Llevamos ya unos cuantos años en los que no hay artículo que se precie, libro de management, conferenciante, facilitador, coach, gurú e incluso memes que no nos hablen de lo que es ser líder hoy, de la diferencia con lo que era ser un jefe ayer, y que hay que ser más líder y menos jefe para poder gestionar con éxito la empresa del presente y el futuro.
Lo que ya sabemos y no hace falta que nos lo repitan
Todos sabemos ya a estas alturas que un líder dice nosotros y un jefe dice yo, que un líder comparte los éxitos y un jefe se los atribuye, que un líder ve en la crisis una oportunidad y un jefe culpa a la crisis de todos sus males, que un líder es amable, colabora con el equipo e incluso solicita su ayuda mientras que un jefe da órdenes, piensa que lo sabe todo y trata con suficiencia a su equipo.
El buen líder desarrolla a su gente, genera entusiasmo, y el mal jefe utiliza a su gente e inspira miedo y además disfruta con ello. En definitiva, un líder es un tipo “buenrollista” que inspira allá por donde pasa, que trata bien a su gente y le encanta invertir tiempo en desarrollar las capacidades y aptitudes de sus subordinados. ¿Bien no? Con un líder así nada puede fallar.
Con un líder de ese calado, ¿Qué se nos puede poner por delante? Entonces, ¿cómo puede ser que empresas con líderes magníficos, inspiradores, altruistas, dedicados, sonrientes y super buena gente no terminen de ir bien y los trabajadores se sientan aún así desmotivados, apalancados, estancados y frustrados en sus trabajos? Pues porque, me vais a permitir que os lo diga pero, no todo depende del líder.
Pero el líder no lo puede todo
Al final le estamos cargando al líder con tanta responsabilidad que pensamos que si las cosas no van bien es que no es el adecuado, pensamos que si la gente no esta motivada es su culpa, que si las personas no trabajan bien en un ambiente colaborador y comunicativo, es su culpa y siento deciros a todos que no es así.
Nos estamos olvidando que las empresas las forman personas con características muy diferentes, con ambiciones distintas, con sus formas particulares de entender el trabajo y la vida. Así que ya puedes ser el líder que reúna todas y cada una de las características de ser un líder que como te topes con una empresa en la que la mayoría de las personas:
- No atienden a razones,
- no tienen interés real por el trabajo que desempeñan,
- no tienen la solidaridad de pensar que su trabajo influye en los demás,
- no tienen ninguna gana de salir de su zona de confort y atender a nuevos retos
- y, digámoslo así, prefieren un jefe a la antigua usanza que para ellos es alguien que no espera nada de ellos, les paga por trabajar y no por pensar y además pone una férrea disciplina con lo que no les deja margen para ser creativos. De esa forma no tienen que quedar mal frente a otros, mientras que en un entorno de líder participativo, solidario e innovador, cada empleado tiene que asumir su parte de responsabilidad.
Pues sí, hay muchas empresas hoy en día que no quieren líderes. Repito, no quieren líderes, quieren jefes, de esos de antes, de esos que están pasados de moda, de esos que no te invitan a pensar ni quieren que seas creativo, ni que creas en ti, que solo quieren que llegues, hagas lo que tengas que hacer de 9 a 2 y de 3 a 6 y al día siguiente vuelvas y sigas haciendo lo mismo, año tras año hasta que te jubiles y te den un reloj de esos de gracias por los servicios prestados.
Y ya puedes ser un líder de hoy, actual, moderno, extrovertido, innovador, coach, facilitador y encantador, venir con las mejores intenciones del mundo, querer introducir cambios que hagan que la empresa tienda hacia esa empresa liquida, adaptable y resiliente, que como te topes con una mayoría de trabajadores como los que te he descrito no tienes nada que hacer.
