Sobre la impresión 3D se podría utilizar el viejo chiste sobre la fusión nuclear. Llevamos décadas diciendo que estamos a 5 años de que sea una realidad. Y es que si hace unos años era la tecnología favorita de todos los gurús tecnológicos con sus visiones sobre la fabricación local y distribuida, la realidad es que muy pocos tienen una impresora 3D en casa. Pero tampoco son muchas las empresas que las tienen.
Lo que pasó con la impresión 3D es lo que les suele pasar a todas las tecnologías. Algo que explica muy bien el famoso Hype Cycle de Gartner. Después de un “pico de expectaciones hinchadas” en la que una tecnología emergente parece que va a ser ubicua y disruptora de nuestra realidad, viene un tiempo en el que al ver que las expectativas no se cumplen, el foco mediático, de inversores y del gran público se traslada a nuevas tecnologías.
Para muchas tecnologías este es su final. No pasan de ese “valle de la desilusión” y desaparecen. Pero otras, de forma más o menos rápida, consiguen pasar ese momento de incredulidad para convertirse en realidad.
Eso sí, esa realidad suele ser muy diferente de las visiones que se tenían en los momentos de máximo calentón de la tecnología. De hecho, pocas veces el problema es técnico, sino es de aplicación y modelo de negocio, pero eso es conversación para otro artículo .
Hago un breve inciso para advertir al lector de que hace poco me he incorporado a Ultimaker, líder en impresoras 3D profesionales. Así que no soy un observador imparcial. En todo caso, nada más lejos de mi intención que hacer de esto un publirreportaje.
En todo caso, uno de los motivos por los que dejé mi anterior trabajo para irme al mundo de la impresión 3D es porque sinceramente creo que efectivamente la impresión 3D está lista para transformar muchas industrias y formas de hacer cosas., en definitiva, llegar a eso Gartner llama “meseta de la productividad”.
Hay 5 motivos principales por lo que creo que la fabricación aditiva va a crecer de forma imparable en los próximos años.
- La tecnología está ya madura.
Aunque más bien habría que hablar de tecnologías. Casi todo el mundo está familiarizado con impresoras 3D de filamento, pero hay otras tecnologías que utilizan resinas o láser para hacer el trabajo. Cada una de ellas tiene sus ventajas e inconvenientes, pero la realidad es que la oferta es enorme, y dependiendo de las necesidades de resolución, volumen, velocidad o materiales hay diferentes opciones para elegir.
Tampoco hay que olvidar el software. Si hasta no hace mucho la impresión 3D dependía de software open source mantenido por la comunidad, ahora hay soluciones corporativas que permite a empresas, que buscan robustez e integración con sus procesos de trabajo existentes, encontrar algo que les dé la seguridad adecuada.
- Es impresionante la disponibilidad de materiales disponibles en impresión 3D.
Estamos también acostumbrados a ver impresoras 3D trabajando con plásticos, pero la oferta es enorme. Existen una infinidad de termoplásticos que ya incluyen diferentes gomas flexibles.
Pero es que además, se están integrando en esos filamentos termoplásticos otros materiales como la madera, la fibra de carbono o metales, por no hablar de otros con propiedades adecuadas para el sector salud. Así que con las impresoras de filamentos se puede imprimir ahora en una gran cantidad de materiales aumentando sus potenciales aplicaciones
- La que es sin duda la más importante, desde el punto de vista del crecimiento de la industria, es que los usuarios, principalmente a nivel profesional, están encontrando cada vez más usos de negocio para este tipo de soluciones.
Si tradicionalmente la impresión 3D se ha utilizado de forma importante en situaciones dónde se necesitan prototipos rápidos, ahora cada vez se ven más usos fuera de los departamentos de I+D+i de las empresas y están directamente usadas en situaciones de producción.
A medida que el coste marginal de cada impresión 3D sigue bajando, las impresoras 3D empiezan a ser opciones viables para fabricación de tiradas pequeñas y altamente personalizadas. Más allá de la pura fabricación, vemos empresas que imprimen herramientas para que sus equipos de mantenimiento no paren si no tienen una herramienta en particular, o se les ha roto.
También en mantenimiento, más y más empresas tienen bases de datos de piezas de repuesto para sus máquinas o productos que se pueden imprimir en el momento. Equipos de seguridad laboral desarrollan elementos de seguridad personalizadas para las necesidades concretas de cada puesto de trabajo. O empresas que imprimen las piezas de repuesto para sus productos descatalogados.
- Otro importante motivo es la coyuntura económica y las macrotendencias .
La presión de los costes de transporte en Europa están a niveles terriblemente complicados para muchas empresas. A esto ay que unir la consciencia sobre las emisiones que genera el transporte de productos desde el lejano Oriente. A lo que hay que sumar la necesaria apuesta de los gobiernos europeos para hacer regresar capacidad de fabricación. Todo ello hace que la impresión 3D sea una pieza clave para responder a esos retos.
Si para industrias existentes la impresión 3D es algo que tienen que tener en cuenta para su transformación digital, para las nuevas empresas sin infraestructura, la impresión 3D es siempre el primer paso. Y por cierto, hay mucha tecnología de impresión 3D desarrollada en Europa
- Y por último, la facilidad de uso que ya se está consiguiendo.
Tradicionalmente, hacer buenas impresiones 3D era bastante complicado. Elegir bien los materiales, trabajar con varias aplicaciones de software complejas, tener bien calibrada la impresora 3D, temperaturas…
Hacer una impresión 3D bien a la primera estaba sólo al alcance de expertos. Eso ha cambiado radicalmente.
Por ejemplo, en Ultimaker, cuando cargas un material Ultimaker en una de nuestras impresoras, el software que gestiona la impresión (el más utilizado a nivel mundial es Cura, también de Ultimaker) configura automáticamente todos los parámetros del software y de la impresora para optimizar los resultados. Estamos muy cerca del famoso plug & play del mundo de los ordenadores.
La impresión 3D está ya lista para participar en la digitalización y localización de muchos procesos de todo tipo de industrias. Mucha gente dejó de prestar atención porque las promesas que ofrecía la tecnología no se cumplían. Pero eso es pasado, es momento de ver cómo la fabricación aditiva puede ayudar a nuestras empresas a tener ventajas competitivas.