En un artículo previo presenté el demoledor panorama del mercado laboral español. Alto desempleo, baja formación, y jóvenes con contratos temporales representan prácticamente la mayor parte del empeoramiento del mercado laboral de España.
En aquella radiografía se proponía un plan de choque formativo : más educación y más capital humano, utilizando otras formas de enseñar. Mi argumento era que no podíamos dejar de invertir en las personas porque aún nos queda un largo recorrido para mejorar nuestros estándares formativos y sólo las personas con sus habilidades y conocimientos pueden transformar nuestro tejido productivo.
Meses después de aquellas reflexiones, aún está más de moda la austeridad. Austeridad es la palabra estrella, más incluso que el crecimiento económico, y es posible que esté llegando a las aulas: la educación está en el punto de mira en las Comunidades Autónomas. De producirse una bajada real (¡adicional!) de la calidad educativa, el error podría traernos consecuencias catastróficas a medio y largo plazo .
No valorar la posibilidad de hacer una inmersión absoluta para dotarse de recursos, aunque sea a través del endeudamiento -tan denostado últimamente-, y destinarlos a reformular y mejorar nuestro sistema educativo y, más bien lo contrario, valorar medidas para que “cueste menos”, tendrá un impacto en nuestra capacidad de crecimiento.
Hagamos un ejercicio de agudeza visual, como le gusta al gran Forges. Veamos los siguientes gráficos.
El primero de ellos muestra el número de personas en España que están “activas” en el mercado laboral. Esto significa que o bien están ocupadas o bien no lo están pero buscan un empleo. Además de distribuir esas personas por rango de edades, propongo hacer un análisis de su formación.
Tomo como formación media y alta aquellas personas con estudios a escala de FP hasta el doctorado, mientras denominamos baja formación al resto.
Personas activas en el mercado laboral según formación
(Fuente: INE)
En primer lugar, ¿hay más rojos o más azules? En todos los estratos de edad hay más azules que rojos. Esto quiere decir que hay menos personas de media y alta formación que de baja. Esto no es necesariamente bueno ni malo, es un dato objetivo.
El problema aparece cuando analizamos cuántas de esas personas activas están desempleadas. Aspecto que se analiza en la siguiente ilustración. Una vez más, ¿qué hay más azules o rojos? Y la respuesta es la misma, hay más personas en desempleo con baja cualificación que con alta.
Parados según formación
(Fuente: INE)
Esto parece una obviedad, si hay más activos de baja cualificación también habrá más parados. Bien, pero dentro de estos colectivos de edades, ¿influye la formación en la probabilidad de encontrar empleo? Veamos la respuesta en el siguiente gráfico:
Tasa de paro según formación
(Fuente: INE)
Una vez más, ¿hay más proporción de color azul o de color rojo? En todos los estratos de edad hay más azul que rojo: es menos probable, independientemente de tu edad, que estés en paro si tu formación es mejor.
La formación está valorada en el mercado laboral, hasta el punto de que las personas menos formadas tienen 2,14 veces mayor probabilidad de estar en desempleo que las más formadas.
¿Se resuelve el problema del desempleo de España llevando a las aulas de la FP y la universidad a todos los desempleados de baja cualificación? La respuesta para el corto plazo es seguramente un no. El actual mercado laboral de España no crea nuevos empleos, e incluso los más formados tienen tasas de paro de dos dígitos.
Pero el problema es que, de los 4,8 millones de parados, 3,9 millones no tienen una formación elevada. El problema que es que hay 1,6 millones de jóvenes desempleados con menos de 30 años, personas que quieren trabajar pero que no han acabado los estudios secundarios.
La situación en la que estamos me conduce a varias reflexiones:
..: Durante el boom, se generaron los incentivos para que los jóvenes se fueran de los “institutos a las obras”; jóvenes sin formación atraídos por los sueldos relativamente elevados en sectores que no demandaban una elevada cualificación. Consecuencia: una parte de nuestro capital humano se ha dejado de formar y de mejorar en términos de conocimientos académicos.
