Publicamos esta entrevista con gran tristeza. Hoy estamos de luto por la muerte de David Taguas, una de las mentes más brillantes de España. Un economista de referencia para muchos de nosotros, por su capacidad para mantenerse entre el equilibrio de su profundidad analítica y teórica y sus habilidades en comunicación y aportación de alto valor al debate económico. El pasado sábado hablamos ampliamente con David sobre su nuevo libro, le agradecimos todo el apoyo por nuestro nuevo proyecto en el que él era uno de los más activos participantes, Futuramarkets.es. Una tarde de sábado donde hablamos de sus pasajes teóricos que más nos llamaron la atención de su libro. Nos paramos a comentar sus análisis sobre el problema de las pensiones, de cómo abordar una crisis de la deuda, de la productividad y de los recursos humanos. Fue un fin de semana que culminó con lo que hoy publicamos y que estaba previsto para el próximo lunes 24 de febrero. Pero hoy, como homenaje queremos ofrecer a nuestros lectores las ideas y reflexiones que David Taguas nos regaló antes de su trágica muerte.
Quien mejor resume el libro de David Taguas, Cuatro Bodas y un Funeral, es César Molinas en su prólogo:
El libro ocupa un lugar muy despoblado en el panorama de la literatura sobre la crisis económica que aflige a España desde 2007. No abundan los libros que relaten lo que ha ocurrido a España en la última década con un enfoque cuantitativo y riguroso en teoría económica… hay un análisis de las políticas económicas que llevaron a las ‘cuatro bodas’ –explosión del gasto público, cortoplacismo de la planificación financiera de los agentes económicos, rigidez en el mercado laboral y en la determinación de rentas y una inclinación por el apalancamiento excesivo-…el libro plantea, en su segunda mitad, una discusión profunda sobre las reformas que España necesita para salir de la crisis: pensiones, fiscalidad, mercado de trabajo y sistema financiero…este libro contribuirá a que todos aclaremos más nuestras ideas.
La entrevista fue realizada por nuestro editor Javier García.
:: Arrancas el libro con fuertes y contundentes ideas. Por ejemplo, “no hay alternativa a la devaluación interna”, 3 preguntas relacionadas:
1.- ¿Por qué?
La razón fundamental es porque la crisis ha mutado su naturaleza. Desde que se inició la crisis de deuda en la primavera de 2010, la principal restricción que afecta a la economía española no es la demanda. Ahora la economía tiene un problema de capital. En esta situación la única vía de salida es el proceso de desinflación que debe sustentarse en dos pilares: el crecimiento de salarios y beneficios de acuerdo con la productividad y la consolidación fiscal. Resulta necesario explicar a la sociedad que el proceso de desinflación es imprescindible, que es la única salida ante la imposibilidad de recurrir, como se hizo siempre en el pasado, a devaluaciones competitivas que permitían recuperar la competitividad perdida y que debían ser aceptadas por todos. Ahora es más difícil, lo debemos hacer entre todos. Tenemos que permitir la devaluación interna para recuperar la competitividad perdida.
2.- ¿Hasta dónde tiene que llegar esa devaluación interna?
Es difícil de saber. Los costes laborales unitarios aumentaron el 22,5% en España entre finales de 2000 y el inicio de la crisis. Pero es que desde el inicio de la crisis, el tercer trimestre de 2007, hasta finales de 2009 lo hicieron en un 7,5% adicional, es decir en las fases iniciales de la crisis los costes laborales unitarios continuaron creciendo de una forma absolutamente desproporcionada. Curiosamente, la caída desde el inicio de 2010 hasta septiembre de 2013 equivale al -7,4%, es decir se ha deshecho la subida de las primeras fases de la crisis. La situación es equivalente a la que existía al inicio de la crisis. Aún debe revertir parte de la subida del 22,5% previa a la crisis para recuperar competitividad e impulsar las exportaciones netas.
3.- Y, sobre todo, ¿cómo? ¿y qué margen o recorrido nos queda para hacerlo?
Los salarios y los beneficios empresariales deben evolucionar de acuerdo con la productividad. Ello permite la moderación de la inflación, facilitando el proceso de desinflación competitiva. Si los salarios y los beneficios empresariales aumentan en función de la productividad real, la tasa de inflación sería próxima a cero, como de hecho ocurre, por lo que los salarios no perderían capacidad adquisitiva.
