«Tus resultados son los indicadores reactivos de tus hábitos. La cantidad de dinero que posees es un indicador reactivo de tus hábitos financieros. Tu peso actual es un indicador reactivo de tus hábitos alimenticios. Tu conocimiento es un indicador reactivo de tus hábitos de estudio. El aspecto de tu casa es un indicador reactivo de tus hábitos de orden y limpieza. Al final obtienes lo que repites.
Las pequeñas batallas que ganamos cada día son las que definen nuestro futuro.
El tiempo magnifica el margen entre éxito y fracaso y va a multiplicar aquello que repites con frecuencia. Los buenos hábitos terminan siendo tus aliados. Los malos hábitos acaban por convertirse en enemigos».
Desde que leí en profundidad a James Clear, y a Charles Duhigg, los hábitos y su comprensión profunda se han convertido casi en una obsesión para mí. Así es como llegué al libro de Lucía Jiménez Vida, Rituales de Hábitos.
Lucía es Licenciada y Máster en Periodismo por la Universidad de Sevilla y experta en Productividad y Hábitos. A través de sus formaciones, conferencias y contenidos en redes sociales, ayuda a otras personas a gestionar mejor su energía y su tiempo para que así puedan tener #másVIDA gracias al poder de los hábitos y la productividad consciente. Su canal de YouTube es todo un lugar de encuentro entre las mentes inquietas que quieren lograr que sus hábitos le definan.
¿Por qué los hábitos son críticos en nuestras vidas? Porque «La acumulación de muchos pasos en falso, un 1% de deterioro aquí y allá, finalmente se convierte en un grave problema». Lucía nos aporta algunas claves que sintetizan un libro brillante, cargado de ideas, tareas concretas y que te lleva a la acción.
¿Qué es un hábito?
—Lucía, ¿qué son esos rituales tras un hábito?
Los rituales de hábitos son rutinas que diseñamos con un objetivo en mente: situarnos en el estado de ánimo que necesitamos en cada momento (vitalidad, calma, concentración, etc.).
La diferencia entre un hábito y una rutina cualquiera es que lo practicamos con frecuencia, siempre en el mismo orden y con esa idea clara de qué queremos conseguir.
—Hay hábitos, la forma en la que ato mis zapatos, sin apenas ‘trascendencia’ pero otros podrían tener consecuencias extraordinarias. ¿En qué tengo que pensar para saber qué hábitos debo reforzar o crear, en caso de que no los tenga?
Aquellos hábitos que nos acercan a nuestras metas, a la vida que queremos vivir o esa imagen idealizada de nosotros mismos son los que tenemos que reforzar, aunque partiendo siempre de la aceptación. Primero me conozco, me acepto, me quiero y, desde ahí, puedo plantearme objetivos que me motiven.
—¿Cuánto hay de ciencia tras un hábito?
¡Todo es ciencia tras los hábitos! Nuestro cerebro crea este tipo de atajos mentales, de automatizaciones, con el fin de ahorrar energía. Sería agotador preguntarnos cada día cómo es eso de lavarnos los dientes, por ejemplo. Conocer cómo funciona nuestra mente nos ayuda a consolidar aquellos hábitos que nos interesan.
Lo que impide que los hábitos funcionen
—¿Qué 3 cosas JAMÁS deberíamos hacer si queremos consolidar un hábito en nosotros?
Al crear nuevos hábitos, deberíamos evitar iniciar demasiados hábitos a la vez:
- Mejor centrar nuestra atención en uno e ir incorporando otros poco a poco.
- También sería recomendable huir de metas poco realistas que nos frustren y nos hagan abandonar.
- Y, finalmente, sería aconsejable dejar a un lado hábitos que no nos motiven, que simplemente creamos necesarios por la influencia de otros.
—Y, al revés, ¿nos podrías resumir, lo que en tu libro se explica de forma sublime, un ejemplo de ritual para crear un hábito?
Un ritual relajante que practiquemos antes de irnos a dormir nos ayudará a descansar mejor. Se trata de apagar pantallas una hora antes de acostarnos y aprovechar este tiempo para realizar aquellos hábitos que nos ayudan a calmar nuestra mente: ducha y limpieza facial, tomar una infusión, leer un libro y meditar unos minutos, por ejemplo.
