Persona Altamente Sensible, o PAS, se está convirtiendo en un término extendido y conocido. Hace años yo salía del ‘armario’:
«Soy Javi García y soy una Persona Altamente Sensible, más conocido por su acrónimo PAS. Es un rasgo de la personalidad con el que naces. Y no, esto no va de que te pases la vida llorando ni seas blandito de carácter, ni tengas una incapacidad para hacer cualquier cosa que te propongas. Esto va de otra cosa.
Imagina que te pones unas Google Glass o similares (ahora parece que han dejado de estar de moda pero es que el ejemplo me viene perfecto). Con esas gafas, a las que se acopla un audífono empiezas a ver sutilezas que antes no veías: los gestos de esa persona que tienes a varios metros de ti (aunque no la hayas visto jamás), una taza que está a punto de caerse, un mal gesto, oyes cosas que parecía que no existían, es como si te pusieran un sonar, te llegan estímulos de todos los sitios. De repente la tele que está puesta de fondo te parece que está muy alta. Si hablan dos personas a la vez, algo muy normal cuando estás con tus colegas, te saturas. Ir a eventos masivos puede ser una tortura. La comida te sabe más. Los olores te resultan más intensos. Vas al cine y tu empatía es tan grande que no puedes ver películas muy agresivas o de miedo porque las vives como una realidad. En definitiva, recibes tanta información que hay una alta probabilidad de que te satures fácil sino sabes dominarlo»
Soy un ferviente defensor de que la sensibilidad, la empatía y lo que nos haga ser humanos. No sólo para sumar en la vida, sino también para sumar en los negocios.
Como le decía a Meritxell García, nuestra invitada de hoy, esta es una de las entrevistas más difíciles que he hecho en Sintetia, y llevo cientos. Ella es una de las mayores expertas en sensibilidad y empatía de España, ha publicado varios libros y tiene una capacidad de aportar valor en sus reflexiones increíble. Su nuevo libro La fuerza de ser altamente sensible es de obligada lectura para toda aquella persona que quiera comprender qué siente, cómo vive, cómo relacionarse con una PAS. Tu forma de educar, relacionarte, trabajar y relacionarte con una PAS cambiará después de leer este libro. Lo que aparenta una debilidad (la sensibilidad y la vulnerabilidad) Maritxell ayuda a entenderlo como una fortaleza.
Confío en que sus ideas —muy contrastadas con profundas investigaciones— te ayuden a comprenderte mejor, y a la vez, relacionarte mejor con una Persona Altamente Sensible…
1 de cada 3 personas son PAS
—Sabemos que casi 1 de cada 3 personas tenemos una alta sensibilidad. Pero, te reto a que me digas para ti que 5 (sólo 5) aspectos analizarías en una persona para evaluar su alta sensibilidad.
- Cómo pensamos. Nos caracterizamos por un pensamiento arborio. En cosa de segundos podemos estar en una conversación y hacemos saltos mentales a un pensamiento que aparentemente no tiene nada que ver. La magia del procesamiento profundo de la información y las conexiones creativas en su máximo esplendor.
- Cómo sentimos. La intensidad emocional es sin duda una característica que nos hace destacar. Somos “los locos de la colina”, aquellos que están eufóricos y contentos o tristes y apagados. La intensidad nos lleva a vivir la vida con pasión en todo el espectro emocional
- Cómo percibimos. Olores, sabores, ruidos, texturas…Un gran abanico de sensaciones corporales, sensoriales, físicas y mentales que no enganchan, nos abruman, repelen y nos encantan depende del momento y el estímulo.
- Cómo empatizamos. Podemos notar las sutilezas en el lenguaje corporal sin ser conscientes de ello e incluso saber qué hacer para que alguien se sienta mejor. A veces entramos en un rol del salvador que nos perjudica por querer mantener una armonía que no es nuestra responsabilidad. El contagio emocional es una tendencia que debemos aprender a gestionar.
- Cómo reaccionamos. Podemos pasar de la persona más calmada a una reacción emocional de risa o llanto o quizá todo a la vez. La intensidad emocional a veces se lleva la razón por delante si no estamos gestionados y trabajados. Por eso es vital el autoconocimiento, la autonomía y la autorregulación.
PAS y la ciencia
—Desde una perspectiva más científica, ¿se ha constatado esta sensibilidad en los cerebros de una PAS?
Absolutamente. Hay científicos de primer nivel como Michael Pluess y Bianca Acevedo que han estudiado los cerebros de personas altamente sensibles y cómo interactúan con el entorno, las emociones y los estímulos.
