La nueva geopolítica del comercio global

27 mayo 2024

Hace casi 7 años escribí un artículo en Agenda Pública en el que reflexionaba cómo la geopolítica siempre ha formado parte de la gran estrategia comercial de los países y ha resultado determinante en la configuración del comercio global tal y como lo conocemos, ya sea de manera explícita o implícita. Ya entonces (2017) apuntábamos que del mundo bipolar de la postguerra mundial se había pasado a uno multipolar, hiperconectado y complejo donde cada vez resultaba más difícil mantener posturas multilaterales.

Los intereses geopolíticos y la competencia por el poder global frente a la cooperación, decíamos, parecían haber regresado con fuerza. Ello se había traducido en una ralentización drástica de los avances en el seno de la OMC, en una creciente regionalización de los intercambios económicos y en una preferencia marcada por los acuerdos comerciales bilaterales entre países o grupos de países.

Se estaba materializando lo anticipado por Profesor Heribert Dieter en un magnífico trabajo del año 2014:

«La principal preocupación es que las lecciones políticas de los años 30 hayan sido olvidadas. La discriminación en el comercio ha regresado, y puede resultar en mayores conflictos y menos cooperación en las relaciones internacionales. Ninguna de las grandes potencias tiene un interés explícito en desarrollar el comercio a nivel multilateral. La geopolítica ha reemplazado el consenso liberal post-1945 en política comercial«.

En los últimos años, estas tendencias se han acelerado por una serie de eventos geopolíticos (pandemia, guerra de Ucrania, respuesta israelí al ataque terrorista de Hamas, aumento de los conflictos internacionalizados…) que han reconfigurado la manera en que las naciones y las empresas interactúan en el ámbito internacional.

Las guerras comerciales, la conformación de nuevos bloques comerciales geopolíticamente más cercanos, las sanciones económicas y la reestructuración de las cadenas de suministro son solo algunos de los factores que están redefiniendo el comercio mundial.

En mi anterior entrega en Sintetia se explicaba como el incremento de la conflictividad global corre paralelo y se realimenta con el declive de la cooperación global. Es un fenómeno que afecta directamente a las decisiones políticas y empresariales a escala mundial y local e implica un aumento de costes, una disminución de la productividad, menor crecimiento y mayor volatilidad e incertidumbre.

Este artículo explora brevemente tales fenómenos, las estrategias que empresas y países están adoptando para adaptarse y las posibles implicaciones a largo plazo de estos cambios. Agárrense que vienes curvas.

Fuente: UN Trade and Development (UNCTAD)

Tensiones comerciales y aranceles

Las tensiones comerciales entre las principales economías del mundo, especialmente entre Estados Unidos y China, han tenido un impacto significativo en el comercio global. Desde 2018, ambas naciones han estado inmersas en una guerra comercial que ha incluido la imposición mutua de aranceles, que además se está intensificando. Estos aranceles han incrementado los costes de los bienes comercializados entre ambas economías y han creado una incertidumbre considerable en los mercados internacionales.

Todo ello ha resultado en una disminución significativa en el comercio directo entre los dos países y les ha obligado a buscar nuevos socios comerciales, beneficiando a economías como México y Vietnam que han absorbido parte del comercio desplazado. Estos países conectores están utilizando su posición estratégica para fortalecer sus economías y convertirse en centros importantes en las cadenas de suministro globales.

Un dato relevante al respecto: las importaciones de bienes desde China a Estados Unidos disminuyeron un 20% en 2023, sumando 427.200 millones de dólares, mientras que las exportaciones de México a Estados Unidos aumentaron en casi un 5%, alcanzando más de 475.000 millones de dólares. Asimismo, Vietnam ha visto un aumento similar en su papel como intermediario en las cadenas de suministro.

Sin embargo, este nuevo rol también implica desafíos, ya que los países conectores deben navegar cuidadosamente las tensiones geopolíticas y mantener relaciones equilibradas con las principales potencias económicas.

En Europa, por su parte, las sanciones económicas impuestas al régimen de Putin debido a la guerra de Ucrania han afectado significativamente el comercio entre la Unión Europea y Rusia. Estas sanciones incluyen restricciones en el comercio de productos energéticos, lo que ha llevado a la UE a buscar proveedores alternativos, impactando los precios globales de la energía.

Este cambio ha obligado a las naciones europeas a reconsiderar sus estrategias energéticas y comerciales. A su vez, la reducción en el comercio entre Rusia y las naciones occidentales ha venido acompañada por el aumento del comercio ruso con China. Esta situación ha intensificado la fragmentación económica, con impacto sobre la seguridad energética y la estabilidad regional.

Fuente: BCG

Reestructuración de cadenas de suministro

Una de las respuestas más visibles a las tensiones descritas ha sido la reestructuración de las cadenas de suministro mundiales. Las empresas quieren diversificar sus cadenas de suministro para reducir la dependencia de países específicos y mitigar riesgos geopolíticos y logísticos, mejorando la eficiencia y reduciendo los tiempos de entrega. Gana así popularidad el concepto de «nearshoring», que busca trasladar la producción más cerca de los mercados finales.

Además del “nearshoring”, se ha observado una tendencia creciente hacia el «friend-shoring». Esta estrategia implica que las empresas prefieren comerciar con países que comparten alineamientos geopolíticos similares. Se busca así reducir el riesgo asociado con las tensiones políticas y económicas, fortaleciendo al mismo tiempo las relaciones comerciales con aliados de confianza.

