Para los amantes del fútbol cada vez es más frecuente tener la sensación de que la fase de grupos de la Champions League, en la mayoría de grupos, es un poco aburrida dado que resultan bastante predecibles las clasificaciones en cada grupo. Este post tiene un doble objetivo: ver si esto es cierto y, en segundo lugar, analizar brevemente que políticas que podría establecer el organizador, la UEFA.
Una posibilidad para analizar lo que los economistas conocemos como balance competitivo de una competición es a través del análisis de las cuotas de apuestas deportivas. Las cuotas de apuestas deportivas reflejan las probabilidades que asignan los mercados a la existencia de un determinado resultado. Si el número de puntos previsto para cada equipo es similar entre los equipos de un grupo, habrá una alta competencia entre ellos o un alto balance competitivo y, por el contrario, si el número previsto de puntos es muy dispar entre los equipos existirá un bajo balance competitivo.
El siguiente gráfico muestra, desde la temporada 2000-2001 hasta la temporada anterior, la probabilidad promedio de los 8 grupos de obtener cada una de las posibles puntuaciones para el que se espera quede como primer equipo, segundo, tercero y cuarto respectivamente.
Se puede observar claramente cómo el número previsto de puntos para el, a priori, mejor equipo del grupo va en aumento, mientras que va en retroceso el número previsto de puntos para el equipo más flojo. Es decir, los grupos cada vez son más desiguales.
Pero, ¿esta desigualdad es similar en todos los grupos o varía mucho entre unos grupos y otros?. El siguiente gráfico muestra la probabilidad para cada uno de los equipos de obtener cualquier puntuación posible en esta edición de la Champions.
En este gráfico se puede apreciar que en una misma edición de la Champions League hay grupos que se prevén competitivos como el grupo C (Bayer Leverkussen, Benfica, Monaco y Zenit) o el grupo H (Athletic Club, BATE Borisov, Porto y Shaktar Donetsk) mientras que hay otros grupos en los que prácticamente se puede anticipar la posición que va a ocupar cada equipo en el grupo, como en los grupos B (Real Madrid, Liverpool, Basel 1893 y Ludogorets) o el grupo G (Chelsea, Schalke 04, Sporting Clube de Portugal y NK Maribor).
¿A qué se debe esta dispersión en la competencia entre grupos? Para verlo hay que conocer la mecánica del sorteo. Los equipos son agrupados en 4 bombos en función de su coeficiente UEFA. El coeficiente UEFA se construye con una ponderación del 80% para resultados pasados recientes en competiciones europeas del equipo, y el restante 20% se corresponde con los resultados pasados recientes de los equipos del país del equipo. Sin embargo, este coeficiente no recoge bien la calidad de equipos que no hayan disputado en años previos competiciones europeas o que tuviesen actuaciones muy por debajo o muy por encima de su nivel real.
El coeficiente UEFA tampoco recogerá bien el nivel esperado de equipos que hayan incrementado o disminuido mucho su potencial respecto años anteriores. En el siguiente gráfico de barras se muestra el coeficiente UEFA y la valoración de los jugadores en www.transfermarkt.com, dado que el valor de los jugadores es una buena aproximación a la calidad del equipo.
Se ve como hay equipos que tienen un ranking según el coeficiente UEFA muy por debajo del ranking a partir de los valores de transfermarkt, por ejemplo Monaco, Liverpool, PSG, Manchester City o Roma. Mientras que para otros equipos como Benfica, Basel, Olimpiacos ocurre lo contrario. Por tanto la primera medida que debería adoptar la UEFA para evitar que en algún grupo se junten dos de los equipos favoritos para el título como en el grupo E (Bayern Munich y Manchester City) e intentar que los grupos fuesen más iguales entre sí es cambiar la forma de calcular el coeficiente UEFA. En otros deportes como ciclismo o tenis de mesa para calcular la “calidad” de un equipo se agrega la “calidad” individual. El fútbol podría ir en esa dirección.
Otra política que podría adoptar la UEFA es cambiar la forma de hacer el sorteo. En concreto, en vez de hacer 4 grupos de equipos hacer 8. El primero (1A) formado por los cuatro equipos con mejor coeficiente, el segundo (1B) formado por los equipos del 5 al 8, el tercero (2A) por los equipos del 9 al 12 y así sucesivamente. El sorteo podría hacerse para emparejar equipos de los bombos (1A, 2A, 3A y 4A) y por otra parte para emparejar a equipos de los bombos (1B, 2B, 3B y 4B). De esta forma seguro que se conseguían grupos menos diferentes entre sí y el sorteo no será tan determinante.
Otra cuestión es que los equipos más poderosos cada vez lo son más, pero ante esto me temo que poco se puede hacer. Salvo lo que han hecho las máximas competiciones europeas de baloncesto y balonmano que consiste en modificar el formato con el objetivo de asegurar un mayor número de partidos entre los mejores equipos. De esta forma sí que se vería aumentado el espectáculo!!!
Mientras tanto, que me avisen cuando lleguen los octavos de final!!!
Sobre el autor:
Julio del Corral Cuervo
Profesor de Economía en la Universidad de Castilla-La Mancha
Síguele en twitter @jdelcorraltm
1 Comentario
Sobre la idea de 4 grupos… se podria dar el resultado estrategico. Por ejemplo, si bajamos coeficiente del 4 al 5 nos enfrentaremos con equipos mas faciles