:: Te cito, “las consecuencias de la crisis son mucho peor que una década perdida, sino más bien los de una generación perdida”. ¿Qué puede hacer esa generación para no estar perdida? Otorgas un papel muy destacado a la formación y creación de capital humano para relanzar esta situación, pero ¿no crees que no hay energías políticas y sociales que coloquen a este tema en caso de Estado?
Reducir el gap en capital humano llevará décadas. Los recursos que se destinen para mejorar la educación darán sus frutos a largo plazo. Pero el esfuerzo que se haga sin duda merecerá la pena. La economía española no puede permitirse que uno de los efectos colaterales de la crisis actual sea retrasar la mejora de su capital humano y posponer su convergencia con los líderes mundiales en renta per cápita. Los efectos de las mejoras en capital humano son muy importantes. Un año adicional de educación podría aumentar, en promedio, el 10% el salario real.
:: Dices que “la consolidación tiene que basarse en la reducción de gasto improductivo”. ¿Cómo se fija si un gasto o no es improductivo y dónde están las mayores bolsas de improductividad?
Se trata de reducir el gasto corriente. El ahorro público, que es la diferencia entre el total de ingresos y el gasto corriente, se sitúa en niveles inadmisibles del -5,1% del PIB. Es decir, gasto corriente excede al total de ingresos públicos en más de cinco puntos del PIB. La necesidad de reducirlo es evidente.
:: Apuntas que “las medidas de política económica requieren de un correcto diagnóstico”. Dos preguntas:
1.- ¿Aún crees que hemos diagnosticado mal nuestras enfermedades económicas?
Si, existe un amplio debate sobre las restricciones a las que se enfrenta la economía. Hay economistas que defienden que la crisis sigue siendo de demanda y, por ello, consideran que la consolidación fiscal tiene efectos negativos. Pero esta visión es difícil de defender en una economía en la que el ahorro de las familias está en niveles mínimos y el déficit público se ha situado persistentemente durante los cinco últimos años en cifras de doble dígito.
2.- ¿Puedes resumir los 3/5 elementos claves que definen nuestro diagnóstico actual?
La principal restricción es de capital. Las cuentas públicas no se han estabilizado. Persiste un elevado déficit y la deuda pública sigue creciendo. Además, el endeudamiento exterior es muy importante. La posición de inversión internacional neta, la diferencia entre los activos españoles en el resto del mundo y los pasivos, se sitúa en el -97,8% del PIB y ha disminuido 7,5 puntos adicionales desde diciembre de 2011.
:: ¿Se sale de una crisis de deuda con más deuda?
No, claro que no. De una crisis de deuda se sale con ahorro. La economía española tiene un doble problema con el ahorro. El ahorro de las familias y el ahorro público se encuentran simultáneamente en niveles mínimos. La forma de resolver este problema es proceder a una reducción del gasto público que permita aumentar el ahorro público, para que al menos no detraiga recursos del sector privado, y revertir las subidas impositivas que han fulminado el ahorro de las familias.
:: ¿Y cómo se atrae capital e inversiones? ¿Cómo tiene que cambiar nuestro ecosistema institucional, social y empresarial para lograr ser un epicentro de atracción de nuevas inversiones?
Es necesaria una amplia reforma institucional. El magnífico libro de Acemoglu y Robinson (2012): «Por qué fracasan los países» muestra que el bienestar de los países depende de la calidad de sus instituciones políticas y económicas. Y debe constituir una referencia para las reformas que debemos impulsar.
:: “El déficit público no es ni bueno ni malo, no es conservador ni demócrata”. ¿Cómo se tendría que comportar el déficit público ante los diversos ciclos económicos?
Debe haber equilibrio estructural en las cuentas públicas. Ello permite las políticas de estabilización sin olvidar su sostenibilidad.
:: Explicas de forma detallada cómo la subida de impuestos no necesariamente está generando más recaudación, varias cuestiones:
1.- ¿Tenemos un sistema fiscal “demasiado complejo”? ¿Hay margen para que sea más sencillo y más efectivo?
