Hace unos días un artículo corrió como la pólvora por las redes sociales. Su título era ya muy atractivo “Si Podemos ganara…”. Cuando lo leí me impactó. Por la manera en la que estaba escrito. Por cómo en pocas palabras se podía retratar de forma perfecta la gran contaminación por la que pasan las instituciones españolas y la dificultad por la que están pasando aún muchas familias. La recuperación es lenta, porque además de un problema económico, serio y estructural, también tenemos muy endebles los pilares en los que se sustenta la ética política y la calidad de nuestras instituciones. El autor de este artículo, con más de 100.000 ‘likes’, es un periodista del diario EL MUNDO, Ricardo Fernández que, además de tener mi misma edad, también me siento muy identificado con sus artículos y la forma en la que le gusta hincar el diente a la actualidad.
Así que nos hemos puesto manos a la obra, me puse en contacto con Ricardo, y quise ampliar su punto de vista a temas que nos parecen claves y que queremos compartir con nuestros lectores de Sintetia.
Ricardo nació en Orense en 1977, se licenció en periodismo en la Universidad de Navarra y comenzó su carrera en EL MUNDO ya en 1998. También fue becario en el Miami Herald, donde estableció un puente de colaboración muy interesante desde Estados Unidos con el diario EL MUNDO; y ya fue Jonh Müller, que también lo hemos entrevistado en Sintetia, lo trajo a trabajar para el Cierre de la edición. Todo esto hasta que Eduardo Inda le llevó a Baleares, desde donde se encuentra en la realidad.
:: Ricardo, has sido un fenómeno en redes por tu gran artículo “Si podemos ganara…” ¿fue un artículo escrito desde ‘las entrañas’? ¿cansado, resignado?
Había leído algunos twitt que se burlaban de forma irónica del discurso del miedo a Podemos, y luego mi amigo el doctor en Periodismo Miguel Carvajal hizo dos párrafos sobre lo mismo en su muro de Facebook. No es fácil tratar de colar el discurso del miedo cuando lees un resumen de lo que está pasando en cinco párrafos de una columna. La idea era abrir el debate sobre si realmente podemos ir a peor; o incluso si algunas propuestas que nos resultan muy surrealistas lo son tanto como la gestión surrealista que vivimos en muchos puntos de España.
:: ¿Cuál crees que es el papel de los jóvenes periodistas hoy (periodistas que viven en las redes, que tienen muchos amigos en paro, que ven con dificultades como sus compañeros pueden crecer profesionalmente…)?
Los medios tradicionales estamos buscando soluciones y evoluciones en las redes sociales. Vivimos un proceso de reinvención tanto los que seguimos trabajando como los que desgraciadamente se han quedado por el camino, muchísimos y muy buenos. Muchos de ellos han sido capaces de crear productos que compiten con los medios tradicionales, o han desarrollado una imagen pública reconocida y muy influyente, incluso mucho mayor que la de periodistas, digamos, activos. Hay tipos por ahí con un blog que son unos auténticos fenómenos. La gente sigue queriendo leer buenas historias, originales y bien contadas. El mercado existe, hay que ir a por él, pero también hacerlo rentable.
:: ¿Cómo ves a España? ¿Qué dicen tus colegas que están fuera y viven la situación sin ‘tanta pasión’?
Vivo en la isla de Ibiza. Nada más lejos de la realidad de España, o quizá nada más lejos de la realidad simplemente, sobre todo cuando escribo sobre jeques que se gastan un millón de euros en encargar un plato de diamantes para un catering; o que vacían una bombonería para cubrir el cuerpo de una mujer en una fiesta; o que vienen de vacaciones con cincuenta Mercedes encargados desde Alemania; que pagan 100.000 euros por un reservado o por una sola botella de vino; o que se traen su Roll Royce en un avión privado; o su yate de cien metros con bandera de Yemen para llenarlo de prostitutas que llegan en aviones privados y embarcan en helicóptero. Alguna vez he ido al baño en un restaurante y estoy meando al lado de Ernesto de Hannover o del hijo de Vladimir Putin. Pero a lado de esta Ibiza del hedonismo y el lujo obsceno existe la de los que ganamos 1.000 euros, la de los que no llegan a fin de mes, la de los miles que están a la cola del paro, y la de los que duermen en los cajeros. Somos la minimetáfora del mundo que estamos construyendo.
:: El fenómeno ‘podemos’, ¿crees que alimentará una urgencia de cambio en nuestras instituciones, en la forma de hacer política, en la forma de ‘hacer’ y de comunicar?
En la forma de comunicar sin duda porque en Baleares para las Europeas no pusieron un cartel ni dieron un solo mitin y fueron tercera fuerza. En su caso creo que las tertulias televisivas, más las redes sociales, más el 15-M, han ido configurando este diagnóstico de la España actual con el que coinciden todos, y que no es poco, pero tampoco es mucho. El partido se ha construido desde el tejado, y los cimientos todavía andan escasos de discurso. He estado en alguna tertulia local con gente de Podemos que trató de atacar con el discurso de Pablo Iglesias a algún concejal de pueblo del PP o del PSOE y no cuela. Es más, era gente que no se lo merecía, y a los que soltarle eso por la tele solo te puede perjudicar.
