El capitalismo financiero se tiene que reinventar. Necesita hacerlo ya y de forma imparable. Necesitamos abrazar lo que Juan Costa denomina el Multicapitalismo. Esta es una de las tesis fundamentales de un libro cargado de profundidad, análisis, datos, reflexiones, ideas para la acción y, sobre todo, de mucho amor por el planeta, por la libertad, por la sostenibilidad y por el PROGRESO (así, con mayúsculas).
Juan Costa de uno de los mayores expertos en Desarrollo Sostenible, Cambio Climático y Estrategia Corporativa. Su obsesión, diseñar estrategias para lograr que las empresas y organizaciones logren un mundo mejor. Cómo caminamos hacia un mundo con más progreso, sin destruir nuestro capital ecológico. Sin duda, es un libro muy documentado, escrito bajo el de rigor y apegado a la realidad.
Este jurista, líder en lo que se denomina ESG —cómo valorar las acciones y rentabilidad de estas en materia ambiental, social y corporativo—, ha sido Ministro de Ciencia y Tecnología, dos veces Secretario de Estado, ha pasado por el Fondo Monetario Internacional y tiene una larga trayectoria en el ámbito privado. Multicapitalismo es un libro que se suma a una cartera de reflexiones de otras obras como La Revolución Imparable, Corporate Income Tax Reform in Spain o también The Road to Reliable Nonfinancial Reporting”.
El capitalismo financiero ante una gran crisis de confianza
—Juan, ¿el capitalismo, tal y como lo conocemos y lo hemos estudiado en los libros de historia, ha llegado a su fin?
En absoluto. El capitalismo está asociado a la libertad y la cooperación. Con la caída del muro de Berlín en 1989 y la derrota del comunismo se han sumado al capitalismo 3.000 millones de personas.
Otra cosa, es que el capitalismo financiero en los últimos tiempos ha generado una gran crisis de confianza y que necesita reconectar con la sociedad. La mayoría social, en particular las clases medias, ha perdido la confianza en el sistema.
Soy un claro defensor del capitalismo y confío en el sistema porque siempre ha demostrado su capacidad de regenerarse, salir reforzado y mejorado de las crisis.
La mejor defensa del capitalismo es aceptar que está en crisis y que necesitamos actualizarlo y mejorarlo.
—¿Cómo visionas —y ya sé que es el tema central de tu obra, pero te pido una síntesis para nuestros lectores— el paso del capitalismo al multicapitalismo?
Hoy la riqueza, la creación de valor no puede identificarse sólo con el capital financiero. En los últimos 40 años han emergido nuevos capitales que antes tenían una menor relevancia: el capital intangible, el capital ecológico y el capital social.
Una empresa puede ganar dinero o una económica crear y destruir más valor para la sociedad del que crea. El crecimiento puede ser antieconómico.
El Multicapitalismo: múltiples capitales, reinventar el concepto de valor e imponer una nueva ética
El multicapitalismo supone pasar a un sistema de mercado basado en múltiples capitales, lo que implica reinventar el concepto de valor e imponer una nueva ética a las empresas y gobiernos.
—El capital ecológico, uno de los temas más trazados en tu libro, ¿qué es y por qué hemos crecido en deuda con nuestro medio ambiente? ¿Hay números al respecto?
El capital ecológico es el capital primario de la economía. Todos los demás capitales provienen de él. Pero hoy en muchos casos, puede sobreexplotarse y transformarse en capital financiero sin ningún coste porque no le hemos dado instrucciones al mercado para que lo proteja.
Como decía Thatcher, el libre mercado es un instrumento para alcanzar un fin y fracasaría si provocara más daño a la calidad de vida que la prosperidad producida por los bienes y servicios que crea.
En cuanto a los números, el medio ambiente es un recurso cada vez más escaso. Como ha señalado el Banco Mundial, entre 1995 y 2014 la importancia económica del capital ecológico se ha multiplicado por dos. Además, hay que apuntar que la contaminación atmosférica conlleva un coste anual en gastos sanitarios de 5 billones de dólares. Aún así, una de las reivindicaciones que hago en mi libro es la necesidad disponer de mejor información y datos que reflejen el impacto en el planeta y el agotamiento de recursos naturales.
