Seamos sinceros, hablar de la crisis, de Europa, de las cumbres europeas, de las interminables reuniones de los líderes de los 28 países de la Unión y entender algo de lo que dicen..hablar de todo eso y además reirte parece una quimera, ¿o no? Pues ya no, porque Troikoficciones, el libro de Miquel Roig, es una de las formas más entretenidas, bien explicadas y además con humor que podrás leer sobre Europa. He disfrutado muchísimo leyendo este libro de Miquel y coincido con nuestro amigo Pablo (@Suanzes) en lo que dice en su prólogo, no se podría resumir mejor: «no se engañen, hay bromas, hay dibujitos, hay parodias brillantes, hay pullas muy profundas, pero ante todo hay un repaso incisivo a la historia reciente de Europa en 20.000 palabras. Una explicación de cada país hundido y de cada esfuerzo por rescatarlo. De austeridad y despilfarro. De previsiones fallidas y políticas imposible. De bancos y quitas. Con todos los protagonistas y su papel en el juego«.
:: Lo siento solo puedo empezar la entrevista con un: Miquel!!!! OLA K ASE 🙂?
A esa pregunta solo podría responder con una tira de emoticonos, probablemente el de la carcajada con lagrimilla… :):):)
:: Si tuvieras que resumir en una frase qué quieres transmitir con Troikoficciones, ¿Cuál elegirías?
El subtítulo del libro “Una historia irreverente de los rescates europeos” me parece que define bien esa idea. He intentado contar de un modo distinto qué se esconde tras los rescates y, de paso, explicar el entramado de equilibrios y luchas de poderes que hay en la UE. En ese sentido, me interesaba tanto el “qué”, hacer un relato analítico de ese periodo; como el “cómo”, contarlo de una forma amena y divertida. ¿Sabes el tópico ese de que los periodistas, especialmente los económicos, tenemos que contar las cosas como se las contaríamos a nuestra madre? Pues esa ha sido realmente mi idea. De hecho, le he dedicado le libro a mi madre. Otro tópico, supongo…
:: Por cierto, ¿Por qué Troikoficciones?
Cuando empecé a tuitear conversaciones ficticias entre líderes europeos busqué un hashtag para ir agrupándolas. Necesitaba que fuera un nombre que uniera dos ideas, la de la Troika, que ha sido la imagen de los rescates europeos ante la opinión pública, pero también dejar claro que todo era una ficción satírica. Yo a los miembros de la Troika ya los llamaba “troikos” en Twitter. Al final salió solo: Troikos+ ficciones = Troikoficciones. Y pasar del hashtag al título del libro fue solo el siguiente paso lógico.
:: Esto de la Troika… ¿Cómo y cuándo nace?
La Troika nace cuando la UE se da cuenta de que tiene que rescatar países a pesar de que los Tratados europeos dicen que los rescates entre países son ilegales. Y trata de cubrir dos necesidades. Una, la de vigilar que los países que piden dinero prestado a sus socios de la UE, y al FMI; cumplen las condiciones a las que se han comprometido. Otra, darle cierta legitimidad institucional europea: de ahí la presencia de la Comisión Europea, que es el Gobierno de la UE, y del Banco Central Europeo. De hecho, una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE de noviembre de 2012, la que validó legalmente este sistema de rescates, bendice la creación del MEDE por la condicionalidad asociada a los programas, que negocia y vigila la Troika. Es decir, los rescates son legales porque llevan condiciones. Un rescate sin condiciones sería ilegal. En la práctica el sistema europeo se basa en el modelo instaurado por el FMI: préstamos a cambio de reformas con desembolsos ligados a su cumplimiento. La gran novedad es que esta vez el modelo se ha aplicado a economías avanzadas.
:: Tengo que reconocer que de una forma brillante has sido capaz de explicar e hilar toda la cascada de acontecimientos desde el minuto después del Big Bang financiero de la crisis europea. Pero, unas preguntas:
1.- ¿Qué pasó un minuto antes del Big Bang?