Es necesario que el sistema fiscal sea más sencillo. Pero sobre todo debe serlo el IRPF ya que afecta a todos los ciudadanos. El IRPF actual está absolutamente alejado de los ciudadanos. Es imprescindible acercarlo a los mismos. Para ello debe ser transparente. Y ello no es obstáculo para que sea equitativo.
2.- ¿España penaliza a los ahorradores fiscalmente?
Si, de una forma extraordinaria. Éste es uno de los problemas endémicos de la sociedad española, una fiscalidad que penaliza el ahorro, incentivando el consumo desenfrenado.
3.- ¿Está España incentivando fiscalmente con la energía que se requiere el empleo o las inversiones en I+D o, por ejemplo, la recapitalización de las empresas?
No, es necesaria la reforma fiscal pero se requiere también una reforma energética profunda desde hace mucho tiempo.
:: Te cito “los incentivos del mercado de trabajo están diseñados de forma absolutamente contraria a los intereses generales”. ¿El mercado laboral, como la educación, están de forma permanente en eterna reforma y parece que se estropea más que se arregla con cada reforma? ¿Necesitamos un big push en estos temas esenciales?
Ya he dicho que la educación debe ser el tema central. Los incentivos deben diseñarse de forma adecuada. La política económica consiste precisamente en diseñar los incentivos adecuadamente. Las prestaciones por desempleo no deben desincentivar la búsqueda de trabajo sino lo contrario.
:: ¿Cómo le decimos a una empresa con una buena cartera de pedidos que no puede producir porque no tiene acceso ni a una línea de circulante que “la depresión ha acabado”. ¿Cuándo llegará el oxígeno financiero a empresas y particulares?
Desde luego de una crisis de deuda y de exceso de crédito no se sale con deuda ni con más crédito. El crédito al sector privado aún tardará en recuperarse, no se puede olvidar que la economía debe continuar el desapalancamiento y que, por tanto, el crédito al sector privado deberá crecer menos que el PIB.
:: Un capítulo absolutamente imprescindible del libro es el que dedicas a las pensiones. Yo sólo quiero preguntarte algunas ideas:
1.- ¿dónde están las principales grietas de nuestro sistema de pensiones?
Como todo sistema de reparto, nuestro sistema de pensiones se enfrenta a los retos que supone el cambio demográfico, es decir al envejecimiento de la población. Cuando se implantaron los sistemas de reparto, a mediados del S. XX, la proporción personas mayores de 65 años se situaba en España en el 7%. A mediados del S. XXI, esta proporción habrá aumentado hasta el 36,2%.
2.- ¿Puedes explicarnos cuál es el papel que desempeña el papel de la productividad y la mejora del capital humano en aspectos tan relevantes como la sostenibilidad del sistema de pensiones?
La única vía para solucionar este problema es aumentar el ahorro. Para ello hay que diseñar una fiscalidad que no lo penalice. Y, efectivamente, el gran reto es el capital humano. La evidencia muestra que, en promedio, por cada año adicional de educación, el salario real aumenta el 10%. Esta es la única vía para aumentar el bienestar de todos, de los trabajadores y de los pensionistas.
:: Para acabar quería entrar en una reflexión sobre la Unión Europea:
1.- ¿qué responsabilidad ha tenido en el tsunami financiero de nuestra crisis?
La realidad es que fue el detonante de la misma. Pero no se debe considerar que la crisis ha sido homogénea, sino todo lo contrario. Se ha desarrollado en distintas fases a lo largo de las cuales ha ido mutando su naturaleza. Este es un aspecto crucial para pensar en la misma.
2.- ¿la Unión Europea es una mole burocrática que constriñe el crecimiento económico o en realidad es una maquinaria que podría ayudar a que Europa compita con flexibilidad y conocimiento en una geografía económica cada vez más compleja?
La Unión Europea después de las sucesivas ampliaciones constituye un proyecto político de una dimensión trascendental. Pero ello no debe ser un obstáculo que impida la modernización europea en el actual proceso de globalización. Europa debe estar a la cabeza del mismo y ello implica que deben impulsarse el proceso reformador que lo haga posible. También la Unión Económica y Monetaria debe superar las insuficiencias con las que fue creada. Y para ello es clave establecer un juego cooperativo y abandonar el “juego del gallina” en el que han estado inmersas las economías periféricas, por una parte, y las del centro y norte, por otra.