El gran reto del multicapitalismo: que el crecimiento económico cree riqueza ecológica
—Una vez, en un congreso de Economía, escuché a Andreu Mas-Colell decir: sólo con nuestra riqueza, y no con nuestra pobreza, podremos salvar a nuestro medioambiente. Hablaba de la riqueza, del conocimiento, de la ciencia, de un cambio en las formas de producir… en contraposición al crecimiento cero o a la ‘vuelta’ a las ‘cavernas’, exagerando. ¿Coincides con este planteamiento?
Efectivamente el crecimiento cero es imposible. No hay un solo gobierno del mundo que lo defienda. Supondría decrecer o reducir la población.
En las dos primeras décadas nos enfrentamos a dos grandes retos: dar empleo a miles de trabajadores en las economías emergentes y financiar las pensiones de los países ricos. Necesitamos una economía en crecimiento.
El reto es hacer que el mercado haga que el crecimiento tenga como fin mantener o aumentar el stock de capital ecológico global. Dicho de la otra forma, nuestro crecimiento debe crear riqueza ecológica.
—¿Por qué este libro ahora, en este momento crítico y en medio de una pandemia? ¿Es un buen momento para tomar conciencia como ciudadanos?
Este libro surge de la necesidad de reflexión tras todos estos años trabajando en la lucha contra el cambio climático y el desarrollo sostenible. Para mí era el momento de parar y poner sobre el papel todos esos retos a los que nos enfrentamos. Y, en el camino, la pandemia viene a confirmar que los retos se están agravando y urge dar una respuesta.
La desestabilización climática tiene un gran potencial destructor y la crisis sanitaria y económica en la que nos encontramos, nos demuestra, una vez más, que las cosas horribles también pueden ocurrir, que el progreso e incluso la democracia no están garantizadas.
Uno capital crítico: el capital social
—Me gusta muchísimo cómo enfocas muchos de tus razonamientos hacia el capital social. Creo que se habla muy poco de ello. Por eso,
1.- ¿Cuál es la definición que más te gusta de capital social?
Es un activo intangible que tenemos las personas, las empresas y los países.
Si pensamos en España, el capital social es todo aquello que nos une y cohesiona, todo aquello que eleva la confianza que tenemos nuestras instituciones y en el resto de nuestros conciudadanos. Todo aquello que nos hace compartir un propósito y pensar en que crear prosperidad social debe ser un objetivo compartido por todos.
Los tres grandes enemigos del capital social son la corrupción, la desigualdad y los populismos que viven de devorarlo.
2.- ¿Qué relación existe entre capital social, progreso y bienestar económico?
En una economía intangible la relación es total: el capital social es confianza y sin confianza la cooperación, el motor del progreso en la nueva economía es imposible.
3.- ¿El capital social ayuda a innovar?
Está demostrado.
El capital social aumenta la confianza dentro del ecosistema de innovación, la confianza con los proveedores de capital y aumenta también los intercambios de información.
—En medio de esta revolución de tecnología, al menos en nuestro discurso, empieza a tomar cada vez más fuerza el ‘humanismo tecnológico’, poner a las personas en el centro. ¿Las empresas que sólo piensen en el bolsillo de sus clientes y no en valores, propósitos y en bienestar, están abocadas al fracaso?
Pensar solo en el bolsillo se llama cortoplacismo. Les pasa a muchas empresas todavía y lamentablemente, a casi todos los gobiernos.
Según Andrew G Haldome, si las empresas cotizadas no tuvieran la presión del corto plazo, la producción económica podría crecer un 20% más. Como todos los datos, se puede discutir, pero lo importante es aceptar que el cortoplacismo tiene un coste en términos de longevidad y rentabilidad de las empresas.
Contra el cortoplacismo el mejor antídoto es tener un propósito, un fin más allá del dinero.
Al final, el reconocimiento social de una empresa, la fidelidad y satisfacción de sus clientes y el nivel de compromiso de sus trabajadores son indicadores adelantados de su rentabilidad financiera futura.
El Multicapitalismo implica reinventar el concepto de valor y lo que es una empresa en el siglo XXI
—Y, en este sentido, ¿crees que necesitamos reinventar el management —que avanza a ritmos tectónicos desde hace más de un siglo—, es decir, la forma en la que nos organizamos? ¿Cómo creamos empresas más humanas, más apasionadas, más orientadas a un futuro más sostenible?
