La administración Obama está trabajando con el senado para dar forma a un consejo regulatorio que estaría presidido por el Secretario del Tesoro. Este es el aspecto fundamental de la propuesta, que traslada la responsabilidad de la supervisión del sistema financiero de la Reserva Federal a la Secretaría del Tesoro, el equivalente al Ministerio de Economía español. La decisión de disminuir la autoridad de la Reserva Federal se debe al descontento con la gestión del riesgo sistémico de dicha institución durante el último ciclo de crecimiento. El propio gobernador de la Fed, Ben Bernanke, parece estar de acuerdo en compartir la responsabilidad con el secretariado.
No todos están de acuerdo. James Fullard, presidente de la Reserva Federal de San Luis, que el gobernador había sido «demasiado amable» al aceptar su parte de responsabilidad en la crisis financiera allí donde el resto de órganos regulatorios se habían lavado las manos.
La misma posibilidad de una regulación global efectiva ha sido puesta en duda por no pocos economistas, argumento que los pasados hechos parecen respaldar: detrás del estímulo a la compra de viviendas y al desmesurado crecimiento del tamaño y riesgo implícito de las agencias Fanny Mae y Freddy Mac se encontraba la administración estadounidense, que año tras año presionó a dichas entidades semipúblicas para que rebajasen los estándares de seguridad en la concesión de créditos hipotecarios.
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