Innovar es un verbo tan usado, manoseado y re-utilizado que, a veces, se pierde el norte. Dejamos de saber qué es, cómo, por qué. No entendemos si es producto del marketing o, en realidad, una palanca del managament para transformar a las organizaciones.
Para vacunarnos de chamanes, como le gusta decir a nuestro amigo Víctor Lapuente, necesitamos profesionales con conocimiento profundo. Una capacidad teórica poderosa para comprender y analizar qué hay detrás de las tripas intangibles que construyen una organización. Necesitamos mentes lúcidas acompañadas de una profunda experiencia. Y así es Marcel Planellas.
Marcel es Profesor del Departamento de Dirección General y Estrategia de ESADE Business School (Universidad Ramon Llull) desde 1986, donde imparte clases sobre estrategia e innovación en diferentes programas y países.
Ha escrito el caso de elBulli (Harvard Business Publishing) y coordinado el reto «Challenge for Business Innovation» (C4BI), organizado por ESADE y elBullifoundation, donde equipos de estudiantes de diferentes instituciones (MIT, Berkeley, Copenhague, Aalto, Cambridge, y ESADE) compitieron aplicando la Auditoria de la Innovación a diversas empresas y organizaciones.
Vamos a entrar a conocer las tripas de la innovación. Esto va de cocinar… ¡empresas sólidas y de futuro!
—Marcel, ¿Por qué te pusiste manos a la obra para crear un Libro Rojo de la Innovación? ¿Qué querías transmitir?
Estoy convencido que la innovación será cada vez más importante para las empresas y su gestión uno de los principales retos para los directivos.
No creo que sea necesario escribir más libros blancos de diagnóstico de la situación, ni “blueprints” de propuestas estructurales. Me parece que es el momento de ayudar a hacer, de pasar a la acción.
De ahí surge este libro rojo, para ayudar a los directivos y empresarios a impulsar la innovación en sus organizaciones.
—Innovación, como muchos conceptos, parece que los manoseamos muchísimo, hasta el punto que pierden valor. ¿Cuál es para ti la mejor definición de innovación?
Hay una cierta confusión entre creatividad, que es tener ideas, e innovación, que es llevar estas ideas al mercado y que encuentren clientes.
Para innovar se requiere conocer, saber tener nuevas ideas y llevarlas a la práctica. Quizás hasta ahora se ha asociado innovación con generar ideas, pero si no se tiene el saber previo necesario y la capacidad para llevarlas a la práctica se pueden quedar en buenas intenciones.
El sistema innovador de elBulli como ejemplo
—¿Por qué la cocina es un maravilloso mundo/ejemplo para enseñar lo estratégico e importante de la innovación en una organización?
Algunos estudiantes critican que siempre citamos casos de innovación de startups o de grandes tecnológicas. He querido revisar el caso de elBulli, una pyme situada en una cala de la Costa Brava, que transformó el sector de la alta restauración a través de una innovación radical y disruptiva.
Ferran Adrià y elBulli eran más conocidos por sus platos y los premios recibidos, ahora he querido desvelar el sistema innovador que lo hizo posible.
—Hablas de innovación, y en concreto también en elBulli, como algo abierto. Estar abierto a disciplinas. ¿todo sector tiene que ser receptivo a ideas, tecnologías y desafíos del resto de sectores, aunque parezca que no va con ellos?
Tradicionalmente las cocinas de los grandes chefs eran como castillos cerrados a cal y canto.
Una de las principales innovaciones de Ferran Adrià fue desarrollar una red de relaciones con personas de otras disciplinas. Todo un ejemplo de innovación abierta.
Las empresas pueden innovar internamente y externamente, a través de la colaboración con otras empresas, centros de investigación o nuevas empresas.
Innovar y auditar…
—Hablas de Auditoría e innovación. Juntos suenan muy mal… pero ¿qué pretendes transmitir con la idea de la Auditoría de la innovación?
Hay colegas que me han dicho que era un oxímoron. “Auditoria” se asimila al ámbito económico-financiero y se considera una aburrida obligación. Mientras “innovación” se asocia con invención y novedad, con actividades casi lúdicas.
Si profundizamos veremos que estas etiquetas tienen su base en falsas creencias y en resistencias al cambio que surgen cuando se quiere innovar.
- ¿Por qué no se ha de poder auditar la gestión de la innovación?
- ¿Hacer periódicamente una Auditoría de la Innovación no sería una buena práctica de gestión? ¿
- Podría resultar de utilidad para tener un mejor diagnóstico del nivel de innovación de la empresa?
- ¿Ayudaría descubrir cuáles han sido los factores que han provocado los fracasos de los proyectos innovadores?
- ¿Mejoraríamos si pudiésemos evaluar de forma periódica el funcionamiento del sistema innovador de la empresa?
- ¿Podríamos proponer nuevas líneas de innovación futuras para la empresa?
Defiendo que la innovación se puede y se debe gestionar. La Auditoría de la Innovación quiere ser una nueva herramienta para ayudar a los directivos y empresarios a gestionar la innovación en sus organizaciones.
—Cuando entras en una organización, ¿en qué te fijas primero para saber si tienen una cultura innovadora?
Preguntar por el tiempo que dedica el director general a la innovación suele ser un buen indicador de la importancia que tiene para la empresa. Se reconoce la importancia, pero normalmente se dedica poco tiempo y recursos a la innovación. Otra información relevante es preguntar por las últimas innovaciones que han llegado al mercado. Aquí sorprende ver las dificultades que tiene algunas empresas para gestionar la información sobre sus innovaciones, en contraste con los datos sobre su situación económico-financiera o de ventas. Y una tercera pregunta puede ser sobre los motivos de los fracasos de las innovaciones.
Normalmente no se dedica mucho tiempo a analizar qué ha sucedido: se abandona el proyecto cortando el grifo de los recursos y se lanza un nuevo proyecto.
Matar la innovación y el liderazgo
—Innovar va de personas, hablas de cultura, hablas de creatividad, de recursos, de incentivos. A este respecto:
1.- ¿Qué cosas MATAN la capacidad de innovar en una organización?
La innovación es asesinada con mucha más frecuencia que recibe apoyo en las organizaciones. Esto no se debe a que los directivos y empresarios quieran vengarse. Al contrario, la mayoría cree en la necesidad y la importancia de la innovación.
La capacidad de innovar se aniquila de forma inconsciente todos los días por entornos organizativos orientados al corto plazo, a maximizar la explotación de los negocios actuales.
Sin duda, las empresas tienen que mejorar su eficiencia para explotar sus negocios actuales. Pero si no dedican tiempo y recursos a la innovación, a explorar nuevos negocios, también están poniendo en riesgo su sobrevivencia.
2.- ¿Qué diferencia de manera determinante el liderazgo y la gestión de personas de alto rendimiento en una organización innovadora?
Cuando tienes que liderar un equipo formado por personas de alto rendimiento en una organización innovadora no es una tarea sencilla y, más allá de reflexiones genéricas, quisiera proponer seis prácticas de gestión, sintetizados de manera telegráfica:
- asignar retos (encontrar para cada persona el proyecto que sea un reto profesional y que fomente su motivación intrínseca),
- dar libertad (ofrecer a las personas y a los equipos autonomía respecto a los medios, no a los fines),
- recursos (sobre todos tiempo y presupuesto),
- formar equipos (compuestos por personas con diferentes conocimientos y estilos),
- supervisar y reconocer (seguir los resultados y dar valor al trabajo realizado).
—Si le tuvieras que decir a un directivo del metal (por ejemplo, y por irnos a un extremo) por qué estudiar el caso de elBulli (como lo haces de forma brillante en el libro) puede inspirarle a mejorar su sector, ¿qué 3 razones le darías?
- Primero, le diría que el caso de elBulli no es un ejemplo a seguir, no todas las empresas han de ser innovadoras radicales, pero sirve para ver que es posible que una PYME transforme un sector a través de la innovación.
- Segundo, puede ser interesante descubrir cuál era su sistema innovador para renovar el 100% del menú degustación cada año y lograr ser reconocido por los críticos y sus pares como el mejor restaurante del mundo durante cinco años.
- Y, tercero, conocer la historia de estos dos jóvenes emprendedores que pasaron de ser asalariados a propietarios, que aguantaron durante catorce años y que supieron encontrar un modelo negocio para sostener la innovación.
La gestión de la innovación es imprescindible
—Nuestros datos de I+D, incluso de innovación empresarial son de los peores de Europa. Y no parece que haya indicios de mejora. ¿Qué pasa que este discurso de la innovación no cala entre las empresas, ni tampoco entre quien legista y fomenta esto desde la Administración Pública?
Me parece que la necesidad de la innovación sí que ha calado dentro de las empresas y otras organizaciones.
La dificultad está en la falta de herramientas para gestionar la innovación.
Los directivos disponen de muchas herramientas para gestionar, por ejemplo, las finanzas o las ventas. Pero cuando se trata de gestionar la innovación desconocen cómo hacerlo.
La Auditoría de la Innovación surge con la voluntad de intentar cubrir este hueco, como una nueva herramienta para contribuir a mejorar la gestión de la innovación.
Mitos y realidades de innovar
— Hay un discurso por ahí con algunas máximas que me gustaría debatir contigo:
1.- Innovar es cosa de batas blancas, ¿qué opinas?
Innovar es cosa de batas blancas, de monos azules, de trajes y de sportwear. Este es otro mito a desmontar. Se puede innovar en la investigación, en la fabricación, en el modelo de negocio o en la digitalización.
La innovación puede ser una actividad transversal y se puede dar en todos los departamentos de la organización, no es una actividad aislada del departamento de I+D o de tecnología. Estos departamentos, al igual que el CIO (responsable de innovación) pueden actuar como catalizadores, pero es el conjunto de la organización que ha de tener una actitud innovadora y abierta al cambio.
2.- Innovar es cosa de grandes empresas, porque tienen dinero, ¿qué opinas?
Innovar no es una actividad binaria: se innova o no se innova. Es muy importante que las empresas entiendan que hay diferentes niveles y perfiles de innovación.
Se puede versionar o adaptar innovaciones que han tenido éxito en otras geografías o sectores. Otras empresas pueden innovar de manera ocasional o incremental. Y, en el nivel más alto, tendríamos las innovaciones más disruptivas. Cada empresa puede y debe innovar, seleccionado el nivel que quiere alcanzar en función de sus capacidades y recursos.
3.- La Investigación y Desarrollo no sirve de nada, porque está muy lejos del mercado, ¿qué opinas?
La investigación es fundamental para innovar, pero no suficientes.
Hay demasiado esfuerzo por crear conocimiento que no consigue llegar al mercado y convertirse en un producto o servicio que sea considerado de utilidad por los futuros clientes y usuarios.
Aquí son claves las conexiones y la aproximación de la investigación al mercado. Definir procesos más interactivos, testear las ideas y conceptos, contrastarlos antes con el mercado para desarrollar prototipos más ajustados y viables.
4.- No innovamos porque nuestros clientes NO nos lo exigen, ¿crees que esto es posible?
Escuchar con atención las quejas de los clientes, y los motivos de los no clientes, pueden ser una fuente de ideas para mejorar el producto o el servicio actual.
Aunque las peticiones de los clientes actuales van a ser normalmente mejoras o innovaciones incrementales. Difícilmente los clientes actuales van a exigir una innovación disruptiva que no existe o de la que quizás no van a ser clientes. Por este motivo, muchas de las innovaciones disruptivas no han surgido de las grandes empresas sino de nuevas empresas que han nacido buscando nuevos clientes.
5.- La sostenibilidad ambiental y el cambio climático exigirá un cambio total de tecnologías, de consumo, de innovaciones, ¿Estaremos preparados para subirnos a ese tren?
Un entorno VUCA como el actual exigirá a las empresas una gran capacidad de adaptación y cambio constante. La sostenibilidad ambiental y la lucha contra el cambio climático requerirá transformaciones a todos los niveles de las organizaciones.
Cómo también se está produciendo con los procesos de digitalización o los cambios en las necesidades de los consumidores. Es en este entorno, tan incierto y cambiante, surge con mayor fuerza la necesidad de incorporar la gestión de la innovación en las empresas. La innovación está pasando de ser una opción, a una obligación. Las empresas han de aprender a innovar para cambiar y vivir en el siglo XXI.
Los clásicos para leer y releer
—Por último, algunas preguntas cortas:
1.- ¿Qué libro te impactó, Marcel, y siempre acudes a él?
Al escribir este libro he revisado lecturas de diferentes autores para ver la evolución de las ideas sobre la innovación. Desde las olas de destrucción creativa hasta los océanos azules, pasando por la innovación abierta y la disruptiva, las fuentes de la innovación y los disparos a la luna. Me ha sorprendido la actualidad de los clásicos, como Schumpeter o Drucker, y las diferentes perspectivas desde la economía o del management, pero también desde la sociología, la psicología, la física, el diseño o los programadores de software.
Me gustaría mencionar a Jorge Wagensberg, un profesor de física e investigador que intento acercar la ciencia al público en general, y su último libro publicado “Teoría de la Creatividad”. Un alegato en favor de invertir en el cultivo de nuevas ideas.
Defiende que el mundo es incierto y no hay función humana que se pueda perpetuar con las ideas de siempre. Para Wagensberg, prescindir de las nuevas ideas es como dejar de batir las alas.
2.- ¿Qué rutina haces y no puedes dejar de hacer para mantenerte activo y creativo?
Cada año, desde 1986, realizo una auditoria de mi desempeño y un plan para el próximo curso académico donde combino tres actividades: investigar, enseñar y divulgar.
En cada una de estas tres actividades intento introducir nuevos proyectos, nuevos retos que me confronten con situaciones nuevas de las que espero poder aprender. La curiosidad intelectual me lleva a interesarme por casos y experiencias singulares, como la de Ferran Adrià y elBulli.
Soy un apasionado de la educación y como profesor me gusta acompañar a las personas en su proceso de aprendizaje. Cómo consultor asesoro en procesos de reflexión estratégica y también he sido consejero en diversos consejos de administración.
3.- ¿De qué proyecto actual estás más orgulloso?
Ahora estoy con “El Libro Rojo de la Innovación”, un proyecto cocinado a lo largo de seis años. Que surge después de la exposición sobre el proceso creativo de elBullirestaurante en Madrid. Que primero se trabaja para desarrollar un prototipo de cuestionario. Y después llevamos a la práctica con los estudiantes, diferentes instituciones internacionales que lo aplican a las organizaciones que participaron en las cuatro ediciones del Creativity for Business Innovation Challenge (C4BI). Con tesinas y en el periódico ARA.
Ha sido un proceso que nos ha permitido testar y realizar diversas versiones de esta nueva herramienta. Una metodología que queremos dar a conocer a través de este libro para ayudar a mejorar la gestión de la innovación en la empresa y las organizaciones.
4.- ¿Quién te gustaría que leyera este magnífico Libro Rojo de la Innovación?
Este libro está escrito especialmente para los directivos, empresarios, y consultores que quieran impulsar la innovación en sus organizaciones, ya sea una pequeña y mediana empresa o una multinacional, una startup o una organización sin ánimo de lucro, una empresa industrial o de servicios.
También puede ser de utilidad para los estudiantes que quieran hacer de la dirección y la gestión de las organizaciones su profesión, los que cursan grados o masters, y para los participantes de los cursos de formación continuada, los directivos inquietos que quieren seguir formándose a lo largo de su carrera profesional.
Deseos empresariales para innovar en España
5.- Si pudieras pedir UN deseo empresarial para España, ¿Cuál sería?
- Que todas las empresas comprendan que para sobrevivir en este incierto siglo XXI van a tener que innovar.
- Toda empresa puede y debe innovar.
- Los directivos han de ser ambidiestros para poder explotar y explorar a la vez.
- Cada empresa ha de decidir el nivel y el perfil innovador que quiere alcanzar.
- Ahora existen nuevas herramientas para gestionar la innovación.
- Hay que pasar a la acción, lanzarse a innovar.