Países alineados políticamente están incrementando sus relaciones comerciales, lo que fomenta la resiliencia de sus economías. Este enfoque también refleja un cambio hacia la construcción de cadenas de suministro más seguras y menos vulnerables a las interrupciones causadas por el incremento de la conflictividad global.

Fuente: UN Trade and Development (UNCTAD)

Geopolítica y seguridad de suministro

Como apuntamos recientemente en Sintetia, la transición energética está aumentando la demanda de minerales críticos como el litio y el cobalto, que son esenciales para el despliegue de energías renovables y de la movilidad eléctrica. Sin embargo, muchos de estos recursos se encuentran en regiones políticamente inestables, lo que añade una capa adicional de complejidad a la seguridad de suministro. Las tensiones geopolíticas pueden afectar la disponibilidad y el coste de estos minerales, lo que a su vez puede impactar el desarrollo y la implementación de tecnologías verdes. A continuación, tienen un ejemplo doméstico:

Fuente: Cinco Días

En respuesta a estos desafíos, algunos países están adoptando políticas industriales que buscan asegurar recursos estratégicos dentro de sus fronteras. Estas políticas incluyen incentivos y subsidios para producir localmente bienes estratégicos, reduciendo así la dependencia de sus importaciones.

Esta reaparición de políticas industriales en busca de una cierta autonomía estratégica está remodelando también las relaciones comerciales y alterando los flujos de comercio global.

Volatilidad del mercado

La incertidumbre geopolítica también contribuye a la volatilidad en los precios de materias primas y bienes esenciales. Los conflictos regionales, las sanciones económicas y otras tensiones geopolíticas pueden causar fluctuaciones significativas en los precios, afectando tanto a productores como a consumidores. Esta volatilidad puede tener consecuencias negativas importantes para la estabilidad económica global, especialmente en sectores que son particularmente sensibles a las variaciones de precios como el energético y el alimentario.

Las interrupciones en las cadenas de suministro y el aumento de los costes de transporte y materias primas están contribuyendo al mantenimiento de tasas más altas de inflación por más tiempo en muchas economías, con impacto directo sobre el poder adquisitivo de los consumidores y la estabilidad económica de los países afectados.

Fuente: Bloomberg

Efectos en el mercado de divisas y las finanzas Internacionales

Otro aspecto crítico de la nueva geopolítica del comercio global es el impacto en el uso de las diferentes divisas en las transacciones internacionales. Aunque el dólar estadounidense sigue siendo dominante en el comercio global, la creciente influencia económica de China ha llevado a un aumento en el uso del renminbi chino en ciertos bloques comerciales. Este cambio refleja los esfuerzos de China por internacionalizar su moneda y reducir la dependencia del dólar, lo que podría acabar alterando significativamente la dinámica del comercio global y la hegemonía de la divisa norteamericana en el futuro.

Según datos de la Reserva Federal, el uso del dólar en las transacciones internacionales ha disminuido del 45% en 2015 al 37% en 2023, mientras que la cuota del renminbi ha crecido del 5% al 13% en el mismo período.

Costes económicos de la fragmentación comercial

La fragmentación del comercio global debido a tensiones geopolíticas conlleva elevados costos económicos potenciales. La reorientación del comercio y la inversión hacia socios políticamente alineados puede llevar a mayores costes de producción y transporte, así como a una menor eficiencia en las cadenas de suministro. Además, la incertidumbre y las políticas restrictivas pueden desincentivar la inversión extranjera directa, limitando el crecimiento económico y aumentando la vulnerabilidad de las economías a las interrupciones externas.

Según la UNCTAD, se espera que el comercio global se reduzca en casi un 5% en 2023 debido a las tensiones geopolíticas y los patrones cambiantes del comercio.

Fuente: CEPR

Las políticas que fomentan la resiliencia y la cooperación entre aliados comerciales podrían mitigar algunos de estos costes, pero sin llegar a compensar los efectos negativos globales descritos.

Conclusión geopolítica

La situación geopolítica actual está afectando el comercio global de múltiples maneras, desde la reestructuración de las cadenas de suministro hasta la volatilidad de precios y la implementación de políticas comerciales restrictivas.

La capacidad de las empresas y los países para adaptarse a estos cambios será crucial para navegar en este entorno incierto y complejo. La tecnología puede jugar un papel clave en ello, cuestión que merece un artículo aparte. A medida que las tensiones geopolíticas continúen evolucionando, es probable que veamos nuevas tendencias en las estrategias comerciales y en las dinámicas económicas.

Mi conclusión de 2017 sigue tan vigente como entonces: la historia nos dice que olvidar las lecciones proteccionistas del pasado conlleva desagradables consecuencias en el presente y el futuro. Por desgracia, muchos políticos y economistas siguen desmemoriados. No son buenas noticias para el comercio, ni para la humanidad.

Artículo escrito por Sebastián Puig

Analista del Ministerio de Defensa

2 Comentarios

  1. horacio gonzalez aleman

    enhorabuenaa por el analisis

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  2. Jose Farid Villanueva Villanueva

    Claro justamente esta nueva evolución en las relaciones comerciales, y la geopolítica es la que nos están llevando a tantos conflictos.
    A alianzas diabólicas no importa, atropellar al más desvalido, o en condición de desventaja.

    Responder

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