..: Tras la crisis, el descalabro laboral ha afectado de forma directa los menores de 30 años sin formación elevada, con contratos temporales en la construcción, los servicios (turismo, fundamentalmente) y la industria, en este orden. El capital humano de esas personas, que ya partía de niveles relativamente bajos, se deteriora aún más sin su uso productivo, porque ya se están convirtiendo en parados de larga duración.
..: El mercado no absorbe esta tipología de empleo en la actualidad. Eso ha llevado a que más de 935.000 jóvenes hayan dejado de ser “activos” en el mercado laboral. En 2007 había casi 5,6 millones menores de 30 años que o bien trabajaban o bien no lo hacían pero buscaban empleo. Hoy son un 17% menos. De no ser por dicha salida de la actividad, España tendría hoy un número de parados superior a los 5,5 millones de personas.
..: ¿Por qué hay menos jóvenes “activos” en el mercado laboral? Porque la crisis se ha cebado con ellos. Hoy un joven entre 16 y 19 años que quiere trabajar tiene una probabilidad de casi el 70% de no poder hacerlo. En general, si tienes menos de 30 años, la probabilidad de estar en paro es del 43%. En cambio, una cualificación elevada reduce esa probabilidad en 10 puntos, una cantidad que, aunque importante, solo reduce a un tercio la probabilidad de estar en el paro.
En la investigación académica existe un consenso bastante amplio de que un mayor gasto en educación tiene como consecuencia un mayor crecimiento, ¡incluso con lo difícil que es establecer consensos en los trabajos empíricos de crecimiento! Y es que:
- sólo con conocimiento puedes adaptarte al medio
- sólo con conocimiento puedes explorar nuevas oportunidades y crear donde antes nadie lo ha hecho
- sólo con conocimiento puedes obtener productividad a los recursos
- sólo con el conocimiento se puede crear una economía de las ideas
La austeridad educativa puede ser un lastre importante para la economía española. Una economía que no se ha caracterizado por tener un sistema público educativo relativamente grande en inversión. Países como Estados Unidos, Reino Unido, los países de la Zona Euro y de la OCDE en general tienen un gasto público en educación, según los datos de la UNESCO, superiores al 5,4% del PIB. En cambio, en España, ese gasto es del 4,6%.
Gastar más no es una garantía, pero sí muestra una preferencia de los países a destinar una cantidad importante de sus recursos públicos a la calidad educativa, así como también destinan más que España a Investigación, Desarrollo e Innovación. ¿Es esto casualidad? Precisamente es el conocimiento el que dota de productividad al resto de inversiones que existen en un país (son más productivas las carreteras si quien viaja por ellas realiza trabajos de alto valor añadido y también los aeropuertos, las escuelas o los hospitales). “No muerdas la mano de quien te da de comer, pues quizás deje de hacerlo” , es un viejo dicho que deberíamos considerar mientras el sector público busca recortar gastos incluso en educación.
4 Comentarios
Gracias, Esther, Gracias Quilopán por vuestros comentarios.
Esther, siento si te ha sonado a demagógico. Lo que quiero mostrar en este artículo es que la formación es clave para muchas cosas. Es importante para crear sociedad, para generar opciones personales a la gente y eso no se puede hacer sin dinero…en este sentido, me preocupa la austeridad en ese campo. Claro que se puede gastar mejor, claro que hay miles de cosas que hacer; pero cuidado en escudarse en eso y descuidar la formación como una herramienta clave! Tenemos que reinventarnos como personas, como empresas, y eso no lo vamos a lograr sin educación y es un dato que, en proporción, no destinamos la misma cantidad de recursos que en otros países. No sé si has leído mi entrada reciente sobre la crisis de los 35 años…tenemos un problema más que serio ahí.
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