No sólo han sido psicólogos y neurólogos sino que también biólogos, antropólogos los que han estudiado la alta sensibilidad y la sensibilidad de procesamiento sensorial en el ser humano y en otras más de 100 especies de animales.
La sensibilidad no es exclusiva de los humanos y ser altamente sensible es una respuesta de la naturaleza a las necesidades de la comunidad y la supervivencia de la especie.
—Personalmente, la alta sensibilidad me ha costado muchísimos desafíos personales y profesiones. Empecemos por lo personales:
1.- Me agota ir a reuniones con muchas personas porque, aunque estoy entrenado, la sobre estimulación me machaca. Y, rápido, surge el que me cataloga de “débil”, aburrido o varios casos más… ¿Te ha pasado a ti? ¿Puede esto generar cierto aislamiento?
Puedes sentirte como el bicho raro de la sala, sin lugar a dudas.
En mi vida anterior que trabajaba como ejecutiva en una empresa americana había vivido episodios de todos los tipos en el mundo empresarial.
Aprendí a no encorsetarme en lo que estaba establecido y crear mis propias normas, decidir cómo serían las reuniones, cómo trabajaba con mi equipo y qué tipo de dinámicas se generaban.
Yo tenía la suerte de ser la líder y el cambio estaba en mis manos no sólo para sentirme mejor en estos ambientes sino para promover la creatividad, innovación, empatía y seguridad que hacía a los miembros de mi equipo fueran más colaborativos.
Se acabaron las reuniones de fichar, las reuniones largas sin conclusiones en las que va por encima el presencialismo que los resultados. A veces no tenemos la suerte de ser el motor de cambio pero podemos llevarnos las herramientas que nos funcionan a la reunión para autoregularnos, proponer cambios y capitanearlos en la medida de lo posible.
2.- No ser capaz de abordar procesos de grandes discusiones, porque me suelen alterar mucho. Lo que para ciertas personas son procesos “habituales y no traumáticos” para mí, a nivel personal, puede ser terriblemente duro.
Somos unos amantes de la armonía y los conflictos nos repulsan a primera vista. Para mí la clave ha sido trabajar en la armonía interna que sí depende de mí. Conseguir una armonía externa está fuera del alcance y necesita de la participación activa de todos los miembros para remar en esa dirección.
La autoempatía y la armonía interna es clave para afrontar conflictos. Cuando la paz interior está presente los conflictos son oportunidades para expresar necesidades y sentimientos que de otra forma enterramos y pretendemos que no existen.
No es fácil pero no solo es posible sino que es necesario. Si evitas el conflicto el conflicto se persigue, se hace bola y al final es un alud que te atropella sin que puedas gestionar bien el entorno, el mensaje y a ti mismo para que la comunicación sea un éxito.
—Esto es complejo, lo leía en la biografía de Will Smith, que para mí tiene todos los rasgos de un PAS: Aprendió a oler el mal rollo (sobre todo con su padre) incluso antes de que se celebrará… y hacía lo que fuera por evitarlo. Esto me pasó en mi infancia. Esta hipersensibilidad de estar pendiente de percibir casi qué va a ocurrir y que tienes que hacer algo para evitarlo, ¿no nos agota?
La percepción de que algo va a ocurrir y ser los únicos que avistamos esa posibilidad nos genera un complejo de Dios en el que nos creemos los únicos que podemos resolverlo. La realidad es que tener la capacidad de ver que algo va a ocurrir no significa que tengamos la responsabilidad de evitarlo. El proceso de intentarlo, el esfuerzo, intentar hacer ver a los que no lo ven que viene el lobo es una tarea titánica que muchas veces no sirve para mucho.
Hay que escoger bien las batallas y dejar ir cuando no depende de nosotros. Debemos dejar de ser los guardianes de la justicia para cuidar de nuestras propias necesidades. En estas situaciones pregúntate. ¿Es mi batalla? Y si lo es, hay distintos grados de intervención. Agotarse en el proceso no es una buena opción para tu sistema nervioso sensible.
Mi mente como un barrio de mala muerte
— Tengo una frase que me define como PAS y la dije en alguna conferencia que hice al respecto. Me paso toda la vida luchando contra mí propia mente. Controlar los estímulos, usarlos como algo positivo y sobrevivir. Pero tenemos una lucha mental quizás muy superior a los demás. ¿estás de acuerdo?
Hay una frase de Anne Lamott que me encanta que dice así: Mi mente es como un barrio de mala muerte, intento no ir allí sola.