Bueno igual te planteas que la empresa se adapte al líder y no el líder a la empresa y entonces tengas que invitar a irse a una gran parte de esa plantilla, con su experiencia, con sus años dedicados y acomodados y empezar a seleccionar a una nueva hornada de “knowmads” que se adapten mejor a lo que es el mundo de hoy, ese que cree en un líder y no en un jefe. Lo malo que como buen líder no querrás hacerlo y les darás la oportunidad de adaptarse, invertirás tiempo, recursos y palabras para que se den cuenta de que el mundo de hoy necesita otro tipo de perfil y ellos te responderán que quizá el mundo de hoy lo necesita, pero la empresa en la que estas necesita un jefe.
En definitiva, líderes del mundo, que si estáis en esta situación no os desgastéis, no es culpa vuestra, hay empresas en las que no encajáis por mucho que os hayan explicado una y otra vez las aptitudes y actitudes del liderazgo actual, no os frustréis porque esas empresas que no valoran ese liderazgo, sin duda no serán empresas del mañana, porque han caído en una pereza emocional y una estabilidad enfermiza que en el entorno cambiante, complejo y de incertidumbre en el que nos encontramos tanto ella como su jefe están abocados a la desaparición.
Resumiendo, esta muy bien ser líder, pero eso no te garantiza el éxito, ya que lo importante es el binomio, líder – empresa, y hasta en esto hoy en día hay que hacer match.
5 Comentarios
Muy interesante esta perspectiva de Teo. Podríamos empezar diferenciando los perfiles “operativos» de los de perfil “creativo”. Las personas que no quieren tener un líder, aunque no todas, encajan mejor en el conjunto de operativos. Las de perfil “creativo” mal lo tienen para su desarrollo profesional quienes prefieren un jefe a la antigua usanza. Y pobre de la empresa que los consiente.
La mayoría de empresas pueden necesitar ambos perfiles. Todas las empresas necesitan ejecutar una estrategia con éxito. No lo lograrán si la gente no se siente partícipe, no se le comunica la estrategia y se le dejan claras las expectativas. Eso va para todos los perfiles. Cuando falla el proceso equitativo de hacer partícipe a la gente es cuando falla el compromiso, la confianza y la cooperación. Eso para todos los perfiles y exige liderazgo.
No obstante, siempre hay personas que aunque las hagas partícipes van a querer, tal vez por indeterminación y poca ambición, contentarse con unas directrices claras emanadas de un jefe jerárquico que les diga lo que tienen que hacer y cómo lo tienen que hacer, cumplir un horario y punto. Tal vez encajen en algunas empresas. Si toda la empresa tiene este perfil y no hay intención de cambiar las cosas creo que vamos mal.
Hay la excepción de las empresas de seguridad, las farmacéuticas y todas aquellas que hay poco margen para la creatividad y el error. En ellas los perfiles son más operativos y las personas se dirigen por instrucciones y procedimientos exigentes.
¡Muchas gracias y mucha suerte!
Muchas gracias por el comentario Ferran y por tan detallada explicación del mismo, estoy muy de acuerdo con lo que expones.
Saludos
Me encantó el articulo me alegro que visualices una situación real lo mismo para empleados que quieren un líder y tienen un jefe ahora dime esas empresas de jefe no tienen un futuro y esos empleados que solo funcionan con un jefe tienen futuro??
Hola Bea,
Muchas gracias por tu comentario. Pues yo rotundamente creo que esas personas que prefieren jefes no tienen mucho futuro, porque las empresas del futuro son empresas ágiles y la agilidad se basa en la confianza y no en el control que es el pilar fundamental de la jerarquía.
Gracias y un saludo
El artículo contiene dos perspectivas muy interesantes y tal vez una muy anclada aún, pero lograr trasmitir el entusiasmo es fundamental, para iniciar un buen equipo y juntos desarrollar actitudes positivas, entusiastas y sobre todo motivadoras para un buen desempeño laboral en equipo. Aunque para algunas personas no estén familiarizadas con " lideres" hay q tener la satisfacción de dar el todo por el todo para aceptar los cambios q c nos presentan para innovar.