Muchas gracias por el elogio. Eres muy amable. Sobre la pregunta. Antes del Big Bang, fue la complacencia. Nos creíamos que habíamos creado un sistema monetario, el del euro, que nos aislaba de los efectos negativos de la globalización y que esa burbuja protectora salía gratis. Nos olvidamos pronto de que la unión monetaria no contaba con unión política y que eso solo podría funcionar si los países compensaban esa carencia con reformas que permitieran mitigar los desequilibrios que se iban gestando. Quiero decir, por ejemplo, que aunque es cierto que los tipos bajos del BCE contribuyeron a inflar la burbuja inmobiliaria española, también lo es que nosotros mantuvimos hasta antes de ayer las desgravaciones fiscales de las hipotecas y las cuentas vivienda, por ejemplo, o que la liberalización del suelo, más que liberalizarlo, lo dejó, en la práctica, al arbitrio de los concejales de urbanismo. Nos quejamos de la burbuja ahora, cuando nos servía para crear decenas de miles de puestos de trabajo al mes… Hasta Pedro Sánchez el otro día reivindicaba el 8% de paro que logró Zapatero al calor de la burbuja.
2.- ¿Esta es una crisis distinta de otras que tuvimos en Europa?
Las causas son distintas y también las consecuencias. La situación es única y es la primera gran crisis que afecta a la eurozona. Pero en ella subyacen los mismos movimientos sísmicos que han ido cincelando el proyecto de la Unión Europea desde su fundación. Por un lado está la lucha entre la placa tectónica del federalismo y la del nacionalismo. Por otro, están la de la responsabilidad y la de la solidaridad. Sobre las primeras, la pregunta clave es: ¿Queremos unos Estados Unidos de Europa o queremos una Europa nacionalista parcheada y enfrentada? Son dos extremos, ahora mismo irreales y antagónicos, lo sé, pero hay que elegir hacia cuál de los dos extremos nos queremos acercar. Sobre el segundo, esta crisis ha sido un claro ejemplo: ha habido solidaridad, pero solo a cambio de responsabilidad. Es decir, préstamos y mutualización de riesgos, pero, a cambio, disciplina fiscal y reformas.
:: Tú que viven en el centro de los centros europeos donde todo se cuece y conoces los entresijos de Europa… ¿Es verdad eso que de Europa tiene una artritis institucional crónica? ¿Reaccionamos tarde?
Europa es lo que es: una suma de 28 Estados que tratan de tomar decisiones en común y, a ser posible, por mayorías cualificadas, cuando no por unanimidad. Además, en la mayoría de materias necesitas también el acuerdo del Parlamento Europeo, que primero se tiene que poner de acuerdo él y luego ponerse de acuerdo con el Consejo Europeo. La artritis es intrínseca al modelo que nos hemos dado los europeos. La cuestión es si queremos avanzar hacia algo más parecido a los Estados Unidos de Europa y si estamos todos –ciudadanos y gobernantes- dispuestos a pagar el precio para ello. Y ese precio es muy alto para algunos: ceder soberanía de las capitales a Bruselas, más accountability democrática por parte de las instituciones comunitarias, más implicación ciudadana en la política europea…
:: Oye Miquel, que el presidente de España dice que no hubo rescate, es más, que lo evitó, ¿Cómo te quedas?
Aquí usaría el emoticono del monito que se tapa los ojos… A ver, en serio. Puedo entender los motivos, electorales, por los que lo dice. Y comprendo también que puede ser legítimo hacer una distinción entre un programa de rescate total, como el de Irlanda, Portugal o Grecia, y el programa de rescate para sanear el sector financiero, que es lo que pidió España. Pero negar que hubo un rescate europeo me parece un ejercicio de equilibrismo imposible de defender con éxito. España necesitaba un dinero que no podía conseguir en el mercado a precios que no fueran prohibitivos, así que se los pidió al fondo de rescate europeo a un tipo ventajoso y este nos pidió a cambio un serie de reformas, tanto del sector financiero como macroeconómicas. Algunos miembros del Gobierno reconocían en privado no hace mucho que el rescate fue positivo para España, pero no tanto por los 40.000 millones, sino por las reformas que nos obligó a hacer.
:: ¿Qué tienen en común Irlanda, Grecia, Portugal o España? ¿Por qué se nos llama los PIGs?
Tienen en común que, dentro de la UE, son geográficamente periféricos y también que fueron acumulando desequilibrios insostenibles. El euro amortiguó el impacto negativo de esos desequilibrios y anuló los incentivos para corregirlos. En la práctica, nos dio un tiempo para prepararnos para la globalización que no supimos aprovechar.
