Recientemente la prestigios publicación “The Economist” ha dado a conocer su opinión sobre el informe del FMI para el G-20 acerca de cómo encontrar maneras para controlar el impacto futuro de las crisis financieras. (Leer aquí el artículo completo en The Economist).
El resumen de los principales puntos de interés es el siguiente:
– Los bancos “too big to fail” han venido disfrutando históricamente de una subvención implícita en su financiación. El mercado, consciente de este argumento, les ofrecía la posibilidad de obtener una financiación irracionalmente barata, que condujo al exceso de apalancamiento del sistema financiero.
– Tasar los pasivos exigibles sería entonces una buena forma de compensar por esta subvención implícita.
-En cambio, mejor sería todavía eliminar esta subvención, en vez de tener que recuperarla. Para ello debemos aprovechar esta ocasión para crear un verdadero esquema de resolución ocasional de estas entidades financieras “potencialmente too big to fail”.
-Debemos tratar las causas, no los síntomas: la segunda propuesta del FMI sobre gravar los beneficios de nada serviría. No podemos castigar a una entidad por tener beneficios recurrentemente, sin saber el por qué. Si queremos recaudar más dinero (argumento esgrimido por el FMI para esta segunda tasa), bastaría con subir la tasa aplicada en los pasivos exigibles.
Así podemos hacer un breve resumen de opiniones al respecto:
El FMI:
– Se debe tasar el pasivo exigible de las entidades para eliminar el incentivo al excesivo apalancamiento del sistema bancario.
– La mejor forma de aprovechar esta tasa sería vinculándola a la creación de un Fondo (con personalidad de agencia financiera) que tuviera vinculado un poder de resolución sobre las entidades financieras.
– Si queremos recaudar más, se debería introducir una tasa nueva sobre “el valor añadido” o “exceso de rentas” del sector financiero. En concreto, se trataría de un impuesto a pagar sobre el exceso de beneficios antes de impuestos y remuneraciones.
El Ecofin:
– Debemos basar el estudio en la creación de Fondos de Rescate Bancario.
– No podemos abusar de la coyuntura actual para tasar en exceso al sistema bancario. Corremos el peligro de mermar la recuperación de un sector que resulta clave para el crecimiento de la economía.
¿Cuales son los puntos en común con los anteriores artículos presentados en Sintetia?
- La clave es ver el problema en términos de Pigou, no de Tobin. Debemos tratar la causa, no los síntomas.
- La base imponible (la causa del problema) no son las transacciones financieras. Son determinados incentivos del sistema.
- Una tasa sobre el pasivo exigible es ampliamente justificable: perfila comportamientos de excesivo apalancamiento, corrige la ventaja fiscal por deducción de la deuda sobre el capital propio, elimina el subvención implícita en el argumento “too big to fail” para la financiación mayorista etc … Es decir, argumentos pigouvianos.
- Los Fondos de Rescate Bancario son el método más eficiente para recaudar esta tasa: eliminan la posibilidad de aplicar este dinero a otros fines, introducen el incentivo a los bancos de seguimiento mutuo del apalancamiento del sistema debido a que ellos asumirían la primera pérdida.
- Necesidad de “testamentos en vida”. Debemos aprovechar esta oportunidad para vincular los Fondos de Rescate Bancario con mecanismos de resolución ordenada de los bancos. Estos testamentos deberían redactarse por las propias entidades a petición del regulador, y ser aprobados por estos Fondos (agencias financieras) de Rescate Bancario.
La agregación de opiniones nos lleva en la misma línea en la que ya apuntaba nuestra serie de artículos en Sintetia acerca del impuesto Robin Hood, conclusiones argumentadas aquí, aquí y aquí.
Por ahora, lo único que está claro y sobre lo que existe un consenso internacional es que el esquema de privatizar beneficios y socializar pérdidas… nunca más se puede repetir.