Escribíamos en el anterior post de esta serie que el centro de gravedad económico está constituido por las características y capacidades de las que una nación, una alianza, una corporación u otros actores económicos obtienen su libertad de acción económica, fortaleza financiera y voluntad de sobrevivir en el teatro de operaciones económico.
Ese centro o centros de gravedad pueden pertenecer al dominio físico, informativo-cibernético o moral, y su determinación resulta clave, tanto si son los de nuestros potenciales adversarios o competidores (para conocer la mejor manera de neutralizarlos) como los propios (para poder defenderlos con eficacia y ocultarlos a posibles observadores hostiles). Cualquier departamento de inteligencia económica gubernamental o empresarial debería efectuar de forma rutinaria dicha labor analítica, única forma de articular una estrategia financiera coherente, de anticipar posibles movimientos hostiles y de planificar políticas de alto nivel en consecuencia.
Como ya habíamos apuntado, hay mucho que aprender de la ciencia militar en este tema. De hecho, la metodología que podemos utilizar para analizar e identificar el centro de gravedad económico es exactamente la misma que se utiliza en el planeamiento de una operación. A continuación revisaremos sucintamente dicho proceso.
1. Capacidades Críticas
Vivimos en un mundo globalizado, caracterizado por numerosos y complejos patrones de interconexión e interdependencia, con implicaciones en todas las esferas: económica, política e incluso militar. Siguiendo al analista Cristopher Croker, en esas tres esferas “se enlaza la vida local con las estructuras, procesos y eventos globales”.
Por consiguiente, los Centros de Gravedad Económicos (en adelante los denominaremos CoGE) muy pocas veces estarán constituidos por un solo elemento. Por lo general, el CoGE será un sistema, estructura u organización complejos, cuya potencia económica proviene de una serie de Capacidades Críticas, que le facilitan conseguir sus objetivos en el teatro de operaciones financiero. Esto es: un CoGE de un determinado actor lo es gracias a sus Capacidades Críticas. Esas capacidades críticas son las que le permiten hacer algo.
Veamos un ejemplo muy simple y genérico, pero que nos ayudará a comprender el proceso: supongamos que el CoGE de una determinada nación lo constituyen sus bancos. Debemos preguntarnos entonces cuáles son sus capacidades críticas. Podríamos definir las siguientes: proporcionar financiación al tejido económico, facilitar el crecimiento, lograr la estabilidad monetaria y garantizar la independencia económica. Recuerden: es un ejemplo.
2. Requerimientos Críticos
Las Capacidades Críticas que hayamos detectado están casi siempre interrelacionadas y proporcionan conjuntamente libertad de acción, equilibrio y poder económico. Estas capacidades dependen a su vez de unas condiciones específicas, de unos componentes o recursos esenciales para su sostenimiento. Entendemos pues como Requerimientos Críticos aquellos que, caso de no cumplirse, anularán o degradarán una Capacidad Crítica. Pueden ser físicos/económicos, informativos/cibernéticos o morales.
Para determinar los Requerimientos Críticos es preciso un conocimiento exhaustivo del sistema que estamos analizando. Esto puede ser relativamente fácil en un actor económico conocido, que opera en los mercados de forma más o menos transparente, pero resulta muy difícil en un oponente emergente, asimétrico o que actúa al margen de las normas establecidas.
Continuando con el sencillo ejemplo anterior: ¿Qué requieren esos bancos para poder desplegar sus Capacidades Críticas? Cabría mencionar algunos Requerimientos: estabilidad institucional, seguridad jurídica, competencia directiva, recursos financieros, tecnología…
3. Vulnerabilidades Críticas
Una Vulnerabilidad Crítica existe cuando un Requerimiento Crítico es deficiente, está degradado o se ha perdido, de manera que expone a una Capacidad Critica a su pérdida o daño. La habilidad para explotar vulnerabilidades críticas proporciona el potencial económico de conseguir resultados importantes o decisivos y, lo que es fundamental, desproporcionados con respecto a los medios empleados. Por consiguiente, se buscará lograr un efecto multiplicador aplicando la fuerza económica justa contra las Vulnerabilidades Críticas del oponente u actor objetivo.
En el ejemplo considerado, las Vulnerabilidades Críticas correspondientes al Centro de Gravedad Económico de ese hipotético país (sus bancos) podrían ser unos activos financieros de muy baja calidad (por ejemplo, por el estallido de una burbuja inmobiliaria), un deficiente acceso a la financiación externa, una legislación financiera fragmentada e ineficiente, unos consejos de administración incompetentes y politizados, etc. Insisto: estamos teorizando.
Imaginemos que otra nación o grupo de naciones compiten con el país de nuestro ejemplo para ganar relevancia en el tablero geoeconómico global, o que existe un gran conglomerado inversor interesado en apostar a la baja en los mercados contra dicho país. Para todos ellos, la Situación Final Deseada será quebrar su fortaleza económica. Analizarán su Centro de Gravedad, sus Capacidades Críticas, Requerimientos Críticos y Vulnerabilidades Críticas, y en base al análisis efectuado definirán unos objetivos. En este caso, resulta evidente que un ataque eficaz a ese país podría ejecutarse a través de sus bancos, algo que puede realizarse de diversas maneras y en los tres dominios estudiados. Dejo a su intelecto e imaginación el desarrollo de las operaciones subsiguientes.
4. Un resumen gráfico y una conclusión
El proceso analítico que hemos seguido presenta una lógica razonable basada en la sensatez y la observación lúcida de la realidad. Gráficamente, podemos representarlo así (sigan la línea roja):
Como principal conclusión a esta entrada, resulta evidente la necesidad de reconocer la existencia de amenazas financieras específicas y perfectamente planeadas en el teatro de operaciones económico global. No estamos ante una cuestión meramente teórica o prospectiva; cualquier escenario plausible y relevante debería ser analizado con profundidad desde el punto de vista de la seguridad nacional, siguiendo procedimientos tasados como el descrito. De lo contrario, nos hallaremos a merced de nuestro entorno, condenados a actuar reactivamente, como pollos descabezados, desarrollando políticas económicas deslavazadas, poco consecuentes y, lo que es peor, intrínsecamente vulnerables.
En este punto, la inteligencia económica adquiere un protagonismo de primer orden. Se trata de obtener, analizar y difundir información económica estratégica relevante, oportuna y útil, para apoyar la acción del Estado y facilitar una mejor toma de decisiones. En palabras de Claude Revel, la inteligencia económica persigue “abarcar todos los aspectos de los riesgos y oportunidades globales y está basada en un entendimiento anticipatorio y una aproximación multidisciplinar a las amenazas que deben ser enfrentadas”. Toto ello, sustentado en tres pilares: el dominio de la información estratégica, la defensa económica y la influencia (activa u ofensiva). Pero estos tres últimos aspectos son valiosa harina de otro enorme costal… ¿Posibles temas de reflexión para futuras entradas? Quién sabe…
Hasta entonces, no dejen nunca de observar la realidad con ojos atentos y críticos, ecuanimidad y serenidad de espíritu. Esta es la esencia de Sintetia, y por eso me apasiona escribir en esta casa.