La mente intenta controlar y es probablemente —de la tríada cuerpo, corazón y mente— la que tenemos más entrenada. Hay que cuidar el cuerpo y el corazón que tienen una sabiduría interna poderosa que nos ayuda a que la mente poco a poco ocupe el lugar que le corresponde. Nuestro cerebro es una gran maquina de anticipación y predicción, nuestro corazón y cuerpo viven en el hoy, en el presente y hay que cultivar un camino para que sus recursos afloren.
Las luchas mentales las tenemos todos pero es un entrenamiento. Cuanto más usamos los pensamientos negativos e intrusivos nuestro cerebro más nos los lanza porque ve que nos sirven, los usamos. Si dejamos de usarlos y tomamos un camino distinto te aseguro que ese barrio de mala muerte se va a convertir en uno de casitas ajardinadas.
—¿Hay algún tipo de gimnasio o recomendación, de las que nos apuntas en el libro, que nos puedas anticipar a los lectores de Sintetia?
Claro. Para mí una de las claves ha sido desarrollar la creatividad y en el libro explico con detalle cómo entrenar el músculo creativo a través de ejercicios que nos permiten crear conexiones creativas, relaciones entre ideas y llevar el resultado de pensar de forma lateral y divergente a la vida diaria.
La creatividad es el primer paso para tomarnos la vida como un juego de niños, sacar la curiosidad, la ilusión y la imaginación y salir allí fuera a jugar.
PAS y silencio
— Lo mismo me pasa con el silencio. Yo soy empresario, desde hace más de 17 años por una única razón vital, y no es el dinero. Es la libertad, poder trabajar en mi casa, controlar mi agenda, buscar mis momentos de silencio para poder funcionar y hacer algo de valor. En una oficina parecía que producía una muerte cerebral que me impedía funcionar. ¿Esto es habitual?
Absolutamente. Poder controlar el entorno, los estímulos sensoriales, el horario, el orden de las tareas e incluso la metodología hace que nuestro sistema sensible esté en balance. Un trabajo típico y tópico a no ser que esté profundamente alineado con nuestro propósito vital y tenga unas condiciones óptimas puede ser fuente de drenaje de energía.
Esa muerte cerebral de la que hablas es estrés, ansiedad, saturación, como si de repente te hubieran descargado la batería y no tuvieras fuerzas.
Para las PAS poder tener libertad, trabajar en casa o en entornos con estímulos controlables es importante para el bienestar emocional, mental y físico.
— Otro aspecto que aprendí siendo PAS es a detectar las emociones, como los perros a los voladores, antes de que ocurran. Y eso en una mesa de negociación me da ciertas ventajas. Tengo información antes de lo que está pasando. Te agota, pero negocias mejor. He convertido la sensibilidad en una fortaleza: comprender mejor a las personas que tengo a mi alrededor, empatizar más rápido y anticiparme. ¿Cómo ves tú esta cuestión?
Tener acceso a información sutil que no es evidente a todos los ojos es una ventaja. Dices que te agota, te comparto un truco aquí.
En el libro cuento cómo entrenar la atención selectiva. Cuando estamos atentos porque queremos negociar, averiguar las necesidades del otro, saber qué margen de maniobra tenemos es como si tuviéramos los ojos bien abiertos casi sin parpadear. ¿Qué nos pasa? Que se nos secan y se nos engarrotan. ¿Y si entrenamos la atención? Poner el zoom en el lugar más eficiente de la sala, de la persona. Cuando somos conscientes de los estímulos que nos hacen llegar a conclusiones podemos calibrar dónde poner la mirada. Sino lo sabemos, vamos con palillos en los ojos intentando captar todo porque no somos plenamente conscientes de qué estímulos nos dan la información necesaria.
Por ejemplo, a nivel de lenguaje corporal si te fijas en: facciones de la cara, tono de voz y discrepancias entre el discurso hablado y el cuerpo ya tienes el 80% de la información que estabas buscando abriendo los ojos de par en par.
Jefes y sensibilidad
— Muchas personas altamente sensibles, empleadas, me dicen una y otra vez que son incapaces de trabajar para ciertos “jefes”, compañeros que no perciben esa sensibilidad. Y acaban destrozando el ánimo, la motivación y francamente agotados en su día a día. ¿Tenemos muy pocas empresas para que las PAS puedan sacar su máximo partido a la inteligencia y talento?
Los jefes por norma general vienen dados y no se escogen. Hay de mejores y de peores, es cierto que los líderes empáticos no son la norma pero cada vez hay más.
Como empleado si no te sientes respetado, aceptado y considerado estarás intentando que se te valore, siendo como los demás. Operando desde un espacio en el que no eres tú, te cansas, dejas de aportar ideas y al final nos robotizamos.
