Hoy sale a la venta nuestro libro La Burbuja Emprendedora, con la editorial Empresa Activa. Llevamos una década donde emprender es una moda. Nunca antes hemos creído en las infinitas posibilidades para nuestros jóvenes y no tan jóvenes, para los formados y no tan formados, para los parados y activos. Emprender es un estilo de vida, la vacuna ante cualquier mal económico. Le rendimos homenajes y cultos en eventos por toda la geografía. Talleres, espacios, subvenciones, préstamos, ayudas fiscales, fondos privados. Blogs, medios especializados, secciones en prácticamente todos los medios. Coaching, mentoring, startup, lean, business angels, venture capital, co-working, smart money, aceleradoras, incubadoras,… navegamos en un mar de conceptos importados, de expectativas, de ilusiones, de egos, de formadores y, por supuesto, de chamanes. Justo con el estallido de la gran crisis financiera surgió en el mundo toda una oleada de narrativas de éxito, de jóvenes que se podían hacer ricos al convertirse en la nueva esperanza tecnológica. ¿Cuánto hay de realidad? ¿Qué nos motivó a escribir este libro?
Escribimos La Burbuja Emprendedora porque las expectativas irracionales nunca desembocan en decisiones racionales y suelen acabar en disgustos. Porque, como dice Martin Varsavsky en el prólogo, «aunque emprender es arriesgar, se necesitan algunas alarmas bien activadas y algunas muescas en el revolver fruto de la experiencia»; y este libro trata de activarte las alarmas con humildad, con ejemplos, con la serenidad de quien está en la trinchera, de quien toca muchos cadáveres empresariales, pero también de quien ha visto florecer muchos negocios.
Hemos escrito este libro porque el pulso y la salud de una joven empresa no se mide por la cantidad o el número de inversores que apuestan por ella, sino por los clientes que consigue. Porque la propia definición de cliente la hemos olvidado. La sustituimos por visitas, descargas, usuarios o cualquier otra cosa menos una que es clave: disposición a pagar. Un cliente es quien está dispuesto a pagar por lo que le ofreces, y además de forma recurrente. Ésa es la base de todos los negocios.
Hemos escrito este libro porque es necesario, al hilo del problema de la prostitución de conceptos, repasar ciertos fundamentos que siempre han de estar en nuestro radar. Porque emprender requiere de capacidades, trabajo duro, experiencia, equipos, contactos, formación y mucha dosis de suerte. Y en la euforia los subestimamos. Porque creemos que lo único importante es el producto, y nos equivocamos. Porque creemos que la tecnología es un fin, y no las necesidades y los problemas de nuestros clientes. Porque creemos que el camino es una línea recta predecible, fácil y barata, cuando el camino está lleno de incertidumbres, difíciles de sortear y normalmente muy caras.
Porque hay muchos chamanes y vendedores de humo que se quieren aprovechar de las expectativas, y a veces la desesperación, de quien crea un negocio. Porque queremos ayudar a detectarlos para protegerse. Porque las ideas y el dinero no son suficientes, como mucho condiciones necesarias. Porque los atajos no suelen llevarnos a caminos firmes y adecuados. Hay que trabajar los fundamentos de las empresas con tesón, con inteligencia y crear opciones. Las opciones son tus aliadas: tener un plan A, B, C no sólo es un salvavidas, te ayudará a tomar decisiones más sensatas. El riesgo es muy silencioso, y cuanto más sepas sus reglas de juego, mejor.
La Burbuja Emprendedora te permite conocer estrategias financieras básicas, útiles y que te pueden evitar disgustos. Porque te explicamos con casos reales qué es el riesgo, qué es la incertidumbre, cómo sortearlos, cómo trabajarlos. Porque los inversores no son tontos. Pierden mucho dinero y necesitan protegerse. Porque no sólo el ecosistema necesita de buenos emprendedores, sino también de buenos y profesionales inversores. Porque el negocio de invertir no tiene por qué ser el mismo que el negocio de crear empresas rentables. Porque hay muchos mitos de los que te tienes que olvidar: el dinero no llega solo, ni gratis, a tus bolsillos.
Escribimos La Burbuja Emprendedora porque nos apasionan las empresas. Sobre todo, aquellas que resuelven problemas, crean valor y empleo, bombean cosas diferentes, soluciones diferentes, modos de enfrentarse la realidad para romper el puzzle. Creemos tanto en las empresas que vemos con dolor cómo las sanguijuelas se aprovechan de la debilidad, de las expectativas, de los patrimonios, de las ilusiones. Nos duele ver cómo se crean negocios subprime, como las hipotecas, que cuando estallen, como lo están haciendo cada vez más, acabarán con las expectativas de los jóvenes, de las personas que invierten y de quien puede crear verdadero valor. Nos duele pensar cómo las narrativas de éxito nos contaminan. Nos asombra cómo aún existe la creencia de que a golpe de decreto y algo de dinero se cree que se puede replicar un Silicon Valley en cada ciudad. Creemos tanto en las empresas —en las jóvenes, en las maduras, en las que crecen, en las que se reinventan, en las tecnológicas, en las no tecnológicas— que consideramos necesario profundizar en este mundo apasionante, pero también duro, complejo, difícil, a veces enfermo, otras eufórico, pero siempre apasionante. Si logramos que el lector pueda pensar en ello de forma racional y relajada y con ello ayudarle a pensar en la mejor forma de crear un negocio sólido, nuestra función se habrá cumplido.
Por último, el libro está ilustrado por uno de los grandes, y también de la familia Sintetia: Fernando Abadía. Desde ese casco de portada, que no dice nada y lo dice todo, hasta unas viñetas que van resumiendo los distintos capítulos. Un trabajo magnífico que facilita la lectura con ideas fuerza.
4 Comentarios
Enhorabuena!!! Seguro que es de mucha utilidad para aquellos que estamos en el mundo de los negocios. Yo ya tengo mi copia!!!
Abrazos y mucha suerte!!!
Gracias, Alex, abrazo grande
YO QUIERO OBTENER EL LIBRO . COMO HAGO
Muchas gracias, Patricia.
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