:: Troika, recortes y elecciones, ¿no parece que puedan ir en la misma frase, verdad? ¿Nos ha traído algún disgusto esto?
La Troika ha sido una maldición, pero también una bendición para algunos gobiernos. Por un lado, les ha obligado a adoptar decisiones muy impopulares que han tumbado gobiernos. Pero por otro lado, ha ofrecido un chivo expiatorio al que culpar de medidas que tendrían que haber adoptado sí o sí, porque su situación era insostenible. Es un clásico de la política europea que se hace desde las capitales: lo bueno es gracias a nosotros, lo malo por culpa de Bruselas. Tsipras es el ejemplo perfecto.
:: ¿Cómo se puede pasar de decir que teníamos un sistema financiero de ‘Champios Li’ a desmoronarse todo el sistema?
Pues negando la misma existencia de la crisis justo hasta el momento en que empiezas a decir que sí, que bueno, que tal vez hemos estado en crisis, pero que lo peor ya ha pasado. La gestión de la crisis que hizo Zapatero fue lamentable. Ahora que está de moda lo escandinavo, hicimos exactamente todo lo contrario que hicieron los suecos durante su crisis bancaria. Ellos intervinieron rápido, echaron a los gestores, diluyeron a los accionistas y privatizaron lo antes posible. Nosotros tardamos una eternidad en intervenir y cuando lo hicimos, lo hicimos a medias, con el Frankenstein que fueron las fusiones frías. Y ahí el Gobierno de Zapatero no puede negar que le pillara por sorpresa. El FMI no solo venía avisando de los riesgos que acechaban al sector financiero español sino que encima le pedía que no airease demasiado su opinión. Luego el Gobierno del PP tomó el testigo y, con algún matiz, mantuvo su política de negación de la realidad: negó prácticamente hasta la misma mañana del día en que pedimos el rescate que fuésemos a pedirlo.
:: ¿Cuáles crees que son las 5 medidas o actuaciones mejores que se han adoptado en Europa para paliar esta crisis?
Más que medidas concretas, creo que lo relevante son las ideas clave o los principios sobre los que se ha intentado responder a la crisis a nivel europeo. Por ejemplo, solidaridad a cambio de reformas. La creación del Mecanismo Europeo de Estabilidad permite ayudar a países que entren en problemas a cambio de que corrijan los desequilibrios que les llevaron a ellos. Creo que es muy difícil estar en desacuerdo con este principio. Otra cuestión es si la ejecución de esta idea ha podido ser mejorable. Y ahí, desde luego, también es difícil defender que las cosas no se podrían haber hecho algo mejor. Pero a los críticos acérrimos de la Troika siempre les pregunto: ¿Si Grecia no hubiese recibido el rescate en 2010 y hubiese tenido que ajustar de golpe un 15% de déficit público, habría estado mejor? Ahí suele acabarse el debate… Otra idea clave que subyace en la respuesta europea a la crisis es el reconocimiento implícito de que el euro se diseñó de forma incompleta. No porque sus creadores no fuesen conscientes de que estaban creando un área económica común sin unión política, sino porque les falló el mecanismo en el que confiaron para compensar esa falla: la disciplina de mercado. Las primas de riesgo dejaron de reflejar los riesgos intrínsecos de cada país. Los bonos griegos, alemanes y españoles cotizaban prácticamente a la par, lo que eliminó cualquier incentivo a emprender reformas para mejorar la competitividad de las economías. Sobre esa convicción de que hay que completar la zona euro se han construido proyectos que hace solo cuatro años eran impensables, como, por ejemplo, la unión bancaria. Y ahora ya se habla de un futuro Tesoro europeo y de una capacidad fiscal para amortiguar crisis nacionales…
:: De la misma manera, ¿qué tres cosas hacemos tremendamente mal en Europa?
Hay un dicho muy común en Bruselas: “La UE siempre encuentra la solución correcta, pero tras intentar primero todas las anteriores”. Es una exageración, por supuesto, pero esconde una parte de verdad: los procesos de toma de decisión son largos y tediosos y muchas veces hace falta llegar al borde del abismo para tomar decisiones. Mira Grecia, hasta que Tsipras no vio un borrador en el que se invitaba a Grecia a salir del euro no firmó un acuerdo mucho más duro del que podría haber firmado seis meses antes, sin corralito bancario, sin impago al FMI y con la recuperación más o menos encauzada. Al fin y al cabo no podemos olvidar que la UE no son los EEUU, somos 28 Estados con 28 Gobiernos, cada uno con sus propios intereses nacionales, y que eso se tiene que ver necesariamente reflejado en los procesos de toma de decisiones. Es muy difícil alcanzar consensos, no digamos unanimidades, en ese entorno. Pero es el que tenemos y con el que hay que trabajar.
