La primavera la Boston Consulting Group puso por fin números a la que para mí es la mayor dificultad que te puedes encontrar a la hora de innovar: Cómo compaginar el día a día con la exploración de nuevas oportunidades. El número es realmente sorprendente:
Apenas un 2% de las grandes empresas analizadas pueden considerarse ambidextras.
Tres de ellas, en diferentes sectores, son: Amazon (mundo digital), Toyota (mundo industrial) y Zara (¿de qué mundo es Zara?)
Si sólo el 2% de las grandes empresas, las que tienen capital, estructura y en teoría, se creen la importancia de la innovación, se pueden considerar ambidextras, imagina la enorme dificultad para las pymes.
Según los últimos datos del INE, en España apenas tenemos poco más de 10.000 empresas innovadoras (de más de 10 empleados). Consecuencia: no es nada fácil.
A continuación, algunas de mis reflexiones y propuestas, a partir de leer y madurar el informe, contrastándolo con mi experiencia en la trinchera ayudando a mis clientes a innovar.
#1 El día a día y la innovación son polos opuestos que se repelen
Todavía no me he encontrado a ningún profesional de la innovación que me diga que no tiene problemas con la gente de Marketing o los de Producción. O que tiene recursos suficientes.
Gestionar el día a día y la innovación estiran la empresa en dos direcciones opuestas, como si fuera una soka-tira.
Explotar el día a día es buscar la eficiencia y la excelencia en los procesos y operaciones, mientras que la innovación es buscar ideas radicales.
Los plazos del día a día son cortos, cercanos, apenas semanas o meses. En la innovación, la de verdad, el trabajo es de trimestres e incluso años, a través de sucesivas iteraciones
Las capacidades que necesitamos también son diferentes: para el día a día, personas que busquen la eficiencia, analíticas, ordenadas, perfeccionistas, mientras que para innovar necesitarás perfiles con conocimientos más amplios, multidisciplinar (los T-shape), inconformistas, ágiles y con mucha resiliencia.
El arte de los directivos en los próximos años será encontrar el punto de equilibrio para que no se rompa la cuerda por el lado más débil y caer en alguna de las dos trampas siguientes.
#2 Es muy fácil caer en la “trampa del éxito” y muy difícil salir
Cuando una empresa encuentra un producto que funciona, rápidamente dirige todos los esfuerzos a explotarlo. Recursos comerciales, pero también en producción para hacerlo cada vez mejor, de forma más eficiente y con pequeños cambios.
Se tiende a confundir mejora continua con innovación de verdad, y ahí radica la trampa del éxito. Mientras llegan los ingresos, no se dan cuenta que el mercado evoluciona.
Según BCG, sólo 1 de cada 5 empresas de las que caen en la trampa del éxito son capaces de escapar. Será muy fácil que se vean superadas por otros competidores más rápidos o sobre todo outsiders
#3 La trampa de la “búsqueda eterna”: Centrarse sólo en la innovación generará la muerte por I+D
Javier García publicaba hace poco un post en el que hablaba del riesgo de muerte por I+D. Aquellas empresas que invierten mucho en I+D e incluso meten dinero en start-ups, pero no consiguen resultados, tienen un problema.
Deberán afinar su sistema de innovación, porque el objetivo de la innovación es generar lo que yo llamo células de crecimiento: Unidades que irán creciendo hasta convertirse en las “vacas” a explotar en los años siguientes.
Otro riesgo se produce en aquellas empresas que caen en la trampa de “la búsqueda eterna”. Una estrategia exagerada, condicionada por la falta de paciencia hacia la innovación (muy propia de perfiles altamente innovadores). Algo así como desarrollar una innovación, lanzarla al mercado, pero no darle tiempo para venderla y rentabilizarla y pasar enseguida al siguiente reto de innovación. Caer en esta trampa asfixia a la empresa, porque no genera caja suficiente (vía ventas) para reinvertir en innovación.
#4 Las empresas ambidextras no tienen miedo a transformarse en otra cosa
Estas son las 4 características de las empresas ambidextras:
- Son excelentes en explotar y explorar: revisan a corto plazo sus estrategias y modelos de negocio, mientras que mejoran continuamente sus operaciones
- Mantienen un enfoque externo, para incorporar conocimiento de fuera de la empresa y detectar rápidamente los cambios del mercado
- Asumen la disrupción, incluso si es dolorosa para su modelo actual. Se transforman
- Tienen modelos claros para renovarse, con marcos temporales definidos.
Sólo piensa en Amazon: empezó vendiendo libros y ahora el 20% de sus ingresos proviene de su área de hosting, Amazon Web Services. Y por si fuera poco están preparados para prestar servicios financieros.