Creo necesario reinventar el concepto de valor, o de beneficio, y también nuestra forma de entender que es una empresa en el S XXI.
El beneficio debe ser la suma de las ganancias o pérdidas financieras, intangibles, ecológicas y sociales.
La empresa debe entenderse como un ser vivo que tiene que crecer con un propósito que une y ayuda a adaptarse.
Green is Good: el nuevo mantra de los inversores
—¿Cómo encaja el mundo financiero en esta visión del multicapitalismo? ¿Crecerán con fuerza los fondos de inversión de impacto social? ¿Son rentables?
El nuevo mantra en los mercados financieros es “Green is Good”.
Todos los indicadores reflejan que hay una preocupación creciente de toda la cadena de inversión, empresas, gestiones de fondos e inversiones institucionales por los aspectos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo
EY lleva trabajando en esto 10 años. Hay una preocupación creciente entre la ciudadanía imparable: tanto o más importante es reciclar como ejercer un consumo responsable y decidir a quién y para qué confían su dinero.
—Tienes un discurso imprescindible porque los principales activos que ya mueven el mundo —y lo seguirán haciendo con más fuerza— son los intangibles. Esto las empresas lo tienen cada vez más claro, ¿Y los gobiernos?
Las empresas son cada vez más conscientes de la importancia de gestionar su capital intangible para crecer en negocio y rentabilidad.
Casi todo el valor de capitulación del S&P 500 es intangible.
Pero todavía tenemos un largo camino que recorrer. Las prácticas corporativas para gestionar los activos intangibles están mucho menos desarrolladas que la experiencia en gestionar activos tangibles.
Una vez más, las empresas van por delante de los gobiernos.
Sobre los gobiernos, lo que diría es que deberían inventariar y medir el patrimonio intangible de sus países pero, para ello, se requieren líderes que vayan al paso de la sociedad.
La capacidad de pago de impuestos debe ir a la destrucción de capital ecológico
—¿Qué ha sido del famoso ‘quien contamina paga’? ¿Es efectivo, necesitamos redefinirlo? ¿Los impuestos pueden ayudarnos a mejorar nuestro bienestar?
Creo que si la riqueza ecológica es uno de los principales indicadores del potencial de crecimiento y de la prosperidad de un país, la destrucción de capital ecológico debería ser uno de los principales indicadores de la capacidad de pago de impuestos.
Si la prosperidad está basada en la combinación y creación de valor financiero, intangible, ecológico y social, como propongo en Multicapitalismo, el sistema tributario tiene que adaptarse a esta realidad.
—La cooperación es crítica, es un tema central en tu propuesta de multicapitalismo. Cómo visionas a 2030 los grandes cambios sociales y económicos a los que nos tenemos que enfrentar: ¿Dónde están las tendencias imparables a las que tenemos que prestar máxima atención?
No hay fuerza más poderosa en el planeta que la cooperación humana.
En España, la unión y la cohesión es la inversión más rentable que podemos hacer como país. Lo necesitamos para enfrentarnos a grandes retos como el pleno empleo, la transformación de la globalización, la emergencia climática y la crisis social y de confianza.
Tanto en la naturaleza, como en las empresas, los gobiernos y la sociedad, la clave de un ecosistema estable es quienes lo integran se adapten dinámicamente a unos límites y aprendan a cooperar entre ellos. Sin límites y sin cooperación, ningún ecosistema perdura.
—Por último, Juan, recomiéndanos 2/3 lecturas que consideres imprescindibles, además de tu magnífico libro, para seguir empapándonos de multicapitalismo.
Me lo pones difícil.
- Global Inequality (Branko Milanovic) que nos ayuda a entender la crisis de confianza a que nos enfrentamos en occidente;
- Circular Economy, the Next Big Opportunity (Wright 2019) que es una lectura rápida y muy sencilla para quien desconozca el potencial y los principios básicos de gestión en la economía circular;
- Y estoy impaciente por leer el libro de Isidoro Tapia que se publicará pronto y promete mucho “Un planeta diferente, un mundo nuevo”.