:: Oye, Miquel, ¿habrá que coger billetes pronto para algún lugar? (Aclaración para el lector, cada vez que aparecía un problema en un país Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios hasta julio de 2014, en las Troikoficciones buscaba billetes de avión –a Atenas, Dublín, Lisboa, Madrid…).
Jajajaja… Creo que la ruta Bruselas-Atenas va a ser la más transitada en los próximos meses o años. Para el resto de países, la situación parece más o menos bajo control, gracias, en buena parte, a la anestesia generalizada que está suministrando Draghi. Pero en algún momento el QE acabará y los que no hayan aprovechado el tiempo para ser más competitivos y sanear sus cuentas públicas estarán de nuevo en situación de riesgo. Mira el caso de Portugal, con el gobierno del partido socialista apoyado por los comunistas. De momento no es comparable con la caótica entrada del tándem Tsipras-Varufakis en la tienda de porcelana del Eurogrupo, pero hay que estar atentos: esperemos que la línea Bruselas-Lisboa no tenga que llenarse de troikos de nuevo.
:: ¿Cómo es un día normal de un corresponsal en Bruselas como tú y como Pablo Rodríguez (@suanzes), buen amigo de Sintetia también?
Agotador. Siempre hay algún tema importantísimo del que estar pendiente. Aunque esto, en el fondo, es un reflejo de lo presente que está la Unión Europea en las vidas de los ciudadanos europeos. Y no solo porque prácticamente todo lo que marca la agenda europea tiene un impacto en España, sino también porque muchos de los elementos que marcan la agenda española tienen un ángulo europeo. Por ejemplo, es imposible hablar de reforma laboral y prórrogas de déficit sin tener en cuenta que Bruselas solo te da esas prórrogas si cumples con las reformas estructurales. Pero volviendo al tema del día a día, todos ellos tienen un elemento común, que es la rueda de prensa diaria que celebra la Comisión Europea, en el que sus portavoces exponen las decisiones y eventos del día y en la que cada periodista puede preguntar lo que quiera. Y luego siempre hay algún evento o conferencia al que acudir y fuentes con las que tomar cafés o ir a comer. Todo eso si no hay un Eurogrupo, un Ecofin o una Cumbre de jefes de Estado y Gobierno. Y luego ya, entre una cosa y otra, siempre encontramos un hueco para escribir algo, que es para lo que nos pagan…
:: Por último…remata estas frases, por favor
.. elígenos una troikoficción que te guste especialmente…
Solo una es muy difícil… Voy a tomarme la licencia de elegir dos. Una es una conversación entre Zapatero y Rajoy por la reforma exprés de la Constitución. Otra del primer día de Tsipras como primer ministro, en el que habla con Putin.
.. cuando dicen que Bruselas no tiene corazón y sólo piensan en recortes y j…er a la gente, ¿qué piensas?
Que no saben de lo que hablan. En Bruselas no hay sádicos que disfrutan con el mal ajeno.
.. Europa la controlan …
los Gobiernos de los 28, a los que votamos regularmente, por cierto. Aunque está claro que hay Gobiernos más influyentes que otros.
.. Cuando veo cómo hablan los políticos españoles de Europa pienso…
Madre mía, en qué manos estamos.
.. La crisis ya se acabó, ahora sólo toca crecer..
Una idea peligrosamente complaciente o complacientemente peligrosa, la que más te guste de las dos.
.. Recomiéndanos un libro que siempre llevas contigo o al que acudes con frecuencia.
Elegir un libro es muy difícil, pero para mi trabajo actual de corresponsal en Bruselas, tal vez Postguerra, de Tony Judt. Es un libro que me ha ayudado mucho a comprender el entramado actual de la UE.
.. ¿Es verdad eso de que ‘En España se vive mejor’?
En España se vive mejor… si eres tu propio jefe o tienes la vida resuelta. Nuestros horarios reales de trabajo y la conciliación vida personal-laboral son un crimen.