#5 El enfoque hacia fuera, hacia el entorno, ayuda a prever los cambios
La disrupción llega siempre de outsiders, actores que no pertenecen al sector y que están condicionados por las reglas y usos de la industria. En mi experiencia, todas las empresas con las que he trabajado me decían que su enfoque era el cliente. Pero muy pocas demostraban con sus procesos o acciones un “customer-centered aproach”. Algo para lo que el Design Thinking es fundamental.
Las empresas ambidextras miran continuamente hacia fuera, para poder escanear el mercado tanto en clientes como en proveedores y tecnologías, con procesos definidos. Crean ecosistemas permeables, en los que se relacionan con diferentes agentes en una estrategia de innovación abierta, sin alterar su día a día. E identifican nuevas megatendencias, que pueden explorar con sus aliados externos de innovación. Hablan sus hechos y no en sus webs corporativas.
#6 Los mercados cambian continuamente. Necesitamos humildad para asumirlo y adaptarnos. Aunque duela
Antes decía que el proceso de disrupción de una industria suele llegar a partir de tecnología importada por actores externos a la misma. Los outsiders
La respuesta natural de los líderes del sector es doble:
- Confiar en la fortaleza de su actual modelo de negocio, cuando realmente las condiciones del mercado han cambiado.
- Infravalorar las nuevas propuestas del mercado, porque “no conocen el sector como nosotros”.
Pero es una trampa. Siempre ha ocurrido que los sectores con mayor potencial son los más atractivos para los agentes externos.
Piensa en el sector financiero, inundado de pequeñas start-ups Fintech y amenazado por la llegada de los grandes monstruos GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple). Sólo hay una solución: competir con las mismas armas.
Ser disruptivos de verdad, aunque duela y dejarse de pequeñas innovaciones incrementales que apenas son cambios cosméticos o peor aún: se convierten en el postureo de la innovación.
#7 Cada empresa debe encontrar su modelo único que funcione
Cada vez me reafirmo más en que los procesos de innovación de una empresa son únicos y se deben diseñar en función de sus características propias: mercado, tipo de liderazgo, estructura… Puede haber puntos en común, las bases del modelo, que ya comenté en otro artículo en Sintetia.
A la hora de afrontar el reto de convertirse en una empresa ambidextra, la consultora BCG encontró diferentes enfoques adoptados por las empresas, aunque adaptados para cada caso
- Establecer horizontes temporales fijos, para explotar la cartera de productos, en el caso de entornos estables
- Explorar nuevas entradas en el mercado actual y adquirir la tecnología para desarrollarla internamente
- Explorar las nuevas ideas externas interesantes, adquirirlas y comercializarlas
- Testar muchas ideas en fases muy tempranas con poca inversión y centrar los esfuerzos en hacer avanzar las más prometedoras
- Crear una plataforma sobre la que terceras empresas puedan desarrollar su negocio
Reflexiones finales
Si te fijas, la empresa ambidextra se basa en la innovación abierta. Como dice el maestro Xavier Marcet en su libro “Esquivando la mediocridad”, la innovación abierta es el estado natural de la innovación. Combinar cerebros internos y externos para hacer realidad las ideas en el mercado.
La innovación abierta permite ser más ágiles, a la hora de testar ideas y llegar al mercado, porque vamos en colaboración. El esfuerzo es compartido y la velocidad, mayor. Además, permite adquirir capacidades que la empresa no tiene: tecnología, conocimiento de otros mercados, pero sobre todo acceder a talento.
Pero aplicar la innovación abierta de verdad no es fácil. Últimamente estamos viendo que casi toda gran empresa que se precie está montando su programa de aceleración de start-ups. Yo incluso colaboro en alguno. Pero como siempre que existe una moda, hay cierto postureo.
Aquí van algunos aprendizajes de mi experiencia para aplicar las estrategias abiertas:
- Tener claro el objetivo a conseguir con la innovación abierta y su encaje el modelo de negocio de la empresa
- Diseñar un proceso claro para escanear el mercado
- Diseñar un proceso tipo capital riesgo para financiar la innovación externa tipo hitos
- Contar con mentores externos para apoyar la validación ágil
- Y la más difícil por mi experiencia: diseñar un proceso para integrar las soluciones validadas en el día a día de la empresa.
Combinar la explotación del día a día para generar caja y explorar nuevos modelos de negocio para el futuro es quizás el mayor reto de las empresas en los próximos años. No se trata de ser como Amazon, Zara o Toyota. Pero al menos intentarlo, porque es el único camino para consolidar empresas con sentido.