España no sufre un 20% de paro

14 marzo 2011
La implementación de la reforma laboral

Si bien la cifra oficial de paro en España es 20,33% (4ºT de 2010) a continuación vamos a por qué el impacto de este desempleo no es el que un 20% parecería conllevar: caos, recesión y hasta revueltas sociales

Recurrimos a la curva de Beveridge (ver post de VoxEu) para ver la relación entre tasa de vacantes (vacantes /ocupados) y la tasa de paro (desempleados/activos).

Curva de Beveridge - España

Del gráfico extraemos las siguientes pistas: a diferencia de la crisis de 1994 contamos con una alta tasa de vacantes a la vez que de desempleados. Eso nos da señales de que el mercado laboral no está tan ralentizado (hay vacantes, hay demanda de empleo). Es decir, todo parece indicar que estamos en un mercado laboral ineficiente en el que el emparejamiento de demanda de empleo y desempleados (oferta laboral) es ineficiente.

Esto justificaría el por qué en España se realizó una regularización masiva de empleo inmigrante en 2005: a pesar el desempleo que había por entonces (cercano al 10%), la tasa de vacantes era elevada.

Lo que describimos encajaría con la idea actual de que España cuenta con un sector de construcción con una gran cantidad de mano de obra de baja cualificación que tras una crisis en la que dicho sector se ha visto reducido a la mínimo expresión, tiene problemas ahora para recolocar dicha mano de obra en otros sectores productivos demandantes de “otro tipo” de empleo, quizás más cualificado, o que precisa de otro tipo de contrato o salario.

Concluyendo

España goza de una economía ralentizada, no en marcada recesión, que experimenta problemas de matching o emparejamiento laboral. Dichas ineficiencias se tratan de solventar con la actual reforma laboral: nuevos contratos de trabajo con promoción del carácter indefinido, cláusulas de descuelgue de convenio colectivo y políticas activas de empleo de cara a fomentar la adecuación y preparación laboral del oferente de empleo y facilitar la comunicación entre empresas y parados.

El tiempo juega a nuestro favor. La implementación de la reforma empezará a surtir efecto, a la vez que el ciclo económico mejorará (a nivel europeo), por lo que avanzaremos “hacia la izquierda” en la curva de Beveridge, saliendo de la zona de contracción a la de expansión.

Hemos conseguido así “solucionar” el impacto de la cifra del 20% de paro, y eso que no hemos hablado de la economía sumergida

Artículo escrito por Andrés Alonso

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