—Hay muchos ejemplos siempre de los hábitos de los deportistas. Pero en tu libro explicar que crear hábitos puede ser muy importante para cambiar nuestro mundo. ¿Nos podrías poner algún ejemplo que a ti te parezca apasionante?
Crear el hábito de escribir en mi diario todos los días, por ejemplo, me ayudó a sentirme más segura al escribir el libro, mis ideas fluían mejor. Del mismo modo, cuando decidí emprender mi negocio, lo compaginé durante un año con mi empleo en una gran empresa. Fue el hábito de dedicarle 30 minutos cada día lo que me permitió que pudiera centrarme 100% en mi emprendimiento y vivir de él.
Son pequeñas acciones que, repetidas con frecuencia, nos proporcionan grandes resultados.
La cultura corporativa y la creación de hábitos
—Un tema que me obsesiona son las culturas corporativas, en las empresas. Dos preguntas al respecto:
1.- ¿Hay grandes diferencias en los rituales respecto a crear hábitos individuales?
Al crear un ritual de hábitos, potenciamos su efecto, porque todas las actividades que lo conforman trabajan por un objetivo común, como hemos visto antes. Pero, además, nos permite consolidar varios hábitos a la vez, ya que el primero sirve de desencadenante del siguiente y, así, respectivamente.
2.- ¿Nos aportas 3 claves básicas para crear hábitos en los equipos?
- En primer lugar, es fundamental que el equipo conozca el porqué. La motivación nace de los motivos y, si estos no están claros, será imposible afianzar hábitos organizacionales.
- Además, deberemos incorporarlos de forma progresiva.
- Y, para terminar, es recomendable hacer un seguimiento y recibir feedback del equipo para saber cómo los llevan y posibilidades de mejora.
—¿Eres del Club de las 5 de la mañana?
Durante años, me estuve levantando a esta hora para dedicarme las primeras horas del día y esto me ayudaba a ser mucho más productiva. Sin embargo, cuando me quedé embarazada, mi cuerpo me pidió dormir más y decidí escucharlo. Ahora, con mi bebé, aún no puedo levantarme a esta hora, pero me sigo considerando del Club porque entre mis objetivos está volver a hacerlo.
—¿Me debo sentir ‘fatal’ si no soy capaz de levantarme a las 5 de la mañana?
¡En absoluto! Levantarnos a las 5 de la mañana es una decisión personal y depende de muchos factores: las circunstancias que nos rodean, los objetivos que tenemos, nuestro horario habitual, etcétera.
La visualización y los resultados
—¿Qué papel juega la ‘visualización’, el imaginarnos una y otra vez haciendo una tarea concreta, en los resultados y la creación de un hábito?
Cuando imaginamos, se activan en nuestro cerebro las mismas partes que cuando recordamos. Por lo tanto, al visualizar estamos generando recuerdos para el futuro.
La visualización es un hábito especialmente útil cuando nos enfrentamos a un reto, cómo hablar en público o incluso hacer ejercicio, porque nuestra mente lo identifica como un entorno conocido y eso nos ayuda a disminuir posibles miedos o preocupaciones.
—El gran enemigo… siempre al acecho, ¡nuestros pensamientos! Son muchas las ideas que nos aportas en el libro, pero, ¿puedes aportarnos lo que crees que MÁS ayuda a controlar nuestros pensamientos negativos en medio del sufrimiento de crear un hábito?
Lo primero es que crear un nuevo hábito jamas debería suponer un sufrimiento y, para ello, tendremos claro por qué lo hacemos y nos encargaremos de que el hábito sea atractivo. Si aún así tenemos creencias limitantes que nos impiden avanzar, buscaremos sustituirlas por otras: en lugar de «nunca he podido hacer ejercicio» nos diremos «hasta ahora no había sido capaz de hacer ejercicio, pero ahora tengo nuevas herramientas que me ayudarán a conseguirlo».
—¿Qué 3 libros nos recomienda Lucía porque le ayudaron a pensar mejor sus hábitos y su mejora continua?
- El poder de los hábitos,
- Hábitos atómicos.
- y Máximo rendimiento son tres títulos que disfruté mucho.