea.
Respecto a la forma, la meta o problema principal siempre es en forma de pregunta, los recursos se describen con una sola palabra (un sustantivo) o puede ser descripto mediante una acción o bien una competencia “capacidad de gestión”
Desde ya muchas gracias, uno de los mejores post que explica la técnica.
Saludos.
Hola! Gracias por tu comentario. Voy a responderte rápido por aquí, pero encantado de seguir la conversación por correo. Además aprovecho para decirte que entrevistaremos al creador de Brainswarming aquí dentro de poco 🙂 Desde ya te invito a que me hagas llegar alguna pregunta para incluirla en la entrevista
1 – ok
2- en principio el ejercicio se puede hacer sin facilitador, aunque las primeras veces en conveniente hacerlo. Esa primera línea se escribe preguntando «cómo» se consigue el objetivo y respondiendo de forma lo más genérica posible. En el ejemplo de las líneas, ¿cómo quitamos el hielo de las líneas? Sacudiéndolas por ejemplo…
3- ok, aunque algunos recursos irán saliendo también del proceso arriba-abajo… Es decir, recursos que necesitaremos (que no estaban originalmente) para conseguir alguna de las soluciones propuestaas
4-ok
Tamaño ideal, yo lo he hecho con grupos de 4-6 personas físicamente. En modo online, se puede hacer con grupos muy grandes
El rol del facilitador es intentar que el grupo no salte a soluciones demasiado rápido y que intente ceñirse a las «reglas»
Los recursos se describen mejor con sustantivos o una competencia como dices, salvo que la pregunta incluya cómo conseguimos esa competencia 🙂
Saludos!
Roberto
Muchas gracias por tu respuesta…!!!
Voy a aprovechar tu propuesta me interesaría hacer 2 ó 3 preguntas, ya tienes mi mail, escribime y seguimos la conversación por mail.
Saludos.
Hola, no pude con mi genio y les dejo las preguntas para Tony McCaffrey sobre Brainswarming:
1.- Cuáles son las claves fundamentales para que la técnica sea efectiva en la práctica?
2.- Entiendo que el brainswarming evita la crítica de las ideas verbales y el filtro de la persona que toma nota cuando se realiza un brainstorming. Ahora, en esta técnica no ocurre lo mismo cuando se está en la etapa de la interacción?
Ojalá puedan incluir estas pregunta sen su próximo reportaje, desde ya muchas gracias…!!!
Estoy justo con ello, las incluyo 🙂
Saludos!
Roberto