Reinicia, hay otra forma de hacer las cosas y los tiempos lo requieren

Jason Fried y David Heinemeier son dos tipos adelantados a su tiempo. No necesitaron pandemia. No necesitaron ni siquiera la palabra mindfulness. O no necesitaron el término ‘cultura digital’, para saber que las empresas se pueden gestionar de otro modo. Ellos crearon BaseCamp con la filosofía del trabajo en remoto, la gestión de proyectos desde la simplicidad, la oportunidad para crear equipos excelentes, multinacionales de 16 personas. Cliente, beneficio, talento, gestión, low, innovación continua…

Y, al contrario de las corrientes de Silicon Valley, fueron férreos en el planteamiento de un lifestyle de trabajo totalmente diferencial. ¿Conoces a esos que les encanta trabajar 24/7? ¿Los que tienen una mentalidad de que cuanto más mejor? ¿O quien cree que estar a tope, cansado y sin tiempo para pensar ayuda a hacer grandes empresas? ¿Conoces a esos jefes que les gusta controlar hasta cuándo respiran tus equipos? Pues si los conoces… pronto pasarán a la historia laboral…

Jason Fried y David Heinemeier
Jason Fried y David Heinemeier

Reseña del libro Reinicia

Este libro no es una novedad. Pero leerlo SI puede generar ideas nuevas en tu forma de pensar.

Escribimos hace años sobre él. Lo explicamos con 50 ideas. En esta reseña, te dejamos algunos titulares para refrescar por qué es un libro en tu radar del crecimiento personal y empresarial.