:: ¿Qué papel han desempeñado los medios a la hora de destapar casos de corrupción? ¿Necesitamos medios más fuertes y más independientes para mejorar la calidad de nuestra democracia?
Te puedo asegurar que en EL MUNDO, donde llevo desde 1998, ha sido raro el día donde no hubiera un caso de corrupción en la portada. A mucha gente le pasa lo que le dijo María Antonia Munar (líder de Unió Mallorquina ahora en prisión) a Pedro J en una fiesta del periódico después de años y años sacándole casos de corrupción. No recuerdo las palabras exactas pero era algo así como “la ventaja que tengo es que a nadie le importa lo que publicas”. Tenía razón, o la tuvo durante muchos años. Los casos estaban publicados y la gente le siguió votando hasta que actuó la justicia muchos años después. Hay una falta de interés terrible. No es lo mismo leer la prensa que el twitter. No puedes desacreditar a la prensa solo para no tener que leerla, y encima enorgullecerte de ello, porque en realidad solo pretender que todos estén a tu nivel de mediocridad.
Quizá también hemos fallado en la forma de comunicar. Pero es verdad que hay gente que ahora quiere hacer política con mayúsculas, pide más participación y no sabe que su ayuntamiento tiene un canal para quejas en internet que se muere de asco, o le convocan en la asociación de vecinos para explicarle la plaza que quieren hacer delante de su casa y van cuatro gatos. Si los vecinos de un ayuntamiento no saben o no se interesan por saber qué es un Plan General de Ordenación Urbana, o unas Normas Subsidiarias, o unas Directrices de Ordenación Territorial están listos para que un político y un constructor los saqueen. Hay una frase de Pablo Iglesias que es una verdad como un templo: “Si no hacéis política vosotros os la harán ellos”. Pero eso incluye que cuando dice “no vamos a pagar la deuda” o “renta básica universal”, todos le pidamos leer la letra pequeña antes de saber si aplaudir o echarnos las manos a la cabeza. Hay cosas que para entenderlas o tener una opinión formada exigen un esfuerzo, y muchos se aprovechan de que no estemos dispuestos a hacerlo.
:: ¿Cómo crees que se puede inyectar optimismo y energía a unos jóvenes que ves un país como el que describes en tus artículos: paro, corrupción, impuestos, desprecio por el talento?
Con buenos ejemplos de personas como ellos que logran salir adelante con peores cartas. No podemos dejar pasar ni un solo día sin intentar que se valore nuestro talento, que intentemos cambiar las cosas. En intentarlo reside la supervivencia de nuestra dignidad. Demostrarnos cada día que no podrán con nosotros. En ‘La red social’ dicen, “un estudiante de Harvard no busca un empleo, inventa un empleo”. “El coronel Aureliano Buendía promovió treinta y dos levantamientos armados y los perdió todos”, empieza un capítulo de Cien años de soledad. Es un antihéroe maravilloso. Yo pienso, qué pensaría ese personaje antes del cuarto intento, y del diecinueve, y del veintisiete. Pues eso, intentar, intentar, intentar. Tampoco poner todos los huevos en la misma cesta, y mucho menos si es un partido político porque seguro que no te va a arreglar la vida.
:: ¿Sobre qué temas te gustaría seguir investigando y escribiendo? ¿Qué te mueve a escribir y a ser periodista en uno de los principales medios de España?
En los últimos años lo que me mueve es saber a ciencia cierta que cada artículo puede ser el último. Han sido demasiados EREs, demasiados compañeros que se han ido, tipos muy buenos. Me gustaría tener una columna en nacional, o un blog. Siento que puedo escribir mejor. También me queda mucho por hacer en las redes sociales. Estoy en ello. Me gusta mucho viajar y lo hago con frecuencia. Siempre vuelvo con una taza y un reportaje en la mochila. La verdad es que me encanta mi trabajo. Haría lo que hago toda mi vida. Soy muy feliz y muy afortunado.
:: Como joven profesional que radiografía la realidad, ¿crees que además de una crisis económica también estamos en una crisis ética, de valores?
Hace poco coincidí en el aeropuerto de Palma en un vuelo con Fernando Ferré, el hotelero responsable de uno de los mayores fraudes fiscales de la historia de España. Acababa de salir de la cárcel y algunos empresarios y políticos fueron a saludarle. El ambiente era distendido, de una cordialidad asombrosa, casi que de qué putada que te hayan pillado. Había un compadreo que me resultó extrañísimo. No sé, como si existiera una especie de espíritu olímpico de la corrupción.
3 Comentarios
Me ha gustado mucho la entrevista y el previo artículo de Ricardo sobre Podemos. Sin embargo, hay algo en lo que no estoy de acuerdo: Sí, se puede empeorar. Y mucho.
Cuidado con políticas económicas extremas. En concreto, las de Podemos no me convencen, en su mayoría, de ningún modo.
Buen fin de semana 🙂 y enhorabuena por la web.
Muchas gracias, Roberto. Un fuerte abrazo
Me ha gustado la entrevista a Ricardo. Se muestra una mirada fresca y distinta de la realidad. Me ha gustado la reflexión sobre cómo el personal no participa ni se moja en los asuntos de la colectividad,cómo los tuits sustituyen la lectura reflexiva y necesaria de la prensa… Un acierto de entrevista para sintetia porque conocemos a un prometedor periodista