Para mi la clave es: estés donde estés sé tú mismo. ¿Eres el raro? ¿Y qué? Aunque no lo mostraras plenamente la divergencia se ve.
Recuerdo que en mi trabajo de ejecutiva teníamos que hacer una presentación en una reunión en EE.UU que iba a durar una semana con todos los jefes. A mi me tocaba presentar y había preparado una presentación creativa para mostrar visualmente problemas a los que nos íbamos a enfrentar. Hice una presentación que era un tablero de la oca, como si fuera un juego cree las casillas de las trampas que nos íbamos a encontrar en el proceso, que casillas nos llevaban a retroceder y cuáles a avanzar.
Un powerpoint atípico lleno de casillas, dados, conejos y zanahorias. Cuando vi las presentaciones de los demás, recias, azules corporativas llenas de tablas y números me sentí ridícula con mis zanahorias.
Pero pensé, es así como yo voy a expresar mis ideas y voy con todo. Al final de la reunión y semanas después todo el mundo recordaba mi mensaje y las zanahorias.
A veces ser la rara requiere de coraje, de ponerlo encima de la mesa y hacer lo que crees aunque esté alejado de lo que los demás hacen. Ahí es cuando dejas de necesitar validación externa porque incluso con la duda tienes la certeza que has hecho algo que está alineado contigo.
Los enemigos contra los que luchan las PAS
—Si tuvieras que decir los 5 enemigos principales contra los que tiene que luchar una PAS, ¿Cuáles serían?
- El crítico o juez interno.
- La necesidad de complacer.
- Dejar ir este sentido universal de justicia que muchas veces nos lleva a luchar batallas ajenas.
- Comprender que percibir algo no significa saber la razón —asumimos información—
- La emocionalidad no es consecuencia de las acciones de otro sino la percepción interna de cada uno.
Con una buena gestión emocional, autoconocimiento y empatía todos estos enemigos se convierten en aliados.
—Tengo muchos amigos y amigas con alta sensibilidad, y no se las pueden catalogar siempre bajo exactamente los mismos patrones. Pero las personas que son tremendamente inteligentes, con una creatividad y un talento desbordante, trabajan para sí mismos, buscan equipos humanos a los que cuidan muy bien, crean relaciones profesionales más humanas. ¿Crees que jefes altamente sensibles son necesarios para humanizar aún más las organizaciones?
Necesitamos en el mundo empresarial más líderes y menos jefes. Más empatía, culturas empáticas y cohesión de equipo.
Sin duda la sensibilidad es una ayuda para que esto suceda, la inteligencia sensorial necesita el mundo de los negocios para entender que los negocios están hechos de personas, de sentimientos y que cuidar el factor humano es clave para el éxito.
El cómo es tan importante como el qué. Cuando un equipo se siente cuidado, seguro, es autónomo y puede autogestionarse con una figura del líder que alienta, anima y desbloquea obstáculos es cuando ocurre la magia.
Salud mental y alta sensibilidad
—Hay varias pequeñas preguntas que creo que ayudarán a entender este fenómeno y, espero, que quién nos lea adquiera el libro para trabajarlo:
1.- Una PAS ¿Tiene más probabilidad de caer en episodios depresivos?
Tenemos un juez o crítico interno desbocado cuando no estamos gestionados. Eso significa a bote pronto que hay un dictador que vive en ti y es muy duro contigo. Si la depresión es un exceso de pasado, esa mezcla entre melancolía, tristeza y debería haber hecho…nuestro juez interno puede contribuir. Por eso es clave trabajar en que ese juez se convierta en un jurado ponderado y un cheerleader animador que nos hará crear una buena autoestima.
2.- Una PAS, ¿Tiene que cuidarse mentalmente mucho?
Todos deberíamos hacerlo y seríamos mejores personas pero las PAS tenemos que cuidarnos.
Diariamente tenemos que hacer pausas para saber en qué estado estamos y reubicarse para ir por el buen camino. Meditar, hacer una pausa y caminar son clave.
3.- ¿Creatividad y PAS suelen caminar de la mano?
Rotundamente sí. Pero nos confundimos entre producción artística y creatividad. No significa que seamos Picasso, aunque podríamos serlo, me refiero a creatividad cotidiana. Encontrar vías alternativas, soluciones creativas etc…
Muchas PAS se refugian en la mente racional y dejan de lado la creatividad porque el aparente “libre albedrío” y la frustración que puede aparecer en el proceso da miedo.
