En mi libro Un náufrago en la Bolsa, publicado en 2005, aventuré la posibilidad de que la bolsa española pasara 16 años en una “isla desierta“ a partir de marzo de 2000, basándome en el estudio de los ciclos bursátiles a largo plazo. Definí como isla desierta un período de tiempo durante el cual el índice de la bolsa podía subir en varias ocasiones pero que al final de dicho período no se habría revalorizado apenas (sin tener en cuenta los dividendos).
En el libro, los personajes Caos y Baltasar Cano mantienen la siguiente conversación en diciembre de 2003:
- Es posible que pases dieciséis años en una isla desierta —anunció Baltasar.
- ¿Y qué entiendes por eso? — pregunté.
- Me refiero a un período durante el cual el índice de la Bolsa tarda muchos años en volver a superar el máximo de un ciclo alcista. (…)
- ¿Quieres decir que en el año 2016 el índice de la bolsa puede estar al mismo nivel que en el máximo de marzo de 2000?
- Es posible.
- De modo que la Bolsa pasa largas temporadas en sus islas desiertas —dije.
- Ya lo creo. Puede pasar diez, quince o veinte años.
En marzo de 2000, el índice IBEX-35 alcanzó un nivel de 12.816 puntos. Cinco años más tarde, el 12 de marzo de 2003, llegó a 5.452 puntos. A continuación se triplicó hasta los 15.945 puntos, alcanzando ese nivel el día 8 de noviembre de 2007. Luego volvió a caer hasta los 5.956 puntos el 24 de julio de 2012. Aunque el 13 de abril de 2015 llegó a los 11.866 puntos, actualmente todavía está en torno a los 10.000. Esto significa que la bolsa española ya lleva quince años y medio en una isla desierta.
Mi idea entonces no fue la de hacer una predicción sino plantear la posibilidad de que la bolsa podía pasar muchos años en un ciclo bajista de largo plazo, pero que a pesar de ello un inversor podía llegar a buen puerto si aplicaba determinados principios. Es decir, lo importante no es intentar anticiparse a los acontecimientos sino saber orientarse en un entorno de incertidumbre constante.
Los principios explicados en Un náufrago en la Bolsa fueron elaborados en base a un estudio histórico de los ciclos bursátiles pero necesitaban ser validados en un nuevo ciclo bajista. El terremoto financiero de 2007-2009 dio una buena oportunidad para ello, de aquí que escribiera una segunda parte, que he titulado Caos en la Bolsa.
Considero que en agosto de 2015 tuvo lugar un aviso de ciclo bajista tal como lo defino en las obras antes mencionadas. Un aviso de estas características tiene lugar cuando el índice de la bolsa cae al menos un 15% desde su máximo anterior en un período de al menos cuatro meses y marca un nuevo mínimo en ese período. Esta circunstancia revela un deterioro de la confianza en aspectos clave de la economía.
Un ciclo bajista suele durar alrededor de nueve meses desde el aviso, de modo que el actual podría extenderse hasta alrededor de mayo de 2016. De todos modos, creo que será un ciclo intermedio, no del calibre de los de 2000-2002, 2007-2009 ni 2010-2012, sino que se parecerá más bien al de 1994-1995. Esto implica que más que intentar aprovechar las oscilaciones que van a producirse, es preferible seleccionar las acciones con especial cuidado. En un ciclo bajista, las empresas que suelen hacerlo relativamente peor que el mercado son aquellas que tienen problemas de solvencia, por lo que deberíamos evitarlas en los próximos meses. En mi blog invertirlowcost.com publico una lista de empresas más vulnerables en este sentido.
Lo que llama la atención es que las empresas con menor nivel de solvencia ya han tenido un comportamiento significativamente peor al del mercado recientemente, de modo que algunos pensarán que no pueden bajar mucho más. Es posible, pero no apostaría por ello. Pensemos que algunas de estas empresas siguen teniendo resultados negativos y que otras basan la mayor parte de sus beneficios en partidas extraordinarias.
Desde el 31 de julio llevo un pequeño experimento en Twitter (#ExperimentoIBEX) cuyo objetivo es contrastar una serie de hipótesis. Una de ellas es que vale la pena comprar sistemáticamente los valores que más caen en bolsa bajo el supuesto de que son las mejores oportunidades. En las cinco semanas transcurridas desde el inicio, esa hipótesis no ha resultado válida, aunque todavía es pronto para una conclusión definitiva. Pero me temo que en un ciclo bajista tal estrategia no va a mejorar sus resultados.
No es necesario variar de estrategia de inversión en un ciclo descendente si uno evita los valores de mayor riesgo pero es importante ser consciente de que probablemente se está en una tendencia de estas características. En una fase bajista la bolsa es seductora porque puede subir más de un 10% en cuestión de semanas en varias ocasiones (normalmente tres), que es lo que muchos desarían ganar en un año. Ocurre porque tras cada onda descendente, el índice recupera el terreno perdido y los inversores se apresuran en comprar porque tienen como referencia los máximos alcanzados previamente: son los pánicos compradores, tan típicos de los ciclos bajistas. Esta fase de seducción puede durar unos seis meses (como máximo) desde del aviso, así que probablemente se alargará hasta el mes de febrero de 2016.
Tras la calma chicha viene la etapa más demoledora. Cuando la bolsa ha logrado seducir a un gran número de inversores atraídos por la posibilidad de ganar un 10% o más en poco tiempo, causa verdaderos estragos en solo tres meses.
Los ciclos bajistas suelen seguir unas pautas bastantes regulares. Básicamente, unos seis meses de calma chicha en los que el índice de la bolsa oscila sin llegar a ningún sitio, y unos tres meses de tormenta. Esto puede hacer pensar a algunos que si el índice puede subir alrededor de un 10% en tres ocasiones a lo largo de seis meses, entonces es posible ganar un 30% en un mercado bajista.
Se trata de la misma ilusión que experimentan quienes ven por primera vez el gráfico del precio de una acción. Los valles y los picos se suceden con tal regularidad que uno cree haber descubierto la manera de hacerse rico en poco tiempo. Es un espejismo. No es lo mismo observar el bello perfil de unas montañas en el horizonte que subir a ellas.
Sobre el Autor:
Carlos Torres Blánquez
Autor de Invertir Low Cost: Nueve grandes estrategias de inversión en acciones con pequeños capitales
1 Comentario
El ibex con dividendos en el año 2000 estaba en 12.000 puntos. Hoy anda por los 24.000 puntos.
Y así es como hay que mirarlo.