  • Fracasar no es un peaje obligatorio. Con tanto fracaso en el ambiente a veces se hace inviable respirar. ¿Aprender de los fallos? Aprendes lo que no tienes que hacer, pero no lo que tienes que hacer… “los que fracasan con anterioridad tienen el mismo nivel de acierto que los que aún no lo han intentando, en cambio si tienes éxito la probabilidad de repetir otro éxito aumenta…”
  • Planear es conjeturar. Cuando planificas es el pasado el que guía el futuro. Establece qué vas hacer esta semana y no este año, y avanzarás más.
  • Crecer, crecer, crecer,…, ¿por qué? ¿Valoraríamos la excelencia de Harvard si hubiese un campus en cada ciudad? Mientras las pequeñas empresas quieren ser mayores, las grandes quieren ser más ágiles y flexibles.
  • Trabaja, trabaja, trabaja… ¿por qué? Cuidado!  Trabajar más no implica más productividad sino… ¡trabajar más! Nadie toma decisiones inteligentes cuando está cansado.
  • Arranca con algo, ¡lo que sea! Como decía Kubrick: “toma una cámara y un rollo de película y filma algo, lo que sea”. Las ideas son baratas, las hay a cientos, el final la idea es una parte muy pequeña del negocio, la clave es cómo la ejecutas y para eso hay que HACER!
  • La falta de tiempo no es excusa. La falta de dinero, tampoco. 
  • Cuidado, hay que orientarse al beneficio. Una empresa sin un planteamiento de cómo llegar a dar beneficios no es una empresa, es un hobby. Los negocios que van en serio tienen facturas, salarios y tienen que lograr ingresos para afrontarlos. Los negocios que van en serio se preocupan de los beneficios desde el primer día.
  • Es mejor una mitad única que una unidad a medias.
  • Empieza por el epicentro. Si quito esto, ¿podría seguir vendiendo? Si es un NO, ése es el epicentro. Cuídalo y que sea “el mejor”.
  • Las decisiones son avances. Sustituye el “vamos a pensarlo”, por “¡decidámoslo!” y comprométete a tomar decisiones. Los proyectos a largo plazo, las decisiones a largo plazo, desaniman. Toma decisiones y valora avances poco a poco: ¿Qué puedo hacer ahora mismo que sea lo suficientemente bueno?
  • No se construye un gran museo colocando todas las obras de arte del mundo en él, eso sería un almacén. Lo que hace de un museo una joya, son las obras QUE NO se exponen, la selección de lo que expones y lo que no. Simplifica, aligera, quita donde puedas si con ello realzas la esencia de tu producto.
  • Concéntrate en lo que no cambiará. Las modas son peligrosas. Amazon “garantiza una entrega rápida, una magnífica selección, una política de devolución sin complicaciones y unos precios asequibles”. ¿Has visto la tecnología en esa descripción? La tecnología cambiará pero la esencia NO. Lo que valora el cliente (rapidez, buena selección, precio, servicio, atención) rara vez cambia con tanta rapidez. Céntrate ahí.
  • Busca soluciones tipo “judo”. Esto significa obtener el mejor resultado, el mayor impacto posible, con el mínimo esfuerzo. En el lanzamiento del producto es importante minimizar los riesgos, corregir, ser ágil, flexible y adaptarte. No te compliques, si funciona podrás perfeccionar más adelante.
  • No seas un héroe. No tengas miedo de abandonar, aunque hayas dedicado muchas horas, si ves que algo pierde el sentido o se aleja claramente de tu propósito.
  • Vete a dormir, cuida la salud.
  • Estimamos muy mal lo que nos llevan las tareas, es una regla casi física…
  • Las listas largas no se cumplen. Tener un listado kilométrico de tareas desincentiva tanto como no tener una lista de tareas…y será un desastre, no serás productivo. Organiza, paquetiza, simplifica y hazlo manejable.
  • Toma decisiones pequeñas.  Éste es el secreto del gran Ben Saunders, el explorador del polo norte: “objetivo inmediato, llegar a aquel trozo de hielo que está a unos metros”.
  • ¿Quieres que no te copien? Conviértete tú mismo en parte del producto o servicio.
  • Di no por defecto. Es tan fácil decir que si, que el montón de cosas a las que te vas comprometiendo “por defecto” te abrumarán y te alejarán de lo importante. Usa el “no” para aclarar prioridades.
  • No confundas entusiasmo con prioritario
  • Crea tu audiencia. Toda empresa tiene clientes. Con suerte, logras tener seguidores. Pero las inteligentes y las exitosas tienen audiencia. Cuando has logrado una audiencia no necesitarás llamar la atención de la gente, porque ellos te la prestan. Habla, escribe un blog, tweetea, cuenta cosas y hazlo bien.
  • Marketing es el sumatorio de todo lo que haces… desde coger el teléfono, la forma en la que te comunicas, tu pasión por el producto, tu pasión por cautivar y elevar tu propósito al lugar que crees se merece.
  • Nunca contrates a alguien para un puesto sin antes haberlo intentado tú mismo. Ni contrates por placer; hazlo cuando “duela” y muy poco a poco.
  • Contrata a “directivos” de sí mismos… 
  • A igualdad de habilidades técnicas, contrata a quien escriba mejor. La escritura es la divisa de hoy para el intercambio de las buenas ideas.
  • Todo el mundo ha de estar expuesto a las críticas del cliente, y si es de forma directa, mejor.
  • Cuida tu ambiente de trabajo al máximo. Los mejores ambientes son aquellos donde se respeta a la gente que hace su trabajo y cómo lo hace. Hay cuatro palabras que NO deberías decir en tu empresa para crear ese ambiente:
    • Imprescindible…porque muy pocas cosas lo son.
    • Imposible…porque te limita, explora bien antes de decirlo.
    • Fácil…porque te relaja, y te puede limitar a hacerlo bien.
    • Cuanto antes…porque cuando todo es prioritario, nada lo es, acota y explica.

Con esfuerzo, continuidad y acciones lograrás crear una cultura que se impregne en el ADN de la empresa. Por eso, cuando se tiene que pedir permiso para casi todo, se crea una cultura de descerebrados.

¿Te ha gustado nuestro resumen del libro Reinicia, hay otra forma de hacer las cosas y los tiempos lo requieren?

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    Javier García