4.- ¿Tener jefes estrictos, niveles de estrés altos y procesos burocráticos rígidos, ayudan a sacar lo mejor de sí de una PAS?
Sí y no. Nos gustan las normas, producen seguridad y podemos ser altamente eficientes en ambientes así. Pero también nos drenan y frenan la libre expresión del ser. Debería ser un balance.
5.- ¿Qué hace Meritxell como rutinas para ir a la cama y tratar de recargar energía en el sueño?
Mi cuerpo sabe que cuando hay una infusión en una mano y un libro en la otra ya es hora de ir apagando el cerebro.
Parece una tontería pero tener pequeños hábitos que alertan al cerebro que es hora de descansar genera procesos automáticos que nos ayudan a que la rutina fluya como la seda.
6.- ¿Controlas tu agenda y actividad diaria de acuerdo a tu nivel de energía y sensibilidad que pueden suponerte?
Imprescindible para mí controlar los tiempos. Siempre que puedo intento tener espacio entre reuniones y actividades para recargarme y parar. Sí ya sé que tengo un día ajetreado, el siguiente debe ser mucho más calmado o entraré en saturación. He llegado a conocerme muy bien y tengo muy en cuenta lo que necesito para tener un balance.
7.- ¿Qué lee Meritxell? Recomiéndanos 3 libros.
¿Sólo 3? Madre mía…mi mesilla de noche es como una sección de la biblioteca municipal.
Ahora mismo estoy leyendo:
- Camouflage – The hidden lives of autistic women: una novela gráfica muy interesante sobre el sesgo de género en el autismo. El ratio de mujeres no diagnosticadas es de 15 a 1 frente a los hombres porque se expresa distinto en las mujeres y no se ha tenido en cuenta.
- Comunicación No Violenta de Marshall B.Rosenberg: el padre de la comunicación violenta. Lo estoy saboreando poco a poco y poniendo matices a la comunicación empática.
- Mitos y leyendas Inuit de Knud Rasmussen: fue un libro de la bibliografía del arte perdido de educar que me llevó a este libro. Justo estoy empezando pero quería ver como los inuits utilizan la narrativa y las historias (de miedo y macabras algunas) para explicar a los niños los peligros de un entorno hostil y sus riesgos.
8.- ¿Cuál es el mejor lugar del mundo para Meritxell para cargar la energía y estar en equilibrio?
La bañera. El agua me calma, mi cuerpo se relaja y voy dejando ir todo aquello que no necesito en el agua que se va por el desagüe. Nada mejor que un incienso, música relajante, una vela y sales Epsom de magnesio en la bañera para espantar a todos mis males.
Acostumbro a hacer un pequeño ejercicio de visualización incluso en la ducha. Me imagino que el agua se lleva el estrés, la tensión como si fuera agua sucia, voy imaginándome el agua gris caer por el desagüe y llevarse todo lo que ya no necesito.
9.- ¿Qué haces cuando te toca un tóxico en la vida… porque los tóxicos tienen un radar para las personas altamente sensibles terrible?
Aixxx…que gran tema, la relación de luz y oscuridad entre empáticos y personas tóxicas (lo son para algunos de nosotros).
Para que nos entendamos podríamos definir una persona tóxica como alguien que nos genera una respuesta de estrés en el cuerpo. Ya sea por sus demandas, lenguaje, manipulación etc…
Las personas tóxicas se acercan a la empatía, la sensibilidad y la bondad en busca de atención constante y dedicación plena. En mi primer libro El Arte de la Empatía. Aprende del poder de tu sensibilidad, le dedico varios capítulos al narcisismo, personas tóxicas y cómo tener relaciones saludables.
Cuando me veo en la situación utilizo unas técnicas sencillas: acercarme a la persona cuando hay más gente para que el ataque se reparta e interactuar lo estrictamente necesario. Crear distancia, utilizar técnicas como la roca, hablar con monosílabos, no entrar en provocaciones y seguir mi día con una sonrisa.
10.- ¿Cuál es el mayor poder de una PAS, según Meritxell?
La capacidad de ver opciones y oportunidades. Si salimos de la supervivencia y la sobresaturación, tenemos una fuente inagotable de caminos alternativos. Nuestro mayor problema —mucha información sensorial… bien gestionado se convierte en inteligencia sensorial para adaptarnos, cambiar aquello que no funciona y encontrar atajos para vivir mejor y sacar el máximo partido. Estoy segura que La fuerza de ser altamente sensible vive en todos nosotros y solo necesita espacio y herramientas para salir.
Si quieres conocer un poquito mejor a Maritxell, te recomiendo este libro: